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¿Festejos en tiempos de pandemia?

¿Festejos en tiempos de pandemia? / Foto: Yarhim Jiménez
¿Festejos en tiempos de pandemia? / Foto: Yarhim Jiménez

La tecnología, conectividad e ingenio dan un toque diferente a los festejos. La COVID-19 cambió la forma de interactuar aun en momentos muy significativos Carlos Uriegas La pandemia lo ha cambiado todo. El encierro comienza a ser desesperante. La angustia por ver que las cosas empeoran deprime a muchos, lo cierto es que la vida … Leer más

La tecnología, conectividad e ingenio dan un toque diferente a los festejos. La COVID-19 cambió la forma de interactuar aun en momentos muy significativos

Carlos Uriegas

La pandemia lo ha cambiado todo. El encierro comienza a ser desesperante. La angustia por ver que las cosas empeoran deprime a muchos, lo cierto es que la vida tiene que seguir y hay que celebrarla, de una manera más íntima, con la familia y quizá, retomar y ganarle al tiempo perdido, ése será el mejor regalo, el principal motivo y aprendizaje durante esta pandemia, así lo han constatado, Kati, Carlos y Paty.

Los 15 años para una chica significan sin duda un momento importante, ya que se marca la transición de niña a mujer. Para Katia Marlene Mejía Lara sus primeros quince años serán inolvidables tanto por las peripecias para conseguir todo lo necesario para la fiesta virtual como por haber reducido un festejo de 100 a sólo tres personas. Ese día, estuvieron con ella las personas que más la quieren.

“Me levanté  temprano ya que me despertaron mis amigos, quienes me felicitaron por whatsapp y por las redes; ya como a las 10 de la mañana mi mamá me llevó a buscar mi vestido, yo lo quería azul, pero ya no había muchos para elegir”, narra la chica del vestido rosa mexicano adquirido con dificultad por los rumbos del centro de la ciudad de Querétaro.

¿Festejos en tiempos de pandemia?
¿Festejos en tiempos de pandemia? / Foto: Yarhim Jiménez

Un pastel rastreado por Marketplace sabor mazapán con tres leches (ante el cierre de comercios en la capital queretana), la venta casi clandestina de su vestido de quinceañera pues el comercio no era considerado actividad esencial en la pandemia; una tiara adquirida en un viaje relámpago a Apaseo el Alto Guanajuato y los tacones que su mamá le tenía guardados como regalo sorpresa, son esos elementos que dieron vida a un festejo que tuvo que ser cancelado desde los primeros brotes de la COVID-19 en México.

Kati celebró sus primeros quince años junto a su mamá y su abuelito, quien no dejó pasar el momento para tomar a su nieta, transformar la sala en pista y bailar con ella su primer vals.

“Bailé con mi abuelito el vals, una canción de Chayanne, y cuando bailábamos me dijo que me amaba, que me quería mucho”, platica orgullosa la nieta de Don José Carmen Lara Mejía.

Con aplicaciones tecnológicas su familia se conectó para felicitarla, incluso una de sus primitas, Kenia, a sus cuatro años, intentaba morder el pastel de tres leches a través de la computadora. También se enlazaron desde Costa Rica sus queridos y entrañables amigos Alberth y Emilce.

Kati reconoce que al principio se sintió rara, ya que ella imaginaba una gran fiesta de 15 años, pero sabe que ya habrá tiempo para celebrar con sus amigos y familiares.

“Me sentí rara al principio, ya que no era lo que yo me imaginaba para mi fiesta, yo quería algo grande, pero fue un día distinto, estuve con la gente que más me quiere y gracias a mi familia tuve un gran día”, expresa Katia, quien adelantó que para el próximo año espera festejar en grande sus “dulces 16”.

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50 años inolvidables

Carlos López de Silanes ya tenía todo listo para festejar en grande sus 50 años de vida, llevaba dos meses preparando la celebración por su cincuentenario, pero las circunstancias lo llevaron a festejar con su principal legado, sus hijos y su esposa.

“El confinamiento me hizo pasar un día único e inolvidable con lo mejor que la vida me ha dado, mi familia”, expresó Carlos López de Silanes, quien brillara como futbolista con los Rayos del Necaxa en los 90.

El asado sí fue real, y el festejo contó con el apoyo de la tecnología; amigos y familiares  se conectaron para compartirle su cariño y buenos deseos, pero lo más valioso, comenta Carlos, fue la convivencia con su esposa y sus dos hijos.

“Debemos entender el cambio, vivimos un momento diferente, tuve un cumpleaños muy emotivo, el compartir 10 horas con mi familia fue algo muy valioso, guardamos los celulares, bailamos, jugamos dominó, turista, hicimos cosas que ya no hacíamos”, expresó conmovido Carlos, quien a sus 50 años se dio tiempo para celebrar su vida y sentir orgullo por la familia que ha forjado junto a su esposa Adriana, su hijo Carlos y su hija Paulina.

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El mejor regalo de cumpleaños: un abrazo

En la zona de Corregidora, en Querétaro, en el jardín de su casa, y con la presencia del sol, Paty y su hija Sam tuvieron que comerse solitas ese delicioso pastel de chocolate.

“Mi cumpleaños este lunes 20 de abril, no habría sido muy diferente, creo; por haber caído en lunes. De haber invitado a amigos, habrían dicho que tenían que trabajar hasta tarde. Pero sí lo fue evidentemente porque, por ejemplo, salimos por mi pastel en un traslado en auto de 30 minutos ida y vuelta a la pastelería, usando cubrebocas y con todas las precauciones”, comenta Paty Maldonado, directora de TopNews Family.

“Sí sentí nostalgia en varios momentos del día mientras pensaba que quería abrazar a mi familia y amigos pero igual nos abrazamos mi hija y yo para sentir ese cariño que tanto necesitamos. Bailé pero como 5 minutos”, expresó Paty al tiempo que soltaba una carcajada y comentaba que una amiga le envió chocolates cuando le habría gustado verla.

A pesar de todo, Paty, también directora de Maldonado Publishing House, mantiene la fe, la esperanza y la gratitud.

“No dejo de pensar en la gratitud porque a pesar de todo pude responder llamadas, mensajes hermosos e inesperados que siempre arrugan el alma”.

Y lanzó una sugerencia: “Pienso que deberíamos de hacer una fiesta nacional para todos los que cumplimos años entre marzo y junio o bien, poder restar ese número a la edad y ser más jóvenes”, comentó la creativa Paty Maldonado.

“Ahora tengo pastel de trufa casi helado, para todo el mes recordar la dicha de vivir”, compartió, quien aunque extrañó los abrazos y regalos, rescata la gratitud que sintió y que gastó menos.

En estos tiempos de encierro ante la COVID-19, hemos visto serenatas a los abuelos, bailes en balcones y terrazas, se han escuchado canciones que acarician el alma a través monitores y celulares. La creatividad se ha desarrollado y la tecnología ha surgido como aliada para escuchar “Las Mañanitas”, un “queremos pastel, pastel” o el grito de  “¡mordida! ¡mordida!”.

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Arturo Páramo, famoso por sus magnos festejos de cumpleaños, fiestas que han cimbrado el mundo periodístico en la Ciudad de México, también tuvo que modificar sus ya tradicionales festejos.

“Esta vez, ante la imposibilidad de realizar fiestas, no se pudo convocar a los amigos, tampoco se pudo realizar ninguna pequeña celebración en casa… No se pudo convocar a alguna cantina, bar o restaurante. Mis papás habían planeado una carne asada que tampoco se pudo hacer. Lo importantes es estar a gusto, con mi esposa Blanca y mi hijo Pedro, con un rico pastel de pingüinos y estando juntos”, narró Arturo Páramo, desde su casa en el Valle de Aragón, sin sospechar que horas más tarde, un grupo de amigos y colegas celebrarían con él su primeros 50 años por la magia de hacer Zoom.

Es más, el confinamiento es tan severo, y es muy real, tan real, que la misma Reina Isabel tuvo que celebrar sus 94 años encerrada en su residencia de Windsor y observando un video de su niñez.

Este año no se dispararon salva de cañonazos en Hyde Park, en la Torre de Londres y en el parque real de Windsor tampoco tuvo lugar el desfile militar de saludo a los colores, ni tampoco repicaron las campanas en la Abadía de Westminster.

Hasta la realeza celebró distinto por la culpa del COVID-19, pero se dio tiempo para mandarles un mensaje a quienes, como ella, celebraron guardados en casa.

“Para aquellos de ustedes que también celebran sus cumpleaños hoy en casa, con o sin sus seres queridos, les enviamos un feliz agradecimiento”, dijo la soberana en su cuenta de twitter.

Más allá de la frialdad de la pantalla se pueden sentir las muestras de cariño, los abrazos y los besos. Más allá de esta tragedia mundial, se debe celebrar la vida, quizá, cuando pase esto, la próxima fiesta se goce y valore más que nunca.

AGA

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