Anúnciate aquí

Apoya a tu hijo para un aprendizaje eficaz

Foto: iStock
Foto: iStock

Orienta a tus pequeños a las letras y los números de forma divertida y dinámica Giovanna Cancino Muchos padres batallan para que su pequeño deje los juguetes y se siente en una mesa a estudiar o aprender a leer, pero lo que muchos tutores tienen que tomar en cuenta es que no se trata de … Leer más

Orienta a tus pequeños a las letras y los números de forma divertida y dinámica

Giovanna Cancino

Muchos padres batallan para que su pequeño deje los juguetes y se siente en una mesa a estudiar o aprender a leer, pero lo que muchos tutores tienen que tomar en cuenta es que no se trata de que sus hijos sean los primeros en dominar la lectura sino en que logren leer con fluidez y entender lo que están leyendo. Para conseguirlo en un tiempo considerable deben detectar las habilidades que poseen y elegir un buen ambiente de aprendizaje. “Hay que tomar en cuenta el cómo es cada niño para poder darles lecturas adecuadas a su edad y sus intereses para que el hecho de fomentarle la lectura les atraiga”, dijo el psicólogo clínico infantil, Fernando Lara Poot.

Consejos

Métodos: la forma que elijan debe ser motivadora y estimulante para el menor.

Ambiente

Si no provienen de padres y hermanos lectores, es importante que, si se quiere que el niño aprenda con mayor fluidez y en menor tiempo, este vea a su alrededor que es un hábito normal o también pueden leerle cuentos para que vaya familiarizándose.

Distracciones

De preferencia, Fernando Lara sugiere que los niños estén expuestos durante menor tiempo a la televisión y videojuegos y lo estén más hacia los libros y la lectura.

Apps de entretenimiento imperdibles en Querétaro

Ilustraciones

Se debe elegir libros acordes a la edad de los pequeños, es decir, cuando están empezando a conocer las letras y los fonemas, se recomiendan libros con enunciados pequeños y dibujos que sirvan de apoyo para que el niño logre comprender. Conforme vaya dominando la lectura se le deben asignar libros con historias ya establecidas.

Foto: iStock

Apps de medios de comunicación imperdibles en…

Observación y atención

Para detectar dónde están teniendo dificultad, se le debe pedir al niño que lea en voz alta y con un tiempo condicionado; al notar dónde se traba, se le debe pedir que lo repita de manera lenta indicándole como debe ser la pronunciación y que letras son las que está leyendo. Si el problema es que hay partes en las que lee más fluido que en otras, en ese caso el menor debe de repetir esos enunciados hasta que logre leerlos correctamente.

En equipo

Otra opción es leer con él en voz alta, un párrafo cada uno. De esta manera, le aporta seguridad y a la vez lo obliga a seguir el mismo ritmo con el que escucha que están leyendo.

Foto: iStock

Ejercicios en casa y en la calle

Para que un niño aprenda a leer más rápido, se debe combinar con la escritura, porque si no sabe cómo se escribe, no podrá leerlo y viceversa. Por eso, se le debe pedir que escriba sílabas, después palabras y dar paso a los enunciados. Otra forma de incentivarlos es pedirles, cuando estén fuera de casa, que lean letreros o anuncios que miren en las calles a manera de juego.

¿Y los números?

Otra herramienta básica para los niños de nivel preescolar y primaria es el mundo de los números y las matemáticas, igual de importante que la lectura y la escritura. “En cuestión de operaciones numéricas puede resultar más complejo, pues implica más concentración y realizar cálculos, pero en cuestión de disciplina debe ser igual”, comentó Lara Poot.

Foto: iStock

Juegos

Para empezar a familiarizar a los niños con los números una de las mejores formas es jugando. “Hay juegos que ayudan mucho como el dominó, las cartas de póker o Uno. Podemos pedirle que haga equipo con nosotros y durante el juego explicarle, sin que implique mucha responsabilidad, cuáles son los números y de qué trata el juego. Quizá no logre jugar como tal, pero al menos empezará a identificar los números”, dijo Fernando.

El accidente que cambiará la vida de Alma

Relación en la vida cotidiana

Para acercarlo a las sumas, restas y divisiones se puede empezar con cosas tan simples como, por ejemplo, compartir algo comestible: una fruta, por ejemplo, las mandarinas; conforme las vaya comiendo, se debe preguntarle cuántos pedazos quedan y, si tiene un hermanito, decirle que le dé una cantidad y ayudarle a contarlas, etcétera.

MAA

Anúnciate aquí

Anúnciate aquí

Anúnciate aquí