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Vuelve a ser niño y diviértete en Wamerú

Foto: Francisco Roblero
Foto: Francisco Roblero

Es una opción excelente si te gusta caminar y disfrutar la naturaleza, al igual que conocer animales Giovanna Cancino Desde 1995, el Zoológico Wamerú es el lugar ideal si te gusta caminar al aire libre, disfrutar la naturaleza en familia y maravillarte con varias especies de animales. No solo te cautivará su belleza, sino que … Leer más

Es una opción excelente si te gusta caminar y disfrutar la naturaleza, al igual que conocer animales

Giovanna Cancino

Desde 1995, el Zoológico Wamerú es el lugar ideal si te gusta caminar al aire libre, disfrutar la naturaleza en familia y maravillarte con varias especies de animales. No solo te cautivará su belleza, sino que te sorprenderá cómo el zoológico ha creado un área para que las criaturas estén adaptadas lo mejor posible a su hábitat natural. El sitio abre sus puertas de martes a domingo, en un horario de 10:00 a 17:00 horas.

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El costo de entrada es de 120 pesos por adultos y 95 para los menores o personas de la tercera edad. Se ubica en la carretera Bernal-Cadereyta en el municipio de El Marqués, a 20 minutos de la ciudad de Querétaro, y con fácil acceso a las autopistas México-Querétaro en dirección al aeropuerto. Si tu plan es ir con tus amigos o tus hijos, se recomienda ir con ropa y zapatos cómodos, así como bloqueador para protegerse del sol, pues, a pesar de que hay muchos árboles que dan mucha sombra, la zona no está cubierta totalmente.

Foto: Francisco Roblero

Wamerú alberga a más de 150 especies animales, de todos los continentes del mundo. Algunas están en peligro de desaparecer y uno de los principales objetivos de este sitio es que la gente conozca, aprenda y quiera a la fauna de nuestro planeta, haciendo de esto una forma de evitar los riesgos de la extinción. Algunos de los requerimientos del lugar es que las personas no entren con globos, pelotas, mascotas, alimentos, bebidas alcohólicas, reproductores de audio y armas blancas. Por seguridad de los visitantes, se pide que no entren a los albergues, no fumar ni tomar fotos con ‘flash’, debido a la sensibilidad de los animales, así como no arrojarles comida.

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Recreación

El lugar tiene varios sitios para que los menores, quienes son los más entusiasmados al momento de conocer a las especies, descansen y se diviertan. Hay áreas de juegos y cafeterías, para que puedan comprar e ingerir alimentos y golosinas. No todos los animales están en jaulas. Hay algunos como los venados, patos y camellos que están en un área que permite tener un poco de cercanía para que la experiencia sea más emocionante, incluso hay contenedores con alimentos que pueden ingerir los animales para que los niños o adultos puedan alimentarlos.

Foto: Francisco Roblero

Muchos niños se entretienen al vivir esa experiencia, la cual los padres no dudan en documentar con una fotografía para el recuerdo. Con lo anterior, el zoológico pretende promover una cultura de apreciación, respeto y participación, en la conservación de la vida animal y los ecosistemas, estimulando el desarrollo de actividades educativas para que las personas se integren y concienticen en la protección del medioambiente.

Otra forma de recorrer el zoológico

Si lo que prefieres es tener un paseo un poco más rápido y entretenido, hay un servicio de tren que cobra 20 pesos si es un recorrido completo por persona o 10 pesos si hacen solo medio recorrido. El tren se desplaza por todo el parque al mismo tiempo que escucharás un material de audio que contará el origen de cada especie y sus características, las cuales podrás leer en letreros si prefieres hacer el recorrido a pie. También, podrás apreciar piezas de animales disecados, así como osamentas resguardadas en un pequeño museo y que pertenecen al zoológico

Foto: Francisco Roblero

Asómbrate y convive con ellos

Si vas con amigos o con tus hijos, déjate sorprender junto con ellos. Disfruta cómo observan las largas patas de los flamencos y su plumaje perfecto color rosa, sin dejar pasar su arqueado cuello y pico. Diviértete al interactuar con los camellos que, una vez que aprecian personas a su alrededor, se acercan y quieren no solo verte de cerca, sino que les des hojas que ellos no alcanzan y se les antoja. Muchas personas concurren en esa zona y optan por tomarse fotos con ellos; los niños son los más contentos. También están los chimpancés, te causará gracia ver cómo se desplazan dentro de sus jaulas utilizando sogas y llantas, y cómo te observan fijamente. Si ven que comes algo, te sorprenderá y conmoverá cómo te acercan la mano para que les compartas un poco. Podrás apreciar cómo el ciervo wapití, el ciervo rojo, el ciervo gamo europeo, el antílope gemsbok, el antílope órix de Arabia y el búfalo cafre, (que solo tiene una cría al año) tienen cuernos de gran dimensión.

Foto: Francisco Roblero

Felinos imponentes

El área de felinos es otra casa. Estos sí están en sus jaulas, pero, a pesar de ello, te impactará ver su pelaje, sus ojos grandes e intimidantes, su dientes y colmillos afilados y cómo van de un lado a otro. Hay leopardos, panteras, jaguares, tigres, pumas y leones. Verás a una familia de hipopótamos, entre ellos a uno bebé que no se despega de su madre; también, a un enorme elefante que transmite paz y tranquilidad, sin dejar atrás a un oso negro que se la pasa de lo más divertido al comer. Otros animales que son un deleite por apreciar son las jirafas y los mosaicos de su piel, así como sus largas patas y cuello, las cuales les ayudan a ingerir hojas de altos árboles.

Foto: Francisco Roblero

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Aves por todos lados

En cuestión de aves, verás gran variedad de patos, halcones, zopilotes y pavos reales, incluso caminando fuera de su zona, lo que hace más vistoso tu paseo. Los avestruces acompañan a las cebras y, si tienes mucha suerte, podrás mirar sus enormes huevos, algo que sorprende a chicos y grandes. Al final de tu recorrido quedarás satisfecho luego de conocer una colección de fauna importante, lo que adjudica al zoológico una gran responsabilidad y compromiso con el bienestar de cada una de las especies resguardadas en el lugar.

Foto: Francisco Roblero

MAA

 

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