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Francisco Diego y su ‘Dulce bilis’

Foto: Isaac Muñoz
Foto: Isaac Muñoz

El artista de 26 años de edad presenta su primera exposición individual Francisco Diego es un joven artista de 26 años de edad, nacido en Torreón, Coahuila, pero que vivió durante 13 años en Querétaro. Al cumplir los 18 años se mudó a la Ciudad de México, donde radica actualmente. La razón de su mudanza … Leer más

El artista de 26 años de edad presenta su primera exposición individual

Francisco Diego es un joven artista de 26 años de edad, nacido en Torreón, Coahuila, pero que vivió durante 13 años en Querétaro. Al cumplir los 18 años se mudó a la Ciudad de México, donde radica actualmente. La razón de su mudanza fueron sus estudios en Diseño Industrial en la Universidad Iberoamericana. Con el diseño aprendió las bases del dibujo y del color, después comenzó a hacer joyería y con ella entendió lo que era expresar aquello que había dentro de él. “Cuando hacía joyería, firmaba cada pieza y fue ahí cuando dije esto me encanta. Me encanta que quede una marca que nadie va a poder quitar y que nació de un intento de dejar algo de mí”, comenta. En ese momento, se empezó a cuestionar su gusto por el arte.

La joyería también lo llevó a sumergirse al mundo de la pintura y al de la escultura, pese a nacer en una familia no artista. “Fue algo extraño para mí, pero algo que aparentemente no tiene valor adquiere el mismo al momento en el que se decide hacer un acto. Cuando entendí esto, pensé que no podía hacer otra cosa que no fuera expresar lo que hay dentro de mí y compartirlo”, dice. Poco a poco, se empezó a abrir paso en el mundo del arte participando en muestras colectivas como ‘Contemporany Contrasts’ en el Centro de Congresos de Querétaro y ‘Mexico in a Blink’ en San Francisco, California. Ahora, presenta en el Museo de los Conspiradores con su primera exposición individual titulada ‘Dulce bilis’.

Foto: Isaac Muñoz

La exposición se compone de 11 pinturas en óleo sobre tela y ocho esculturas vaciadas en bronce y con base de madera, las cuales representan ese momento de contradicción entre la reacción exterior y la convicción cuando estás haciendo algo bien y la gente a tu alrededor lo critica por celos, envidia o pena. Dentro de las obras que podremos apreciar está ‘Que se quede mi estilo’, una pieza con gran significado para el artista, ya que en ella representa a su abuelo, quien, según las palabras de Francisco, era una persona que “tenía una forma muy novedosa de pensar para su época y siempre decía: “Vayas a donde vayas, deja algo bueno”, haciendo referencia a pintar el mundo de una mejor manera”.

Foto: Isaac Muñoz

En el cuadro se ve un silo, Francisco se pone en el lugar de su abuelo, voltea a ver desde otra perspectiva algo que parece no tener forma de ser renovado, le pone su toque y lo mejora. De igual forma se exhibirá el cuadro ‘Cuando regresó ya lo habían cambiado’, que hace referencia a ese momento en el que te vuelves a encontrar a una persona, pero no es la misma. Aunque queda ese cariño por lo que fue, sientes lástima porque no es igual a como lo recordabas.

Redacción/MAA

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