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¿Puedes amar a alguien sin tocarlo? Averígualo en ‘A dos metros de ti’

Foto: especial
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Este drama juvenil te conmoverá, cuenta la historia de un paciente con fibrosis quística que debe mantenerse a dos metros de distancia de quien podría cambiarle la vida Carlos Gutiérrez A. Dos metros de distancia es la medida que un paciente con fibrosis quística debe mantener con respecto a otra persona, pues los médicos señalan que … Leer más

Este drama juvenil te conmoverá, cuenta la historia de un paciente con fibrosis quística que debe mantenerse a dos metros de distancia de quien podría cambiarle la vida

Carlos Gutiérrez A.

Dos metros de distancia es la medida que un paciente con fibrosis quística debe mantener con respecto a otra persona, pues los médicos señalan que existe un riesgo de que pueda haber contagio por alguna bacteria, que, podría ser mortal dado su condición.

¡A dos metros de ti’ está basada en la novela del mismo nombre, escrita por la autora Rachael Lipponcott y que narra la historia de amor adolescente alrededor de dos pacientes internados en un hospital.

La primera de ellas es Stella Grant, que padece fibrosis quística desde hace varios años. Pegada a su computadora, y con un buen sentido del amor al respecto, comparte en redes su condición. Ella necesita controlar su espacio para mantenerse alejada de cualquier persona o cosa que pueda transmitirle una infección y poner en peligro su trasplante de pulmón que espera ansiosamente.

Mientras lucha contra su enfermedad, la cual le impide acercarse a las personas, Stella se vuelve metódica y práctica en sus rutinas dentro del hospital, pero un día todo empieza a cambiar.

Aquí entra a la historia el joven Will Newman, quien le dará un giro total a la trama y a la vida de la protagonista, pues él está harto y cansado de las rutinas y solo espera poder salir del hospital cuanto antes. Sin embargo, el encantador personaje tiene un problema: es portador de una bacteria que minimiza sus expectativas de vida.

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Tanto la novela como el guion cinematográfico tienen su punto álgido cuando estos dos jóvenes se conocen y empiezan a gustarse y entenderse. El problema: el padecimiento de Will es mortal para Stella. Así, el drama del amor ‘imposible’ adolescente comienza, pues él es exactamente lo que la joven de 17 años no necesita tener en su vida.

No obstante, los protagonistas deciden ‘combatir’ su enfermedad juntos, pero a dos metros de distancia el uno del otro; esa es la única condición, simple quizá, pero que se verá implícita a lo largo de la trama de la película.

Utilizando un palo de billar para medir la distancia entre ellos, los dos chicos se las ingenian para burlar a la gente del hospital y poder verse, aunque sea con un vidrio de por medio.

Si ella quiere mantenerse con vida, debe estar lejos de Will y dentro del hospital, pero si en verdad quiere vivir, entonces deberá tomar decisiones radicales y más allá de las restricciones que han caracterizado toda su vida desde que se enfermó.

Él, por su parte, solo desea salir al mundo, conocerlo y vivir, aunque esto, paradójicamente, le pueda costar la vida misma.

La única fórmula para seguir con vida es mantenerse alejados, con lo cual surge la pregunta de amor: ¿Sin poder tocar a alguien, lo puedes en verdad amar?

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