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Pedro Ángel Palou, el regreso a la novela total

Pedro Ángel Palou, el  regreso a la novela total
Pedro Ángel Palou, el regreso a la novela total

Pedro Ángel Palou se presentará hoy dentro de la programación del Hay Festival en donde conversará sobre su más reciente novela

Magdiel Torres

Padro Ángel Palou tiene una nuevo novela en su haber. Se trata de  ‘México: La novela’, una obra en que hace un recorrido por el género desde un punto de vista diacrónico, pero también desde la profundización de formas y tonos. Sobre este libro que presenta hoy en el Hay Festival charló el autor con este medio.

Usted y su generación fueron herederos de grandes novelistas latinoamericanos agrupados en lo que después se llamó el  ‘Boom Latinoamericano’ y que exploraron una especie de novela total representadas en obras como ‘Terra Nostra’ de Carlos Fuentes o ‘Rayuela’ de Cortázar o que crearon intrincadas genealogías como la de los Buendía de García Márquez ¿De qué manera se inscribe esta novela suya en esa tradición novelística?

Esa es justamente la intención de la novela: recuperar una idea de la novela total. La que es un mundo en sí misma. En donde los personajes son no solo complejos, sino que son complejos genealógicamente. En este caso son cuatro familias a lo largo de 500 años, es decir son cuatro sagas familiares. Es una familia prehispánica, una familia de origen español, muy rica, una familia de panaderos y una familia judía que llega a finales de siglo XIX. A través de las cuatro familia puedo contar una especie de crónica de la Ciudad de México llena de información, pero no como lo haría un ensayo sobre la ciudad, que los hay maravillosos, o como un cronista, sino cómo estas familias son todas tocadas por la Historia con mayúsculas.

La ciudad de México y, en general, la identidad mexicana ligada al evento de la conquista es un tema que ha sido explorado por otros novelistas como Carlos Fuentes en ‘La región más transparente’ o en ‘La muerte de Artemio Cruz’ ¿De dónde bebe su obra en tanto a novelas mexicanas? ¿Con qué títulos dialoga?

Incluso dialoga críticamente con ‘La región más transparente’. Hay un capítulo en donde dos personajes se conocen porque han leído la novela, pero también menciono a Fernando del Paso con Noticias del Imperio y la novela histórica y otras grandes narraciones de la Ciudad de México como ‘Ojerosa pintada’ de Agustín Yáñez y estas otras novelas que cuentan de La Condesa, La Narvarte, obras de ‘La Onda’. También hay un homenaje a las novelas de los finales 70 en donde exploraba por primera vez el tema de una sexualidad a otra. Una de las cosas que le faltan a la novela mexicana es, por decirlo así, este homenaje permanente a la libertad. La ciudad de México es una ciudad de grandes libertades. Desde que fundó. La gente tenía más libertad en la Nueva España que en España, la tiene más ahora que en otras ciudades. El tamaño también ayuda a eso.

¿Cuáles fueron las principales problemáticas que le representó la novela y cómo las sorteó?

Los problemas técnicos de una novela como esta de temporalidades tan grandes son encontrar un narrador que sea lo suficientemente creíble, por un lado, y transportable, que lo mismo puede estar contando un capítulo que sucede en 1521 y el último que sucede en 1985. Encontrar un tono incluso en español, un castellano por un lado neutro, pero con ciertos giros sintácticos y lingüísticos que fueron recorriendo la historia literaria de México y obviamente coloquial. La novela hace un poco de homenaje a los grandes escritores de la Ciudad de México y cómo fueron ellos abordando la realidad. Fue un gran reto esta especie de revisión de género porque se retoma la novela colonial, luego la novela decimonónica, (Payno, Riva Palacios), luego la Novela de le Revolución, la Novela Llírica de los contemporáneos, la de los escritores de La Onda: hay un homenaje a Luis Zapata con un vampiro. A lo largo de la novela hay un juego lúdico sin dejar un narrador lo suficientemente abstracto que permita contar los 500 años.

Como escritor ¿qué podría decirnos que aprendió o reconsideró de sus conocimientos en el oficio con esta obra? ¿Qué conocimientos como escritor cree que le trajo esta novela?

Decía Faulkner en su prólogo de ‘El sonido y la furia’ que escribir una novela es aprender a leer. Hay muchos aprendizajes. El primero es que la novela mexicana es una novela silente, le falta música a pesar de ser un pueblo tan musical. Yo lo que hago es un homenaje también a los diferentes géneros y las canciones, a la música mexicana a lo largo de 500 años. Luego aprendí también ciertas cosas técnicas que había intentado en otras novelas, pero que aquí me solté más como escribir tras bambalinas —no en el proscenio, sino en la parte de atrás del escenario—, la historia y que, sin embargo, eso no modifique lo que está adelante en el escenario. Es decir, la presencia visual de los personajes: hacerlos sentir cómodos en cada uno de los años o siglos en los que los estoy contando.

MT

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