Mon Laferte: versatilidad y plenitud en cuatro actos

Gonzalo Flores

Primer acto.

Todo en este concierto está pensado y planeado.

Pocos minutos antes de las nueve de la noche, suena ‘Space Oddity’ de David Bowie y se convierte en preludio perfecto. Muy pocos la cantan. La parte de abajo del auditorio Josefa Ortiz está llena. Los balcones tambien y en la parte superior, en el primer piso, está a poco más de la mitad de su capacidad.

“Planet Earth is blue, and there’s nothing I can do”, la última frase del tema, y con él, las luces comienzan a disminuir. Son las nueve en punto. Mientras los músicos toman su lugar, una gran pantalla al fondo del escenario proyecta una rosa a la que le prenden fuego. “Yo soy aquel” de Raphael enuncia una frase que aplica tanto para la artista como para el respetable: “Y estoy aquí aquí, para quererte/Estoy aquí aquí, para adorarte/ Yo estoy aquí aquí, para decirte/ Amor, amor, amor…”

Segundo acto.

La pantalla anuncia Intro: El presagio. Con una calurosa y ensordecedora ovación fue recibida Mon Laferte por parte del público queretano.

Es la tercera fecha de la gira “Amárrame Tour” en la entidad, tras comenzar en Ciudad de México y el viernes presentarse en Morelia. Además, recién se anunció que es gira mundial que también llegará a Estados Unidos, España y Latinoamérica para totalizar 26 fechas.

Alrededor de cuatro mil personas corean al unísono el comienzo del recital con los temas “Aunque te mueras por volver”, “Tormento”, “Invéntame” y “Antes de Ti”. La velada musical apenas comienza.

Mon sale del templete mientras una proyección en la pantalla recrea el momento de una pelea de pareja que protagoniza la propia Laferte y el actor Alejandro Speitzer. Cuando la cantante vuelve, ya cambio su atuendo. Se anuncia el acto 1 denominando ‘El miedo nos ha entrenado’ y suena los temas “Supermercado”, “Si tú me quisieras” y “Química mayor”.

El público permanecía sentado. “Como que están muy bien portaditos, pero no les hagan caso a las personas que les dicen que no se pueden levantar ni levantar carteles. ¿Cómo que no pueden expresarse?, en un concierto de nosotros todos se pueden expresar”, fueron las palabras con las que animó a los presentes a levantarse de sus lugares.

“Algo es mejor”, “Placer Hollywood” y “Good Boy” son las canciones siguientes. En todo momento mujeres y hombres del público acompañan su canto.

Tercer acto.

La pantalla anuncia el segundo acto titulado ‘Se me quema el corazón’. Se trata de una selección profunda. Comienza con “Vuelve por favor”, “La mujer” y “Calaveras”.

“El siguiente tema me cuesta mucho cantarlo, porque creo que ninguna niña debería pasar por situaciones de abuso”, comenta la chileno-mexicana.

“A Crying Diamond” es una letra profunda y triste en inglés, pero en la pantalla aparece la traducción. “Ella aún no lo sabe, es una joya/ el diamante más brillante de la ciudad” se entona con tanto sentimiento que se enchina la piel.

El set continúa con “No te me quites de acá”, el cover “La vie en rose” de Édith Piaf, “Se me va a quemar el corazón” con todo y baile de tango precio, así como “Funeral” y “Por qué me fui a enamorar de ti”. El público se entrega por completo. Tardaron más de la mitad del concierto en levantarse y disfrutar el recital de pie.

Último acto.

Último cambio de vestuario de Norma Monserrat Bustamante Laferte. Se le nota plena, entregada. La versatilidad en ella es una virtud pues pasa por todos los ritmos y estilos musicales.

La pantalla anuncia el Acto 3: Éxtasis. “Un solo hombre no puedo tener” se convierte en himno de las mujeres presentes. Continúa “Lo que pido” en la que una fan se acerca a la cantante pero seguridad la retira rápidamente. “No me la quiten” dice Mon y le pide a la joven que se acerque de nuevo. La fan le entrega un plumón y la cantante firma su ante brazo.

“Amor completo” es un tema apoteósico con el acompañamiento de las miles de veces presentes. Sigue “Mi buen amor” y “Tu falta de querer”. El éxtasis se mantiene. El cierre llega con “Pa’ dónde se fue”, “Plata ta ta”, “El beso” y “Amárrame” marcan el gran final.

“Cúrame / Y enférmame de a poco, poco a poco/ Cúrame/ Y transfórmame en un loco, poco a poco/ Amárrame”, es entonada a todo pulmón desde todos los rincones del auditorio.

Todo estaba bien pensado y planeado. Los sets de los actos inmejorablemente elegidos. Mon Laferte ha logrado una importante madurez como artista y como mujer. Plenitud y versatilidad son dos palabras que ajustan perfecto para el momento que atraviesa.