Los Interiores Almodóvar

Excell Erre/ ÓPERA RHAGÀNTIA

A lo largo de su extensa trayectoria cinematográfica, el aclamado director español Pedro Almodóvar, se ha distinguido por generar una personificación inigualable de los espacios que retrata. Aquí se describen puntualmente dos casos que resaltan tan excelsa cualidad…

Un ilustrativo ejemplo de las múltiples potencialidades y simbolismos que un diseño de interiores en específico en su trabajo puede abarcar, es en ‘Madres Paralelas’, cuyo eje vertebral, es el departamento de su protagonista, localizado en un barrio madrileño que destila fuertes notas de modernidad, y a la vez, carga una pesada presencia histórica, resultando en un contraste y en una paralela, muy ad hoc a la temática de la película, (allí va uno de los tantos aciertos de Almodóvar). El departamento, al igual que la realidad del manchego, es exagerado y atiborrado de elementos que sobrepasan nuestra mirada.

En su corto más reciente, La voz humana, protagonizado por Tilda Swinton (quien a su vez, mantiene una relación simbiótica muy intimista y confidencial con la única locación del cortometraje, con la que llega a fundirse visceralmente) el cineasta nos obsequia un espacio definido por sólidos bloques cromáticos, totalizantes, comparables y alegóricos a las sensaciones que exhuma la protagonista.

Desde explosivos pastiches coloridos, constituidos por cortinas, alfombras, mosaicos y lámparas kitsch entre otras, hasta idóneas ambientaciones dependiendo del contexto en el que se desenvuelva su film, resultado de minuciosas e inteligentes elecciones por parte de su equipo de producción, quienes saben a la perfección que mientras en  los entornos urbanos se apuesta más por el mobiliario modular y lo ecléctico, en los hogares de la campiña, la decisión se centra en los estampados y los colores cálidos.

A pesar de lo heterogéneas, diversas y dispares que puedan resultar sus escenografías, siempre se sabe, que son de Almodóvar.

MT