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Isla vuelve a la novela con ‘las pasiones de Zulema’

Isla vuelve a la novela con 'las pasiones de Zulema'
Isla vuelve a la novela con 'las pasiones de Zulema'

Juan Antonio Isla tiene una nueva obra literaria en donde explora la apasionante vida de una mujer fascinante

Magdiel Torres

Juan Antonio Isla  es un prolífico autor queretano que tiene en su haber un nuevo título. Sobre la novela ‘Las pasiones de Zulema. Entre el cielo y la tierra’, habló el escritor en exclusiva para este medio.

La historia, refiere Isla, se basa en un relato verídico. El escritor conoció la historia directamente de la protagonista y, con ese material primigenio, se dio a la tarea de ficcionar, de darle vida a un relato literario.

¿Cuánto tiempo le llevó la escritura de esta novela, desde la idea de la trama hasta los procesos de escritura?  

Desde el primer renglón hasta el último algo así como tres años. La escribí en dos etapas. En la primera hice acopio de información, escuché que una persona concreta, una joven mujer había tenido una vida muy interesante, digna de ser contada. Procuré entrevistarla. Lo hice. Me platicó una parte de su vida. Yo tomaba notas y luego las trasladaba al relato. De pronto ella desapareció y no pude seguir escribiendo. No sabía cómo continuar la historia. Cuando la ubiqué ya no fue posible que me diera más información. Pero ya tenía avanzado un borrador. Dejé descansar el texto, pero no dejaba de pensar en cómo reanudarlo. La segunda etapa vino cuando me decidí a hacer de esa historia original una ficción. Ya habían pasado dos años cuando resolví terminar la novela.

En la estructura de la novela observamos una narración en la tercera persona del singular, con un narrador con una tendencia omnisciente, combinada con una narración en primera persona del singular, específicamente un diario ¿Qué puede decir es esta combinación de dos voces? ¿cómo las ideó y por qué las creyó convenientes en la novela?  

Cuando escuchaba la historia de la joven mujer, además narrada por ella misma, me propuse escribir una novela. Ella sabía que no podía ser biográfica. De hecho conoció las primeras páginas. Por cierto, no percibí ningún entusiasmo. Una buena parte de sus experiencias ella misma las contó. Luego tuve que hacer ficción. La segunda parte es totalmente invención. Me sentí más libre, pero el ejercicio de la imaginación me costó un poco de trabajo. Representaba un desafío que la historia fuera creíble, que la construcción fuera lógica y que sucedieran cosas interesantes. Para mí es importante ponerme en el lado del lector y tratar de que no se caiga el interés por la narración.

Las notas del diario son un recurso para romper el discurso plano, para ponerme en el interior del personaje, para darle voz.

En este mismo orden de interpretaciones ¿Cómo fue para usted como autor varón trabajar con una voz femenina, además, desde una vertiente tan íntima como el diario personal?  

Fue un reto entrar a la perspectiva femenina, retratar los sentimientos de la mujer, así fuera en la forma más básica que es una especie de crónica en las notas del diario.

El diario mismo es un elemento narrativo que más adelante en la novela desaparece ¿Cómo fue tomar esta decisión a la luz de la trama novelística?  

Lo usé como recurso para salirme de la voz del narrador omnisciente. Claro que no es fácil porque un diario debe referirse al suceso del pasado inmediato, a la reflexión de lo que ha sucedido, evitando precisamente adelantar la trama, aunque se revelen propósitos de la protagonista como esa sentencia cuando conoce a quien va a ser su pareja: “será el padre de mis hijos”

 ¿Qué actividades tiene pensada para la promoción de esta novela en el corto y mediano plazo? ¿En dónde se puede adquirir el libro?

Estoy pensando en hacer una presentación con dos o tres intervenciones breves de quienes quieran comentar la novela. Uno de ellos sería Carlos Campos, un brillante estudioso de la literatura queretana que me hizo favor de prologar el libro y que está haciendo una tesis para buscar su doctorado con una investigación sobre la literatura en Querétaro. Se me ocurre que tu puedas participar. Ojalá aceptes.

El libro se vende en las librería Sancho Panza en Venustiano Carranza 57, Librería Hidalgo, Hacienda Grande 208, Jardines de la Hacienda, Librería y cafetería Pessoa, Hidalgo 183.

¿Está escribiendo algo actualmente? ¿Qué está leyendo actualmente? ¿Cuáles son sus trabajos a mediano plazo?  

Estoy escribiendo una serie de relatos bajo el tema de cosas extraordinarias, personajes reales, celebridades, con vidas dignas de ser vistas desde cierto ángulo, y otras ficciones. Ya voy avanzado y hasta puedo adelantar el nombre del libro: “Ese ruido mientras duerme”, que es uno de los cuentos.

Estoy leyendo tres libros al mismo tiempo: una novela publicada en 1949  y que fue una bomba que sacudió a los jóvenes norteamericanos desde que apareció y hoy sigue siendo un fenómeno editorial: “El guardián entre el centeno” de J. D. Salinger un escritor norteamericano bastante extraño, que se retiró después del éxito de su libro; y una novela de Arturo Pérez- Reverte titulada “El italiano”. Buen escritor, pero me aburre tremendamente.

También leo un libro de un holandés Cees Nootemboom sobre “Tumbas de poetas y pensadores”. Un libro fascinante, maravilloso. Me inspiró un cuento sobre el cementerio Père Lachaise en París.

Debo decir que ahora soy muy mal lector y abro los libros, leo unos renglones y los vuelvo a cerrar. Puedo tardarme meses en terminar de leer una novela. Confieso que hay muchas que nunca terminé de leer. En cambio, cuando era joven leía todo lo que caía en mis manos y no cerraba el libro hasta el final. Aún leyendo a autores muy complicados como Beckett o Joyce. No se diga Kafka del que leí toda su obra.

Finalmente, ¿Cómo se prepara usted como autor para escribir una novela como Las pasiones de Zulema, entre el cielo y la tierra. ¿Cada proceso es diferente? ¿Tiene algún tipo de rutina o, incluso, de ritual? ¿Es la misma preparación para una novela que para otros géneros, digamos, un libro de cuentos?

Toda obra requiere una estructura, un método. La novela exige una trama de largo aliento. En cambio los cuentos apelan a una idea central que tiene un orden, una organización que debe corresponder de principio a fin, con una lógica y un elemento de sorpresa que puede estar en el primer renglón o en desenlace. A veces el desenlace está en el primer renglón.

En el caso de “Zulema…” cuando escuché su historia me propuse escribirla o tomarla como referente    para escribir una novela, así tuviera que echar mano de la imaginación y resolverla de manera coherente pero dejando abierto el final, a la interpretación del lector. Ese elemento está presente en todos mis escritos. Los desenlaces no son concluyentes, predecibles. Son ambivalentes, ambiguos, confusos, inciertos. Es un juego que se juega con el lector. Muchas veces comparo el desarrollo de un texto narrativo con una partida de ajedrez. Algunas ocasiones yo hago la jugada y yo mismo me respondo. Otras veces no. El lector tiene la palabra. Al final siempre la tiene.

Mi método es muy sencillo: escribo a veces durante varias horas al día cuando tengo en la mente la historia, cuando ando cazando un tema reviso y corrijo los textos que tengo. Procuro hacerlo todos los días.

MT

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