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El Sol se convertirá en una nebulosa planetaria

Redacción  Las estrellas tienen ciclos de vida, nacen en una región densa de gas y polvo conocida como nube molecular que, comprimida por la fuerza de gravedad, se fragmenta y produce protoestrellas. A medida que se desarrollan se vuelven estrellas promedio como nuestro Sol, después su núcleo de helio empieza a calentarse, cambian su tonalidad … Leer más

Redacción 

Las estrellas tienen ciclos de vida, nacen en una región densa de gas y polvo conocida como nube molecular que, comprimida por la fuerza de gravedad, se fragmenta y produce protoestrellas. A medida que se desarrollan se vuelven estrellas promedio como nuestro Sol, después su núcleo de helio empieza a calentarse, cambian su tonalidad y se expanden hasta formar una Gigante Roja, cercanas a su fin desprenden sus capas más externas (nebulosas planetarias) y siguen su camino evolutivo hasta convertirse en Enanas Blancas. Este ciclo de vida de los astros se repite durante miles de millones de años.

“Se dice que nuestro Sol va a seguir este camino evolutivo y finalmente se convertirá en una nebulosa planetaria”, comentó Jackeline Suzett Rechy García, científica del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM, campus Morelia.

¿Por qué se llaman nebulosas planetarias?

A las observaciones estelares del astrónomo alemán William Herschel debemos el descubrimiento del planeta Urano (1781), y el hallazgo de la nebulosa Ojo de gato (1786), ubicada a 3 mil años luz de la Tierra. “Una región difusa que vista a través de su telescopio tenía un color medio azulado, medio verdoso”. Herschel sabía que no era un planeta (por las coordenadas) pero desconocía su naturaleza.

“Debido a que lo que veía era nebuloso lo llamó nebulosa y por su parecido con un planeta, planetario, nombre que se conserva hasta nuestros días”, explicó la investigadora en una charla virtual del ciclo ¡Noticias Astronómicas! que organiza el IRyA, con la finalidad de acercar el trabajo de investigadores a la sociedad a través de la divulgación.

Nebulosa planetaria M2-31 diseccionada a través de la espectroscopía

Rechy García explicó que para observar la luz de los objetos distantes los astrónomos utilizan la espectroscopía (el estudio de la luz que proviene de un objeto separada por un prisma en diferentes colores o longitudes de onda). Así, pueden determinar que cada nebulosa planetaria tiene su propio espectro, diferente morfología e incluso la velocidad a la que se mueven.

Con información de UNAM

 

 

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