Martín Achirica ofrece reflexiones para la vida

Magdiel Torres

Martín Achirica es un autor que ha estado vinculado a diferentes facetas religiosas o espirituales. Su labor profesional lo llevó a trabajar para líderes religiosos como el Papa Francisco o el Dalái Lama. Además, incursionó en variadas manifestaciones místicas.

Pero este libro, bajo el sello de Ediciones Urano, el primero de su autoría, parte de una experiencia personal. Achirica explicó en entrevista que el proceso creativo surge de vivencias, más allá de las enseñanzas que desarrolló.

“Hay libros que se escriben y hay libros que se viven. Yo viví y habité cara a cara la abundancia y le reconocimiento social unido al momento de experiencia de pérdida, de dolor, de caída y de fracaso. Cuando viví esto juntó de golpe lo que yo tenía separado, pues yo tenía separado la vida y la muerte. Comprendí que ambas están más junta de lo que podemos imaginar. Hay que tener presente a la muerte porque solo así podemos valorar la vida”, señaló.

Es por este motivo que eligió el título ‘Eutanasia para vivir’. Desde la perspectiva de Achirica, valorar la muerte como parte lógica del proceso vital contribuirá a entender los procesos cotidianos. La eutanasia, explicó, es un método para procurar la muerte cuando no hay más remedio y las personas están desahuciadas.

HAY QUE DESAPRENDER: ACHIRICA

“Hay una muerte elegida, una muerte en vida, es la muerte de todo aquello que no funciona. Podemos eliminar todos los elementos y patrones erróneos para tener la posibilidad de volver a la vida en la vida misma”, reflexionó Achirica.

Por este motivo se animó a escribir ‘Eutanasia para vivir’. Se trata de una obra que ofrece a los lectores la posibilidad de aprender a dejar morir aspectos negativos que les estorban en el camino a la felicidad.

“He permanecido alrededor de 16 años en interés de aprender. He estado con maestros de distintas disciplinas y participé activamente en diferentes religiones hasta el fondo de las mismas, trabajé con el Papa y con el Dalái Lama. Pero en una ocasión, antes de entrar a un temazcal, el maestro me hizo una pregunta que me cambió mi vida. Me dijo: “A que vienes de nuevo al temazcal”; y le dije: “A seguir aprendiendo”. Él me dijo una frase: “si tú quieres aprender te estás equivocando continuamente. Lo primero que hay que hacer en la vida es desaprender, hay que vaciarse. Entonces mi proceso se aceleró. Entendí que primero tenemos que morir, olvidar, quitarnos patrones religiosos como  la culpa y el sacrifico. Con esta pandemia es tiempo de tener certeza de la luz y del amor”, dijo el Achirica.