Macramé: cuando la artesanía y la decoración se unen
Excell Erre/ Ópera Rhagàntia El arte de anudar hilos y cuerdas en patrones ornamentales nos brinda una variedad de aplicaciones, entre ellas está la decoración. Macramé: De origen árabe, su nombre deriva de la fusión de dos palabras: “Mahrana “, franja y “rame “, nudo. Dos palabras que, juntas, expresan la identidad de esta técnica, … Leer más
Excell Erre/ Ópera Rhagàntia
El arte de anudar hilos y cuerdas en patrones ornamentales nos brinda una variedad de aplicaciones, entre ellas está la decoración.
Macramé: De origen árabe, su nombre deriva de la fusión de dos palabras: “Mahrana “, franja y “rame “, nudo. Dos palabras que, juntas, expresan la identidad de esta técnica, basada en el tejido ornamental de hilo.
Comenzó a usarse como decoración de ropa, cortinas para el hogar, amuletos, sombreros, bolsos y más. El macramé se extendió a países como Japón, China, Turquía, India y luego en Rusia y cada uno lo ha trabajado de manera distinta: Desde seda, lana, hilos de algodón, hasta cuerdas de cáñamo, torceduras de oro, etcétera.
La técnica de macramé puede decorar los interiores y va casi con cualquier estilo.
Clásico: Tapete de pared o piso con borlas y/o flecos.
Minimalismo: Los elementos de mimbre calados en las ventanas diversifican la decoración modesta de la habitación.
Rústico: Cortinas largas de lino, hilos de algodón en las ventanas y/o puertas, serán un excelente complemento.
Loft: Abstracciones ásperas de hilos gruesos en las paredes de piedra, los “atrapa sueños” debajo de los candelabros, un toque auténtico.
Art Déco: Pantallas de lámparas elegantes con muchos detalles volumétricos, cuentas, piedras, lámparas de pie, lámparas de techo.
Boho: Sillas colgantes, mimbre de yute, numerosas macetas con plantas en macetas en las ventanas. Las paredes crearán un diseño único.
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