Carlos Pascual relata la hazaña de la primera médica

En Matilde, Carlos Pascual narra la historia de Matilde Montoya, quien en 1887 contra toda la idiosincrasia de la época pudo titularse de Medicina

Magdiel Torres

Carlos Pascual se lanzó, hace algunos años, a una tarea de investigación que hoy se culmina en la novela histórica ‘Matilde’, editada por Grijalbo. La historia, señala, la cautivó desde el principio por la hazaña que implicó para esta mujer vencer los estigmas de su época para contribuir a la historia de la educación y de la ciencia en México.

“Cuando yo empecé a imaginar a Matilde Montoya, a imaginarla, a soñarla, a visitarla, fue hace seis o siete años cuando escuché por primera vez su nombre. Me enamoré de ella, pero también vi el enorme trabajo que se me venía encima porque era meterme con la historia de la ciencia y de la medicina”, relata el autor.

Carlos Pascual relata que la historia de Matilde Montoya es el de la lucha de una mujer por romper paradigmas y empoderarse en un contexto fuertemente patriarcal.

Cuando finalmente se graduó los académicos no querían titularla por un detalle pueril: el reglamento hablaba de alumnos, no de alumnas. Tuvo que intervenir el propio presidente Porfirio Díaz para que el reglamento se modificara y Matilde Montoya pudiese titularse como médica.

“Qué visión de este primer Porfirio, muy alumno todavía del juarismo, ya después se convirtió en el gran villano de nuestra historia, pero ese primer Porfirio da un manotazo en la mesa”, señaló sobre la figura del autor de la masacre de Río Blanco, entre otras.

La incertidumbre, variable que llegó para quedarse

“Esto ocurrió en 1887. Uno pensaría que la primera mujer médica se graduó en 1950, pero no. Ella se graduó a los 30 años en una sociedad fuertemente patriarcal”, explica el autor.

Pascual agregó que Matilde fue víctima de violencia, había quienes la apedreaban cuando se dirigía a la universidad, algunos profesores se negaron en su momento a titularla y un periódico escribió: “cuán perversa esa esta mujer, Matilde Montoya, que es capaz de querer estudiar medicina con tal de ver hombres desnudos”.

LAS FUENTES DE PASCUAL

Pero no todo fueron espinas para Montoya y no toda su historia pasa inadvertida o fue acallada por el sistema. Pascual relata que le fue de mucha ayuda la biografía que sobre Matilde y su madre, Soledad Lafragua, escribiera la periodista Laureana Wright.

Wright realizó una serie de biografías de personajes femeninos notables. Son trabajos breves, pero de invaluable valor su valor histórico.

“No podíamos entender a Matilde Montoya sin su madre. Wright escribe una biografía de Soledad Montoya y tuvo el buen tino de escribir las biografías de Montoya y de Lafragua. Son obras cortas, porque ella escribió muchas biografías de las mujeres de su época”, dijo el autor.

El libro ya se encuentra en las principales librerías del país, exhibido en la categoría de novedades literarias y de novela histórica.

MT