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Maximalismo, sin miedo a exagerar

Es clave combinar distintos objetos, colores y patrones. / Foto: AP
Es clave combinar distintos objetos, colores y patrones. / Foto: AP

Este estilo requiere un alto grado de expresividad, mucha creatividad y no existen reglas que debas seguir Excell Erre/ Ópera Rhagàntia La decoración maximalista es rica y deslumbrante, no es  moderada ni sencilla. En lugar de una simple pintura, piensa en la habitación como una galería de arte que debe vestirse con arte. ¿Solo un … Leer más

Este estilo requiere un alto grado de expresividad, mucha creatividad y no existen reglas que debas seguir

Excell Erre/ Ópera Rhagàntia

La decoración maximalista es rica y deslumbrante, no es  moderada ni sencilla. En lugar de una simple pintura, piensa en la habitación como una galería de arte que debe vestirse con arte.

¿Solo un libro en la mesa de café? ¡Mejor tres, cuatro o más! Pero, ¿por qué los libros? Fácil, porque los libros son capaces de comunicar mucho sobre ti y aportarán carácter y personalidad a tu hogar. Tampoco tienen que colocarse cuidadosamente uno al lado del otro, puedes elegir una colocación más laxa en los estantes o en otras áreas de la habitación.

La clave es combinar distintos objetos, colores y patrones entre sí. Básicamente, el maximalismo mezcla diferentes elementos decorativos para crear una imagen generalmente armoniosa y también equilibrada.

En el maximalismo no hay reglas específicas a seguir. Lo único que se requiere es un alto grado de expresividad y mucha creatividad. Por eso, elige el mueble que más se adapte a tus gustos, pero no olvides enriquecerlo con adornos y otros elementos.

Elige muchos colores, todo diferente, como vasos, jarrones y ornatos que transformarán tu hogar en un flamante y opulento refugio.

Para tener la garantía de no cometer errores, utiliza un suave y lujoso terciopelo, que le dará a la habitación ese ambiente rico y suntuoso, propio del estilo maximalista. Sin embargo, no descuides el color de las paredes, lo ideal sería armonizarlo con el tono de las sillas y con el de la mesa.

¡Juega con los contrastes!

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