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‘La otra banda’ trae frescura alternativa a Querétaro

Las propuestas se adaptan a las necesidades estéticas y éticas de cada barrio. ESPECIAL
Las propuestas se adaptan a las necesidades estéticas y éticas de cada barrio. ESPECIAL

Grupo cultural se ha consolidado tras 11 años de trabajar en el corazón del barrio El Tepetate, en la capital queretana Magdiel Torres El Centro Cultural La Otra Banda surgió hace unos once años como una necesidad de crear un espacio cultural alternativo. Hoy en día se ha consolidado en el corazón del barrio El … Leer más

Grupo cultural se ha consolidado tras 11 años de trabajar en el corazón del barrio El Tepetate, en la capital queretana

Magdiel Torres

El Centro Cultural La Otra Banda surgió hace unos once años como una necesidad de crear un espacio cultural alternativo. Hoy en día se ha consolidado en el corazón del barrio El Tepetate. El coordinador del colectivo La otra bandita, Jesús Israel Nieves Romero, señala en entrevista que más allá de la consolidación, el espacio ha extendido sus intereses hacia la salud mental.

Nieves Romero relata que el lugar fue una idea original de los maestros José Guadalupe Nieves y Roy Nieves. Su idea era hacer un centro cultural para los barrios que se denominaron como ‘La otra banda’. Pronto se hicieron vínculos con las parroquias y con los cronistas de la ciudad y ofrecieron un espacio a los artistas de estos barrios sin cerrarse a otras manifestaciones.

“El espacio físico está en El Tepetate pero esto no nos exenta de trabajar en los otros barrios como La Trinidad, El Cerrito, La Popular, San Gregorio o Santa Catalina”, explica Nieves Romero. Agrega que desde hace dos años y medio el espacio alberga al Colectivo la otra bandita que ofrece ayuda para solventar los problemáticas de salud mental que se encuentran en el lugar.

“Adoptamos la parte del centro cultural y después, en proceso reflexivos, nos dimos cuenta que desde la otra banda también hay la ‘otra bandita’; es decir, también hay otras formas de segregación y exclusión dentro de estos contextos”, explica.

De esta manera abrieron espacio para atención psicológica que ha sido bien recibida desde el principio. En este espacio se ha brindado atención a mujeres, a niños y adolescentes y adultos. Este proceso de intervención en salud mental ha desvelado un flagelo en estos barrios: violencia y machismo.

El colectivo se ha diversificado con propuestas sobre violencia de género y nuevas masculinidades. Hoy en día tienen vínculos con el Instituto Queretano de la Mujer que cada quince días ofrece en el espacio, de forma gratuita, asesoría legal.

El espacio, por las necesidades estéticas y éticas de los barrios a los que está enfocado, ha diversificado sus propuestas y se han sumado más profesionales a los colectivos, más allá de su razón primigenia de ser un espacio cultural. Debido a la pandemia, el espacio solo abre sus puertas para las terapias, pero en sus redes sociales están activos. Ahí se les puede buscar como La otra bandita.

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