Pros y contras de vivir en una ciudad Patrimonio de la Humanidad
El desarrollo económico del sector da pauta a una expulsión paulatina de la gente, cuya vivienda observa aumentos en la plusvalía Magdiel Torres La presencia del turismo, junto con el privilegio de este sector como impulsor económico de Querétaro, han provocado cambios sociales en el primer cuadro de la ciudad. Sobretodo, ha generado movimiento entre … Leer más
El desarrollo económico del sector da pauta a una expulsión paulatina de la gente, cuya vivienda observa aumentos en la plusvalía
Magdiel Torres
La presencia del turismo, junto con el privilegio de este sector como impulsor económico de Querétaro, han provocado cambios sociales en el primer cuadro de la ciudad. Sobretodo, ha generado movimiento entre los habitantes, ya que los antiguos hogares ya no son empleados como casa-habitación y sus dueños ya no viven en las moradas.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el centro queretano existen 2 mil 42 establecimientos, que van desde el comercial al por menor hasta el rubro de alojamiento temporal y preparación de alimentos.
“Esto es un proceso económico generado por la plusvalía. Mucha gente, al ver que su vivienda tiene más valor que antes y que el costo de la vida aumentó, prefiere vender su vivienda o rentar una parte y transformar sus modos de vida para obtener ingresos de eso. Es aquí donde empieza un fenómeno de gentrificación. Cuando se da una expulsión paulatina por cuestiones económica de la población original del barrio, en este caso, del centro histórico”, explicó Emiliano During Cufré, doctor en urbanismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
ORIGEN DE LOS CAMBIOS
During Cufré explicó que, en un principio, cuando el centro de la capital del estado fue reconocida en 1996 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Cultural de la Humanidad, la ciudad experimentó una serie de mejoras debido a las inversiones otorgadas para mejorar y conservar los edificios considerados históricos.
El siguiente paso en la evolución de la zona fue la preponderancia de los visitantes. Debido a la difusión internacional que tienen las ciudades patrimonio, Querétaro comenzó a promoverse como una ciudad turística. Hoy en día, es el destino sin playa más visitado por los viajeros, según datos oficiales.
“El otro impacto en el día a día es la reconversión de espacios públicos, de los servicios públicos y privados en el centro. Se reorientan hacia el turismo y se va terciarizando para esta oferta hotelera, restaurantera, entre otros relacionados con el turismo”, comentó el experto.
MODELO EMPLEADO POR OTRAS CIUDADES
El desplazamiento de las personas del primer cuadro de Querétaro no se debe directamente a la categoría de patrimonio emitida por la UNESCO, sino que es un modelo que emplean las ciudades con esta designación. Un caso similar es Morelia, que en 1991 obtuvo este reconocimiento del organismo internacional.
En la ciudad michoacana también se privilegió la apuesta por el turismo cultural y su centro histórico vivió un fenómeno similar de gentrificación. Sin embargo, no todas las ciudades patrimonio siguen este patrón en el uso de suelo.
La Habana Vieja, en Cuba, Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1982, emplea un modelo en donde explota el comercio, pero también preserva el uso de suelo habitacional.
“La Habana Vieja tomó otro rumbo y se mezclan un poco más los usos de suelo. En La Habana Vieja hay mucho turismo y se generan muchas actividades comerciales, pero el uso de suelo no es primordialmente comercial, como sí lo es aquí en nuestro centro histórico”, indicó el investigador. Ciudades como Querétaro y Morelia, o recientemente San Luis Potosí, -que son consideradas Patrimonio Cultural de la Humanidad- tienen como ventaja la atracción de otras actividades culturales de la talla del Hay Festival en Querétaro o el Festival Internacional de Cine en Morelia.
Sin embargo, hay rasgos culturales identitarios, como el de las artes y oficios del centro histórico queretano, que deben también tomarse en cuenta para no perder eso que, precisamente, los hizo genuinos y atractivos para la UNESCO, consideró el especialista During Cufré.
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