Anúnciate aquí

‘La Chata’ Covarrubias, un regalo de Dios al arte

'La Chata' Covarrubias, un regalo de Dios al arte
'La Chata' Covarrubias, un regalo de Dios al arte

Quien conoció a la Chata jamás olvidará su gracia, cariño, carisma, fortaleza y amor por esta disciplina Balbina del Valle Hablar de danza y arte en México es hablar de María de los Ángeles Herrera de Covarrubias, la Chata, como cariñosamente todos la llamábamos y conocíamos. El amor a la danza y a sus alumnos … Leer más

Quien conoció a la Chata jamás olvidará su gracia, cariño, carisma, fortaleza y amor por esta disciplina

Balbina del Valle

Hablar de danza y arte en México es hablar de María de los Ángeles Herrera de Covarrubias, la Chata, como cariñosamente todos la llamábamos y conocíamos.

El amor a la danza y a sus alumnos fue el justificante que la condujo suavemente y con dulzura a la docencia, una concatenación de sucesos épicos de un incipiente Querétaro, desprovisto de maestros de danza, fue testigo del nacimiento de la danza española y de la danza clásica con la llegada a la ciudad de una joven pequeña de grandes ojos y de gran corazón.

Mujer, esposa y madre ejemplar.

La Chata comenzó desde muy pequeña a tomar clases de danza española y ballet en la Ciudad de México, vocación y don que trajo al nacer y que fue desarrollada por los mejores maestros de aquellos tiempos, maestros que su humildad y agradecimiento llevó por siempre en su memoria al honrarlos.

Quien conoció a la Chata jamás olvidará su gracia, cariño, carisma y la fortaleza que la hizo valiosa para todos, al formar dentro de la danza a muchas generaciones a través de varias décadas como maestra.

Todo comenzó en un espacio de su casa que destinó como salón de danza para impartir clases a un grupo cercano de niñas a petición de familiares y amigos y que con el paso de los años se convirtió en el Estudio de Danza Marigel.

‘La Chata’ Herrera durante su juventud, cuando fue Reina de Los Charros.

Este respeto, amor, entrega y dedicación se convirtieron en un patrimonio de herencia a sus hijas, nietas y bisnietas, que llevan la danza en su sangre y en sus corazones y que siguen las huellas de sus pasos.

Testimonio de su legado es el Centro de Danza y Arte Proart que dirige su hija, Adriana Covarrubias Herrera, quien lleva en su día a día y a la historia dancística todo lo aprendido de su madre, que inspira y trasciende a través de proyectos culturales y altruistas a todo el estado, enalteciendo a la sociedad, formando nuevas generaciones y honrando y agradeciendo los valores que el ejemplo de La Chata dejó en ella y en cada uno de sus familiares, amigos y alumnas.

María de los Ángeles bailando una pieza de folclor mexicano, otra de sus grandes pasiones.

Hoy la Chata descansa en Paz, pero su luz, sus palabras y su ejemplo perduran y es en la obra concluida donde permanecemos presentes y esta maestra de vida, seguirá siempre presente en cada lugar donde se baile en Querétaro. También en cada lugar donde su mágica gracia y elegancia se convierta en movimiento, en cada repicar de las castañuelas y en cada corazón que tocó a su paso.

Gracias Chata, solo nos queda agradecerte por tanto, por tu recuerdo, que quedará en nuestras memorias guardados con el tierno y placentero mirar, como cuando amorosamente mirabas bailar a tus alumnas.

Anúnciate aquí

Anúnciate aquí

Anúnciate aquí