Las pequeñas librerías migran a internet
Libreros independientes tienen que competir contra las grandes tiendas de novedades editoriales Sin contar con un gran presupuesto, las librerías independientes buscan otras opciones para mantenerse presentes en esta tarea “poética” de sostener una librería. El librero García Matus Brambila (1982), quien tiene 20 años en esta labor, comentó, en una entrevista realizada en un … Leer más
Libreros independientes tienen que competir contra las grandes tiendas de novedades editoriales
Sin contar con un gran presupuesto, las librerías independientes buscan otras opciones para mantenerse presentes en esta tarea “poética” de sostener una librería.
El librero García Matus Brambila (1982), quien tiene 20 años en esta labor, comentó, en una entrevista realizada en un espacio de la colonia Tránsito de la Ciudad de México, que la tradición de las librerías es sostenida por un vínculo familiar con los libros, haber crecido con ellos. “No es algo que te haga millonario, es un arraigo familiar que uno aprende a amar y a sufrir”.
Cada año hay cierres de librerías independientes. “No hay cifras reales de cuántas han existido en la Ciudad de México al día de hoy, pero sí han desaparecido a la par que crecen las grandes cadenas, porque tienen el poder de pagar rentas elevadas en lugares estratégicos como plazas comerciales y en avenidas principales”.
No obstante, así como las librerías cierran, también existen “almas que tratan de hacer una diferencia. Creo que es muy poético tratar de abrir un negocio como una librería”.
Es muy complicado mantener un negocio de libros” y García identificó una suma de factores que hacen de la venta de libros una ardua labor, por ejemplo; el fomento de lectura en la sociedad y las formas de distribución.
Ante este panorama, él reconoció que las pequeñas librerías tienen que formar estrategias arriesgando mucho de la ganancia. “En nuestro caso es dar libros baratos, porque somos pequeños y así queremos llegar a muchos lugares”.
Las librerías pequeñas sobreviven
El sociólogo, egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana, señaló que su librería trabaja no solo en los precios de los libros, sino en el servicio de distribución a nivel local, nacional e internacional, así como el uso del internet para poder generar un impacto más amplio.
Hay libros de editoriales muy conocidas, y nosotros tenemos de 30 y hasta el 50 por ciento de descuento” y, también “con el uso del internet, y las redes sociales, el alcance de la librería está siendo internacional, figurando en países como Italia, España y Estados Unidos”.
Entrevistado en su oficina, García compartió que en una librería local se puede contar con un equipo pequeño de tres o cuatro empleados, entre ellos deben recibir mercancía, cobrar, ordenar, dirigir, apoyar al cliente y otras tareas más. Por ello, este tipo de estructura tiene fuertes dificultades para competir en el mundo digital.
“A final, requieres de personas que no solo tengan acceso a los conocimientos de redes y electrónicos, sino que los maneje de forma óptima, y pagar los honorarios de una persona con este perfil es mucho mayor a los ingresos que tiene una pequeña librería”, confesó García.
“El primer reto es saber llegar a la gente que se tiene cerca, aprovechar la ubicación propia, así como a los clientes que son fieles al servicio”, ya que “los canales de distribución que tiene la pequeña librería son pocos, más populares, más de colonias… son más de los amigos conocidos”.
No obstante, declaró: “Vamos a tener que aprender negocios digitales”, señalando la urgencia de la adaptación al negocio digital, deshacer los intermediarios; “porque creo que las pequeñas librerías van a sobrevivir como las tiendas de abarrotes”.
NOTIMEX/FOR
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