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Museo del Desierto fomenta cuidado del perrito de las praderas

El Museo del Desierto (Mude), ubicado en Saltillo, Coahuila, fomenta el cuidado y protección del perrito de las praderas, especie considerada en peligro de extinción por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)

El Museo del Desierto (Mude), ubicado en Saltillo, Coahuila, fomenta el cuidado y protección del perrito de las praderas, especie considerada en peligro de extinción por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)

El roedor también conocido como perrito llanero, es una especie endémica y emblemática del semidesierto de los estados de Coahuila, Nuevo León y San Luis Potosí, aunque se ha visto amenazado por la presencia del hombre en su hábitat.

Aunque la gente llega a confundirlos con tuzas, topos e incluso ardillas comunes, son pequeños mamíferos semejantes a las marmotas y a decir de los expertos del recinto se desconoce el número de ejemplares que aún existen en el noreste de México.

José Antonio Valencia Reyes, médico veterinario responsable del Mude, mencionó que el “Cynomys mexicanus” es una especie que se encuentra delimitada en un área de 500 kilómetros en la zona limítrofe entre los estados de Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí y Zacatecas, aunque de este último ya desapareció.

El perrito de las praderas llega a pesar entre 800 gramos y 1.200 kilogramos en vida silvestre, mientras que en cautiverio puede alcanzar entre 1.5 y dos kilogramos.

Habitan en terrenos llanos y bien drenados a una altura de entre mil 800 y dos mil metros sobre el nivel del mar. Viven en colonias organizadas en clanes o familias y cuentan con cierta estructura social ante las amenazas de depredadores.

Sobre sus hábitos, el especialista refirió que son semiexcavadores, viven en túneles que llegan a medir entre 15 y 20 centímetros de diámetro a una profundidad entre 1.5 y cinco metros, con una longitud en vida silvestre de 300 metros.

En cautiverio llegan a vivir ocho años, pero en vida silvestre se reduce a la mitad porque están a expensas de los depredadores naturales como el coyote, la zorra del desierto, algunas víboras de cascabel, e incluso el águila real, explicó Valencia Reyes en entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Son animales 90 por ciento herbívoros, 10 por ciento restante son granos; y su reproducción fluctúa entre dos y ocho crías por camada, con riesgo de que hasta 60 por ciento sea devorada por otras hembras.

El arquitecto Fernando Toledo González, responsable de Fauna y encargado del Proyecto Desierto Viviente del Mude, aclaró que “se le llama perrito de las praderas, sobre todo por el ruido que hace, un chillido que se puede confundir con el ladrido de un perro pequeño, cuando hay peligro, aunque no tiene nada que ver con los perros”.

El Mude conserva y reproduce la especie en cautiverio desde 1999.“Inició la colonia con cinco ejemplares y ahora estamos hablando que hay fluctuación de entre 50 y 60 ejemplares que habitan la colonia del Mude, somos pioneros en tener en cautiverio y reproducir el perrito”, indicó el especialista.

Comentó que la reproducción de perrito llanero en el museo ha sido exitosa, incluso propició el pie de cría, es decir, la posibilidad de reproducir la especie en otras instituciones a partir de ejemplares de ese recinto.

El objetivo es seguir con la reproducción, “que haya instituciones, el mismo gobierno, otros zoológicos o particulares con terrenos que cumplan las características y pudiera llevarse pies de cría para intentar su reproducción y, al lograrla, el futuro podría ser mejor”, concluyó José Antonio Valencia Reyes.

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