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Profeco pide tener cuidado con asar carnes a la parilla

Foto: Unsplash
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Existen algunos riesgos, por ejemplo, se producen ciertos compuestos químicos que, en exceso, pueden ser perjudiciales a la salud Redacción Al usar modos de cocción a altas temperaturas (mayores a 150o C) cómo freír en el sartén o asar a la parrilla a fuego directo, existen algunos riesgos, por ejemplo, se producen ciertos compuestos químicos … Leer más

Existen algunos riesgos, por ejemplo, se producen ciertos compuestos químicos que, en exceso, pueden ser perjudiciales a la salud

Redacción

Al usar modos de cocción a altas temperaturas (mayores a 150o C) cómo freír en el sartén o asar a la parrilla a fuego directo, existen algunos riesgos, por ejemplo, se producen ciertos compuestos químicos que, en exceso, pueden ser perjudiciales a la salud pues están relacionados con un aumento en el riesgo de padecer cáncer.

No abuses del consumo de los alimentos asados como la carne”: Señala la Profeco.

Puede elevar tu presión arterial

Un estudio de la American Heart Association (AHA por sus siglas en inglés) relaciona el consumo regular de carne a la parrilla con un riesgo elevado de hipertensión arterial. Se descubrió que quienes consumieron carne asada a la parrilla a altas temperaturas, más de 15 veces al mes, tenían 17% más riesgo de padecer presión arterial alta que aquellas que lo hicieron menos veces al mes.

Toma tus precauciones

  • Si esporádicamente cocinas a la parrilla no tienes de qué preocuparte. No obstante, si planeas asar tus alimentos más seguido, los expertos sugieren que tomes medidas sencillas para disminuir los riesgos a la salud.
  • Más tiempo, menos temperatura. Cocina la carne por más tiempo y a menor temperatura. Mantener una temperatura más baja en la parrilla reduce la cantidad de toxinas que libera la carne durante el proceso.
  • Marina las carnes. Algunos adobos y mezclas para marinar reducen la cantidad de toxinas producidas en el asado. También le da más sabor.
  • Retira el exceso de grasa. Quita el exceso de grasa de la carne y la piel, en el caso del pollo. La grasa es uno de los principales factores que producen toxinas al exponerse al fuego directo.
  • No ingieras las partes carbonizadas. Retira los pedazos que se hallan carbonizado. No es recomendable comer las partes de la carne que quedaron muy cocidas o quemadas, ya que pueden contener una mayor cantidad de toxinas.
  • Evita cocer demasiado la carne. Cocinar en exceso la carne implica haberla expuesto a temperaturas más altas, lo cual puede desencadenar las reacciones químicas que producen las toxinas.

 

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