Escenifican el ‘mal’ de las instituciones

En la obra ‘Carne de Cañón’ se parodia con el maltrato de un organismo gubernamental

Magdiel Torres

La propuesta ‘Carne de Cañón’ integra tres monólogos: ‘La última cena’, ‘COVID-19 Paradox’ y ‘El antídoto’. Se trata de textos de Manya Loría interpretados por el actor Fabricio Garay, quien en entrevista habló sobre este trabajo creativo.

La propuesta se realizó gracias al programa Apoyarte de este año, en lo que es su primera administración. “Manya me dijo que podía pasarme los monólogos para yo meterlos porque tienen una crítica social bastante dura. Pero fue complicado redactarlos para que no se viera muy agresivo, fuera viable y tuvieran una justificación”, explica.

El trabajo que se hizo con el texto fue para suavizar la crítica, que no fuera tan agresiva, pero que mantuviera su dosis de indignación. “Los monólogos hacen visible la injustica, habla de cómo son las instituciones con la gente en cuanto a explotaciones y relaciones de poder. Releyendo los textos y platicándolos con Manya surgieron las ideas de cómo este texto podía convertirse en un teatro más cálido, de una manera más personal”.

Y es que el monólogo está pensado para ser presentado a un solo espectador: el público que está detrás de la cámara. Lo anterior porque debido a la contingencia la convocatoria de Apoyarte pedía expresamente que se trataran de proyectos que pudieran realizarse de manera virtual.

Los monólogos versan también sobre el sentimiento apocalíptico que despertó la pandemia por COVID-19. Cada uno tiene una duración de 15 minutos. El primero, ‘La última cena’, cuenta la historia de Roberto que se quedó sin comida porque se desató un apocalipsis zombie por culpa de una institución de gobierno. El personaje lo que busca es dar el mensaje de quién fue el culpable de toda esta catástrofe.

El siguiente, ‘COVID-19 Paradox’, trae a escena a otro personaje, Jaime, quien viaja en el tiempo tres años antes de que empiece el apocalipsis para tratar de detenerlo. Ahí el espectador descubre quién es la culpable de la catástrofe gubernamental.

En la tercera entrega, ‘El antídoto’, la protagonista es la Licenciada Clarita, la verdadera culpable del estropicio mundial. Aquí se ve cómo esta funcionaria maltrata a propios y extraños, así como sus planes siniestros de generar un catástrofe global.

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