Recién graduada cruzó el puente fronterizo para abrazar a su padre

Saraí Ruiz, una joven estadounidense recién graduada, dejo de ver a su papá a los 4 años de edad cuando él fue deportado a México

Redacción

Saraí Ruiz pasó tres años sin ver a su papá hasta que su mamá, Luisa Ruiz, y ella, decidieron comprar una casa en Nuevo Laredo para reunir nuevamente a su familia; sin embargo Saraí debía cumplir su sueños de seguir estudiando y por ello cruzó la frontera durante 10 años para poder asistir a la escuela en Estados Unidos.

Finalmente Saraí se convirtió en la primera persona de su familia en graduarse de la preparatoria, aunque no pudo festejar este logro como esperaba, ya que sabía que su padre no podría acompañarla y decidió encontrarse con él en el puente fronterizo vestida como graduada al finalizar la ceremonía, acompañada de su madre, donde recibió sus reconocimientos, la toga y el birrete que se les entrega a los alumnos que logran culminar sus estudios de preparatoria.

 Decidí ver a mi padre en el puente. Más que nada porque él no pudo venir a verme a mi graduación y yo quería que me viera vestida con mis cordones, mis medallas y los logros que había alcanzado gracias al esfuerzo de él y de mi mamá. Por eso, en cuanto terminó la ceremonia, me dirigí al puente para que mi papá pudiera verme”, dijo a un medio estadounidense.

Una cadena televisiva estadounidense ha difundido el video del momento en el que Saraí y su padre se encuentran en el puente y se abrazan mientras la joven está vestida con su toga.

Su padre al verla la felicitó y reitero que  “nunca nadie los va a separar. Sólo Dios los puede separar”.

Saraí Ruiz planea estudiar una licenciatura en psicología y gobierno en la Universidad de Texas, en Austin pero esta segura del amor incondicional que sus padres le ofrecen.

Sé que será duro para mis padres que me vaya a otra ciudad, pero mi madre dice que debo seguir mis sueños y que me apoyarán en todo lo que haga”, expresó la chica

La historia de Saraí se ha vuelto viral y ella ha aprovechado para enviar un consejo a todos aquellos chicos que estén en una situación similar a la de ella, recordándoles lo importante que es nunca darse por vencidos.