8 consejos para ser feliz después del divorcio

La unión matrimonial es un contrato social que, en teoría, debería durar para toda la vida, pero en ocasiones no siempre es así, y una vez que se presente el divorcio lo único que cuenta es ver qué se necesita hacer para volver a ser feliz.

En la actualidad la tasa de divorcios en Latinoamérica tiene una media de cerca de 24% anual y sigue en aumento, de acuerdo al portal Dulzon.net. Ahora bien ¿qué se necesita para recuperar dicha felicidad? La respuesta es variable y personalísima.

Algunas personas se dedican a cumplir alguna meta postergada en sus vidas, otros deciden viajar, algunos se refugian en la compañía de escorts mexico o sencillamente buscan ayuda profesional. No existe una única respuesta.

8 consejos para ser feliz después del divorcio

Un sondeo entre importantes psicólogos clínicos como Marta Garrido y Luz Yolanda Tortolero Peña Alfaro, psicoterapeutas del centro terapeuta CEDHAP de México, y el destacado psicólogo de parejas Xavier Conesa, permite consolidar los mejores 8 consejos para ser felices después del divorcio.

1- Aceptar lo que está ocurriendo

Un divorcio es algo muy parecido a un duelo y debe de vivirse como tal.

Para poder superar esta etapa lo ideal es interiorizar el sentimiento de pérdida, aceptar que esa persona que fue importante en nuestras vidas ya no estará más a nuestro lado y que nos encontramos inmersos en una situación complicada.

Según el doctor Conesa, se trata de evitar la negación y aceptar la sensación de abandono o tristeza como una etapa normal en la separación definitiva, solo así se podrá seguir adelante y retomar la felicidad perdida.

2- No aislarse

Por supuesto que una vez que ocurre un divorcio traumático la persona tiende a aislarse, esconderse, permanecer oculta dentro de la casa, pero es algo que se debe de evitar a toda costa.

Es verdad, se ha perdido una relación afectiva de forma permanente, pero no significa que la vida deba de acabarse.

De acuerdo con la doctora Garrido la persona divorciada debe de buscar el apoyo de los familiares y amigos, pasar tiempo con ellos y recordar que la vida no es lineal, sino que existen variables que uno no puede controlar. Una vez logrado eso se podrá volver a ser feliz.

3- Hay que aprender a canalizar el dolor de la pérdida

En opinión de la psicoterapeuta Tortolero, el dolor es un mecanismo de defensa poderoso que puede ser canalizado para motivarnos a superar la tristeza y la depresión de la pérdida, pero hizo especial énfasis en que no se trata de negar lo que se siente, sino usarlo para ayudar al divorciado a crecer como individuo.

Esta canalización del dolor, si se hace de la manera correcta y con la asesoría psicológica adecuada, puede ayudar a que la persona se concentre en una nueva vocación, en una actividad lúdica que lo llene de alegría.

Según Tortolero, el conocido refrán que asegura que en antes del amanecer es cuando más oscuro está es cierto.

4- Dedicar el tiempo a actividades placenteras

Para recuperar el bienestar no hay nada mejor que dedicar el tiempo en actividades que nos den placer, ya sea leer, pasear, jugar con las mascotas, visitar a los amigos, ir a la playa o sencillamente involucrarse en cualquier actividad que sea gratificante y que ayude al divorciado a sentirse mejor.

5- Tomarse un tiempo antes de involucrarse sentimentalmente

A menos de que una infidelidad haya sido el detonante de la separación, uno de los graves errores que se deben de evitar es buscar una nueva compañera sentimental después de divorciarse.

El Doctor Conesa fue enfático al afirmar que reencontrar el equilibrio emocional es un proceso que puede llevar meses y lo que menos se necesita es buscar un sustituto de la pareja que lo único que logrará es desequilibrar, aún más, el frágil estado psicoemocional ya gravemente alterado.

Es importante en esta etapa interiorizar la soledad, cosa que no significa aislarse sino entender que ya no se tiene pareja.

Debe tratar de entender cuáles fueron las fallas, qué fue lo que faltó, por qué fracasó la relación, y una vez se tengan ciertas pistas del tipo de pareja que se debería de tener, ahí sí aventurarse a rehacer su vida sentimental.

6- Buscar ayuda profesional

Cada relación es un mundo aparte y cada separación también lo es. No existe un manual que explique por qué las parejas se unen y menos por qué se separan y mucho menos existe un libro que indique cómo sentirse luego de la separación.

Si la persona no sabe cómo afrontar la separación y se siente perdido, lo ideal es buscar ayuda profesional y asistir a terapia para atravesar de manera efectiva el período de duelo producido por la ruptura.

A menos de que el divorcio se haya visto envuelto en una relación tóxica, violenta y destructiva, para la doctora Garrido la terapía psicológica no debe ser vista como un proceso clínico.

Para ella, se debe tratar como una orientación emocional que solo busque equilibrar anímicamente a la persona y es una oportunidad magnífica para capacitar la inteligencia emocional y las habilidades sociales.

7- Evitar el sentimiento de culpa

El divorcio es suficientemente difícil como para también caer en una espiral de culpa.

Para la doctora Tortolero el cónyuge que pide el divorcio suele sentirse abrumado y culpable por acabar con la relación y es un sentimiento que debe evitarse porque un divorcio es simplemente la manera de terminar un matrimonio que no funciona.

Un matrimonio es una sociedad de pareja que requiere de mucho cuidado y cariño por parte de los dos, se trata de una unión llena de obstáculos y dificultades que se presentarán a lo largo de la vida en común.

Ya eso es suficientemente difícil como para también ensalzarse en saber quién tuvo la culpa por la separación. La culpa hay que hacerla a un lado, la vida sigue.

8- No existe fórmulas mágicas

Al igual que en un duelo, la etapa de sanación de un divorcio no posee una duración aproximada, puede ser días, semanas o meses.

Tanto el doctor Conesa como las doctoras Garrido y Tortolero fueron enfáticos al asegurar que la recuperación emocional y anímica de un divorcio no es lineal y está marcada por momentos buenos y malos que se presentarán a lo largo del tiempo.

Por lo tanto, si un día el divorciado se siente feliz y al día siguiente está triste no debe de ofuscarse o desesperarse, es un proceso lento.

Ante todo, mente positiva

Los anteriores consejos no son los únicos ni los más importantes, pero sí ayudan un poco a entender el panorama de lo que se puede hacer para retomar la felicidad y reconstruir la vida emocional y afectiva.

Sin duda una ruptura con una pareja con la que se ha vivido muchos años es un proceso traumático y doloroso, pero no significa que se deba negar todos los demás aspectos de lo que significa vivir.

Si pudiera haber un consejo universal que ayude ala persona divorciada a superar esta situación sin duda es conservar la mente positiva: se trata de un divorcio, no del fin del mundo, solo hay que respirar hondo, aprender de la experiencia y seguir adelante.