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Expertos respaldan medidas drásticas para contener el coronavirus

Foto: Especial / Expertos respaldan medidas drásticas para contener el coronavirus
Foto: Especial / Expertos respaldan medidas drásticas para contener el coronavirus

Recomiendan seguir las prácticas de China, que construyó hospitales temporales para aislar a los enfermos en lugar de enviarlos a sus hogares Donald G. McNeil Jr. Por aterrador que pueda parecer el coronavirus, se le puede forzar a retroceder. China, Corea del Sur, Singapur y Taiwán lo han demostrado. Con esfuerzos descomunales, el contagio puede … Leer más

Recomiendan seguir las prácticas de China, que construyó hospitales temporales para aislar a los enfermos en lugar de enviarlos a sus hogares

Donald G. McNeil Jr.

Por aterrador que pueda parecer el coronavirus, se le puede forzar a retroceder. China, Corea del Sur, Singapur y Taiwán lo han demostrado. Con esfuerzos descomunales, el contagio puede frenarse.

Que lo puedan mantener suprimido está por verse. Sin embargo, para que Estados Unidos repita su éxito se requerirán niveles extraordinarios de coordinación y dinero por parte de los líderes del país, así como extrema confianza y cooperación entre la ciudadanía.

Existe una posibilidad de detener el coronavirus. Este contagio tiene una debilidad.

Aunque hay incidentes de propagación rampante –como ocurrió en el crucero de Diamond Princess–, con mayor frecuencia, el coronavirus infecta a grupos de familiares, amigos y colegas de trabajo, comentó David L. Heymann, quien preside un panel de expertos que asesora a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en casos de urgencia.

Nadie sabe con certeza por qué el virus viaja de esta manera, pero los expertos ven, sin embargo, una oportunidad. “Los grupos se pueden contener”, dijo Heymann. “Necesitas identificar y detener los brotes discretos y luego hacer un riguroso rastreo de contactos”.

En entrevistas con una decena de los principales expertos mundiales en el combate de epidemias, hubo un extenso consenso sobre las medidas que se deben tomar de inmediato. Esos expertos incluyeron a funcionarios de salud pública, científicos y epidemiólogos, al igual que exfuncionarios sanitarios, tanto de Gobiernos republicanos como demócratas.

Debe convencerse a los estadounidenses de permanecer en casa, dijeron, e implementarse un sistema para aislar a los infectados y cuidarlos afuera del hogar. Las restricciones de viaje deberían extenderse, dijeron; la producción de tapabocas y respiradores debe acelerarse y los problemas con las pruebas de diagnóstico deben resolverse.

“La costumbre estadounidense es buscar mejores resultados mediante un sistema voluntario”, comentó Luciana Borio, quien fue directora de preparación médica y biodefensa del Consejo de Seguridad Nacional antes de que su unidad fuera disuelta en 2018. “Creo que podemos hacer un llamado para que la gente haga lo correcto”.

SE DEBE ESCUCHAR A LOS CIENTÍFICOS

La Casa Blanca realiza sesiones informativas frecuentes para describir los avances del Gobierno contra la pandemia; con frecuencia las encabeza el presidente Donald Trump o el vicepresidente Mike Pence, rodeados de un reparto cambiante de funcionarios.

Muchos expertos se negaron a hablar de manera oficial por temor a ofender al mandatario, pero opinaron de manera unánime que los políticos deben hacerse a un lado y dejar que los científicos lideren el esfuerzo para contener el virus y expliquen a los estadounidenses qué se tiene que hacer.

Sobre todo, comentaron los especialistas, las sesiones informativas deben centrarse en salvar vidas y asegurarse de que los trabajadores asalariados sobrevivan los tiempos difíciles que se avecinan, no en el mercado bursátil, la industria turística ni la salud del presidente. No hay tiempo para señalar con el dedo y nombrar culpables.

“A estas alturas de la emergencia, tiene poco mérito perder tiempo en lo que deberíamos haber hecho o de quién es la culpa”, comentó el almirante Tim Ziemer, quien dirigió la unidad de la respuesta a las pandemias del Consejo de Seguridad Nacional antes de su disolución. “Necesitamos concentrarnos en el enemigo y ese es el virus”.

DETENER LA TRANSMISIÓN ENTRE CIUDADES

Según los expertos, la siguiente prioridad es el distanciamiento social extremo. De acuerdo con los epidemiólogos, si fuera posible ondear una varita mágica y hacer que todos se quedaran inmóviles en donde están durante 14 días, sentados a 1.8 metros de distancia entre sí, toda la epidemia se detendría de inmediato.

Evidentemente no hay una varita mágica, aunque la meta de los cierres de emergencia y el distanciamiento social significa aproximarse lo más posible a esa inmovilización total. Para lograrlo, dicen, los viajes y la interacción humana deben reducirse al mínimo.

Dentro de las ciudades existen puntos conflictivos peligrosos: un restaurante, un gimnasio, un hospital e, incluso, un taxi; pueden estar más contaminados que otros idénticos y cercanos, porque alguien tuvo un ataque de tos en su interior.

Cada día de retraso en la detención del contacto humano, a decir de los expertos, crea más puntos conflictivos. Ninguno de ello puede identificarse, sino hasta una semana después, cuando la gente infectada comienza a enfermarse.

Para detener la explosión, la actividad municipal debe limitarse. A pesar de ello, algunas personas deben seguir trabajando: doctores, enfermeras, choferes de ambulancias; policías y bomberos; los técnicos que mantienen la red eléctrica y las líneas telefónicas. La entrega de comida y medicamentos debe continuar.

Sin embargo, cuanto más débil la inmovilización, más gente muere en hospitales saturados y, en última instancia, más tiempo se requiere para restablecer la economía.

ARREGLAR EL CAOS DE LAS PRUEBAS

Los expertos afirman que las pruebas de detección se deben hacer de manera coordinada y segura. Primero los que están graves y, además, debe protegerse a quienes aplican las pruebas.

En Estados Unidos, la gente que busca pruebas está llamando a sus médicos, que tal vez no las tengan, o en ocasiones esperan en atascos de tránsito camino a los estacionamientos de las tiendas. El viernes pasado, la ciudad de Nueva York restringió los estudios y decretó que solo serían para aquellos pacientes que requieran hospitalización, con el argumento de que el sistema está saturándose.

AISLAR A LOS INFECTADOS

Los expertos piden que, a la brevedad posible, se desarrolle una alternativa a la práctica de aislar a los enfermos en casa, ya que esto pone en riesgo a las familias. En China, entre 75 y 80 por ciento de todas las transmisiones ocurrieron en grupos familiares.

En lugar de una política que aconseje a los enfermos quedarse en casa, como ahora hacen los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, los expertos dicen que las ciudades deben establecer instalaciones donde los enfermos leves y moderados puedan recuperarse.

La ciudad de Wuhan –el origen del brote– creó muchos centros como esos, llamados ‘hospitales temporales’. Cada uno era una mezcla entre un dormitorio y una clínica de primeros auxilios. Tenían camas y tanques de oxígeno, pero no las máquinas avanzadas que se utilizan en las unidades de cuidados intensivos.

 

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