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El lugar en el que las canciones populares mexicanas se encuentran con el trap

El trapcorrido es una medida correctiva, mas no un antídoto, para la tensión racial. /Foto: The New York Times
El trapcorrido es una medida correctiva, mas no un antídoto, para la tensión racial. /Foto: The New York Times

Los corridos son un estilo de canción tradicional mexicana; en cambio, el trap es un subgénero del rap que surgió en Atlanta Walter Thompson-Hernández Cuando Francisco Rodríguez, de 31 años, fue encarcelado en una prisión federal cerca de San Diego, comenzó a escribir canciones. Había crecido en Santa María, California, escuchando corridos, un estilo de … Leer más

Los corridos son un estilo de canción tradicional mexicana; en cambio, el trap es un subgénero del rap que surgió en Atlanta

Walter Thompson-Hernández

Cuando Francisco Rodríguez, de 31 años, fue encarcelado en una prisión federal cerca de San Diego, comenzó a escribir canciones. Había crecido en Santa María, California, escuchando corridos, un estilo de canción tradicional mexicana que les gustaba a sus padres y abuelos, así que su escritura tomó esa dirección.

Los corridos son canciones que surgen de una tradición oral de narración que se remonta al siglo XIX.

Un corrido tiene un arco dramático, ya sea que se trate de la valiente historia de un revolucionario de la vida real o de una saga romántica que sucede en el México rural. La mayoría se basa en sucesos reales: el “Corrido de Joaquín Murrieta” cuenta la historia de un bandido y héroe popular de la época de la fiebre del oro de California.

En prisión, Rodríguez escribió acerca de la vida de sus familiares en México, pero se enfocó en su experiencia personal: los riesgos del tráfico de armas a través de la frontera entre México y Estados Unidos. Escribió acerca de los estafadores y narcomenudistas callejeros que conocía de su vecindario.

Con el tiempo, también experimentó con el cambio del sonido tradicional del corrido que escuchó en su infancia (específicamente, dando un ritmo más acelerado a la guitarra acústica y el acompañamiento con acordeón, e incluyendo sonidos de hip hop con base en la música que escuchaba de niño en el sur de California en la década de 1990).

Foto: The New York Times

Ahora, ese tipo de música está cobrando fama. Rodríguez, quien es conocido como Shrek y tiene dos años de haber salido de la prisión, es el vocalista principal de Arsenal Efectivo, una de muchas bandas de “trapcorrido”, que tienen influencia del rap y el hip hop.

(El trap, un subgénero del rap que surgió en Atlanta, se caracteriza por tener unas percusiones nítidas y un bajo resonante, así como vagas melodías en una escala menor, pero la palabra “trap” se ha convertido en un prefijo habitual para los subgéneros que han recibido influencia del hip hop, sin importar si comparten las características sonoras de la música trap).

En su camerino antes de dar un espectáculo para el que se agotaron las entradas en el recinto The Forum en el vecindario de Inglewood de Los Ángeles, Rodríguez reflexionó acerca de la evolución de su sonido:

“Después de salir de prisión, abandoné el narcotráfico y la vida problemática y me dediqué a la música, así es como se formó todo esto”.

El cantante vestía joyería llamativa y una destellante funda dental de diamantes; sus compañeros de grupo y amigos vestían playeras con la palabra “trapcorridos” en el pecho.

“Cuando inicié el grupo, usábamos botas de cocodrilo y grandes tejanas y sombreros”, comentó Rodríguez. “Pero ahora uso ropa ostentosa y joyería llamativa, tengo una funda dental y eso es algo que no se había visto jamás en nuestra cultura: mexicanos con una funda dental y que cantan corridos”.

Foto: The New York Times

Jesús Ortiz Paz, de 22 años, el vocalista principal de Fuerza Regida, otro grupo de Los Ángeles que canta trapcorridos, afirmó: “Venimos de la calle. No nacimos en México y no cantamos acerca de los ranchos”.

No obstante, aunque los músicos de trapcorridos de la actualidad crecieron escuchando corridos y podrían sentirse familiarizados con algunos de los temas, las experiencias que han vivido fueron muy distintas. Crecieron en las ciudades metropolitanas de California. Escucharon hip hop y rap. Usan tenis Air Jordan, ropa Gucci y Balenciaga. La cultura del rap fue parte de su crianza.

Aun así, Jimmy Humilde, quien dirige un sello discográfico llamado Rancho Humilde que graba a varios grupos de trapcorrido, incluyendo Arsenal Efectivo, cree que hay algo único en los trapcorridos del sur de California.

“Esta es la voz de la cultura chicana de los jóvenes, y con esta música representamos la cultura de Los Ángeles”, dijo. “¿Cuándo habías escuchado un corrido que hable de vivir en South Central? Nunca había habido algo parecido y por eso le llamamos música regional urbana”.

Como testimonio de su popularidad, en los recintos de espectáculos en todo California se agotan las entradas para los conciertos de trapcorridos. Las bandas también están viajando a otros estados y a México, uno de sus mercados más importantes. (Ahí también está creciendo el movimiento del trapcorrido).

“Nos sentimos como Selena”, dijo Paz, el vocalista de Fuerza Regida, en referencia a la cantante mexico-estadounidense que se convirtió en una de las cantantes más afamadas del siglo XX, antes de su fallecimiento en 1995. “Somos mexico-americanos y vamos a México y ofrecemos conciertos como hacía ella”.

Hay otra razón por la que el trapcorrido parece tener mucha suerte en este momento.

Foto: The New York Times

Las colaboraciones musicales entre los artistas negros y latinos no son poco comunes, pero había demasiada tensión racial entre estos grupos demográficos en South Central en Los Ángeles, en especial a principios de la década de 1990. Ambos estaban atrapados en un sistema de acceso limitado a los recursos económicos y sociales.

A medida que la población mexicana aumentó en Los Ángeles durante las décadas de 1990 y 2000, también creció el éxodo de familias afroamericanas que compraban propiedades en las regiones a las afueras de Los Ángeles, como Inland Empire, una zona que abarca ciudades en Riverside y San Bernardino.

En las escuelas de Los Ángeles había tremendas reyertas y mucha violencia entre las pandillas de negros y latinos, incluyendo una que sucedió apenas en 2014, cuando varios miembros de una pandilla latina bombardearon los hogares de familias afroamericanas en un proyecto de vivienda en Boyle Heights.

Algunos habitantes de South Central consideran que el trapcorrido es una medida correctiva, mas no un antídoto, para la tensión racial.

“Este movimiento también trata acerca de los afroamericanos que compran entradas para los conciertos”, afirmó León, el diseñador de vestuario. “De eso se tratan los trapcorridos, una mezcla de lo que conocemos”.

Rolando Casimiro, de 28 años, cree que la música puede contribuir a crear una mejor relación entre las comunidades latinas y afroamericanas en Los Ángeles. Después del asesinato del rapero Nipsey Hussle este año en un tiroteo, Casimiro, quien se hace llamar “Faraón de Oro”, escribió una canción en honor a él titulada “El corrido de Nipsey Hussle”.

La canción comienza con el nacimiento de Nipsey en 1985 y cuenta la historia de su éxito y dedicación a su comunidad mediante una narración en primera persona. La historia culmina con su muerte y una petición personal para acabar con la violencia y para que todas las personas se unan.

Al cabo de un día, la canción ya tenía más de medio millón de reproducciones en YouTube. “Se me hacía raro que no hubiera corridos acerca de personas negras”, comentó Casimiro, hijo de migrantes de primera generación provenientes del estado de Guerrero, al sur de México.

No obstante, la noticia de la muerte de Nipsey Hussle fue un golpe para mucha gente en Los Ángeles. “Empecé a escribir la canción para él”, dijo Casimiro. “Mientras más aprendía acerca de él, más me convencía de que acabábamos de perder a un artista muy importante”.

Jennifer Jones, profesora de la Universidad de Illinois-Chicago y autora del libro “The Browning of the New South”, cree que la popularidad de las canciones de trapcorridos está relacionada con los cambios demográficos de Estados Unidos.

“Los niños mexicanos están creciendo con el trap en el sur”, aseguró. “Están fusionando esos dos aspectos de su vida, creciendo en vecindarios negros y atentos a la forma en la que la cultura afroamericana ha moldeado el sur, además de ser parte de la nueva ola de asentamientos latinos en estos lugares”.

Gracias a esto, Jimmy Humilde, el dueño del sello discográfico, ve una larga vida para su negocio. “Estamos agotando las entradas en lugares en los que jamás hemos estado”, dijo. “Somos el futuro”.

Foto: The New York Times

The New York Times / AM 

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