Pelosi, una mujer poderosa que se manda sola, desconcierta a Trump

Los viejos amigos del presidente dicen que no le dan miedo las mujeres poderosas, que las respeta y que las ha empoderado en la Casa Blanca y en sus negocios.

Sheryl Gay Stolberg

Cuando el presidente Donald Trump está combatiendo a un hombre, suele menospreciar a su enemigo con apodos como ‘Chuck, el llorón’ y ‘Jeb, el blandengue’. Cuando pelea con una mujer, utiliza insultos como ‘cara de caballo’, ‘fea’ y ‘perra’.

Sin embargo, Trump jamás se había enfrentado a una adversaria como Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes.

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Su último enfrentamiento, respecto del discurso del Estado de la Unión, terminó cuando el presidente capituló el miércoles por la noche y aceptó retrasar el discurso hasta que termine el cierre del Gobierno. Horas antes ese mismo día, Trump intentó arrinconar a Pelosi diciendo que pretendía ofrecer el discurso el siguiente martes en el Capitolio. Ella dijo que no era más que palabrería y retiró la invitación de Trump.

Para un presidente que se enorgullece de ser un negociador experto, Pelosi es otro tipo de oponente, una que hasta ahora lo ha desconcertado.

Los viejos amigos del presidente dicen que a Trump no le dan miedo las mujeres poderosas, que las respeta y que las ha empoderado en la Casa Blanca y en sus negocios. No obstante, en las pocas ocasiones en que una mujer lo ha desafiado, Trump estaba a cargo o sabía que la mujer respondía a un jefe, generalmente un hombre, al cual podría apelar, dijo Barbara A. Res, exvicepresidenta ejecutiva de la Trump Organization.

Diferencias con Hillary Clinton

En este caso, Pelosi es su propia jefa. Además, bajo la Constitución, es líder de una rama de Gobierno que es igual al Poder Ejecutivo.

“Por lo menos en su mente, es la primera ocasión en la que tiene que lidiar con alguien que tiene el mismo poder”, dijo Res. “Él tiene la idea de que es la persona más poderosa del mundo, pero después se enfrenta a alguien que cree tener tanto poder como él o tanto control como él, y eso le resulta impactante. Todo se complica por el hecho de que sea mujer”.

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A diferencia de Hillary Clinton, Pelosi no está en una contienda contra el presidente ni se irá a ningún lado. Además, a diferencia de él, tiene un entendimiento de la manera en que funciona la rama legislativa. Lo más importante es que ella se está interponiendo en el camino de algo que él desea con desesperación: un muro a lo largo de la frontera sur con México, la promesa esencial de su campaña de 2016.

“Creo que está atrapado entre el respeto que siente por Pelosi y la furia que le provoca su resistencia”, dijo Michael D’Antonio, autor de ‘The Truth About Trump’. “Se frustra mucho cuando no puede cerrar una venta. En este caso creo que está perplejo respecto de cómo obtener lo que quiere porque respeta a Pelosi”.

El presidente incluso reconoció el poder de Pelosi el miércoles cuando atacó al senador Chuck Schumer, demócrata de Nueva York, algo que, según los demócratas, fue una proyección de sí mismo. “Creo que Chuck Schumer tristemente está dominado por la izquierda radical y por Nancy Pelosi, que lo controla con mucha fuerza”, dijo Trump. “No puede moverse. Es un títere. Es el títere de Nancy Pelosi, aunque no lo crean” (Schumer ha demostrado ser un negociador apto por derecho propio, e hizo que el presidente se responsabilizara por el cierre del Gobierno durante una reunión en el Despacho Oval en diciembre).

En cierto sentido, el enfrentamiento respecto del Estado de la Unión revela tanto sobre las dificultades que enfrenta Trump al ajustarse a la vida en Washington bajo un Gobierno dividido, como lo hace sobre la manera en que trata a las mujeres.

The New York Times Syndicate