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Pandemia causa disyuntiva en permitir acceso a redes sociales a los niños

Proponen que autoridades vigilen videojuegos en línea y redes sociales
Proponen que autoridades vigilen videojuegos en línea y redes sociales

Expertos aclaran los cuestionamientos sobre acercar las plataformas digitales a una edad temprana The New York Times / Connie Chang Varias semanas después del comienzo del año escolar, estaba sentada en la oficina de mi casa cuando escuché una serie de pitidos que salían de mi teléfono. Como muchos padres con niños involucrados en el … Leer más

Expertos aclaran los cuestionamientos sobre acercar las plataformas digitales a una edad temprana

The New York Times / Connie Chang

Varias semanas después del comienzo del año escolar, estaba sentada en la oficina de mi casa cuando escuché una serie de pitidos que salían de mi teléfono. Como muchos padres con niños involucrados en el aprendizaje a distancia, lo había configurado para que me avisara cuando sus profesores publicaran una nueva tarea o modificaran el horario del día.

Sin embargo, la enorme cantidad de notificaciones de esa tarde era inusual, y pronto entendí la razón: mi hija de 9 años de edad estaba en varios grupos de Google Hangout no autorizados, charlando con sus amigos. En cuestión de minutos, mi teléfono había acumulado 80 notificaciones adicionales, todas con mensajes tipo desfile de emojis de unicornios o flujos interminables de ‘hola’.

Otra revelación perturbadora: mi hijo de 7 años de edad estaba viendo felizmente videos aleatorios de YouTube gracias a las sugerencias generadas de manera automática tras los videos cortos y educativos asignados por su maestro. Este empujón precipitado hacia las redes sociales para mis hijos podría parecer un asunto relativamente menor cuando se le compara con la magnitud de la pandemia.

Para los padres que tenían pensado no permitirles a sus hijos tener dispositivos digitales o utilizar redes sociales por varios años más, es preocupante. Entre los muchos cambios en la vida de los niños pequeños este año, el acceso repentino a la seducción del contenido digital y la oportunidad de comunicarse en línea con sus compañeros compiten por su atención.

Y con el aumento de las tasas de infección por COVID-19, es posible que las familias tengan que lidiar con la educación a distancia y todo lo que eso conlleva en el futuro previsible. Entonces, ¿ahora qué? ¿Entregamos a nuestros hijos a las llamas de las redes sociales y cruzamos los dedos? ¿O tomamos medidas aún más estrictas cuando no estén en los dispositivos por motivos escolares?

Ahora que se ha abierto ‘la caja de Pandora, será difícil volver a reducir el acceso una vez que se reanuden las clases presenciales.

 

NORMALIZA EL JUEGO DIGITAL

Jordan Shapiro, profesor de la Universidad del Temple y autor de ‘La nueva infancia: criando hijos para que prosperen en un mundo conectado’, propone una táctica diferente.

Mucho antes de que la pandemia llegara a nuestras vidas, el escrito ya había abogado por presentar las redes sociales y digitales a los niños antes de lo tradicionalmente aconsejado; muchas plataformas de redes sociales establecen los 13 años como la edad mínima para que los menores puedan abrir cuentas.

“Si quieres enseñarles a las personas a cómo lidiar con interacciones problemáticas dentro de un espacio que es parte de nuestras vidas, no lo puedes hacer ignorándolas”, señaló. Es también la razón por la que a Shapiro nunca le ha gustado hablar de “adicción” en cuanto al uso de las pantallas.

“Yo, de hecho, sí quiero que mis hijos me digan lo que están haciendo en esas pantallas”, explicó, “y sé que nunca se me acercarán para decirme que comenzaron a fumar hoy”. En cambio, sugirió Shapiro, los padres pueden incorporar juegos digitales como parte del tiempo en familia e “interactuar con tus hijos, involucrarte con ellos, en especial cuando son pequeños”.

En esta etapa crítica -por lo general antes de los 12 años de edad-, los niños anhelan tener conversaciones con sus padres -ya sea sobre el último video de YouTube que vieron o el nuevo videojuego que probaron- por lo que los progenitores deben aprovechar la oportunidad para interceder en el desarrollo del diálogo interno de su hijo. La Asociación Americana de Pediatría también respalda la idea de que los padres actúen como mentores de los medios para sus hijos.

Hablemos de paridad: Mish Miranda

 

RESPETA LA NECESIDAD DE COMUNICACIÓN

Aunque los padres que ven a sus hijos escribiendo mensajes tontos a otros -líneas de puros emoji sin usar palabras, cadenas de “ja, ja, ja” que ocupan media pantalla- puedan llegar a pensar que son irrelevantes, “para muchos niños es su única forma de comunicarse en este momento, por lo que no queremos coartarles eso”, dijo Eileen Kennedy-Moore, psicóloga infantil y coautora del libro electrónico gratis, ‘Cultivando amistades durante la pandemia del coronavirus’.

Sin embargo, es importante gestionar sus expectativas en torno a la capacidad de respuesta. “Puede haber muchas razones por las que alguien no responda en una comunicación en línea”, dijo Kennedy-Moore. Los padres pueden ayudar a sus hijos a esperar las respuestas de sus amigos recorriendo juntos escenarios posibles. Cuando surjan los conflictos, los padres deben realizar “una autopsia de las interacciones que salieron mal”.

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