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El rostro de la sociedad civil organizada: Mish Miranda

Después de votar: Mish Miranda / Foto: Especial
Después de votar: Mish Miranda / Foto: Especial

Ha sido el sector privado o la academia quienes también han podido sumar para transformar ciudades enteras Mish Miranda Ante un contexto internacional, y claramente nacional, donde la polarización social se vuelve una de las mayores estrategias de incursión ideológica y de promoción de fanatismos, propagación de valores desde el odio, la xenofobia o la … Leer más

Ha sido el sector privado o la academia quienes también han podido sumar para transformar ciudades enteras

Mish Miranda

Ante un contexto internacional, y claramente nacional, donde la polarización social se vuelve una de las mayores estrategias de incursión ideológica y de promoción de fanatismos, propagación de valores desde el odio, la xenofobia o la división, es como la sociedad actual vive un momento histórico de vacíos en materia de liderazgo social y político. Ya conocemos el caso de Brasil, Estados Unidos y México, donde se puede apreciar con claridad el suceso.

El vacío de liderazgo acrecienta la falta de confianza en las instituciones y la clase política -por dotarle de un nombre socialmente conocido-, por parte de la ciudadanía. La agilidad y la disciplina de quienes incursionan en asuntos de Gobierno, públicos o políticos, debe ponerse a prueba para proponer mecanismos que permitan conectar con instituciones gubernamentales, tomadores de decisiones, activistas sociales y los actores necesarios para hacer realidad ejercicios exitosos de solución a los problemas públicos.

Ha sido el sector privado o la academia quienes también han podido sumar para transformar ciudades enteras; ya sucedía en Colombia, en la zona norte de España y en otros grandes ejemplos de éxito ciudadano que transformó su comunidad sin necesidad de ejercer acciones desde el Poder Ejecutivo. Actualmente, la proactividad social, con rostro de sociedad civil organizada, academia y sector privado, debe encontrar mucha mayor vinculación que antes para acciones en favor de la comunidad. Azucena Serrano Rodríguez hablaba de que existen cuatro condiciones básicas para que la participación ciudadana exista en un sistema democrático.

A saber: el respeto de las garantías individuales , los canales institucionales y marcos jurídicos, la información y la confianza por parte de la ciudadanía hacia las instituciones democráticas. Las decisiones gubernamentales deben apostar por proyectos que construyan y den seguimiento a largo plazo el sinnúmero de necesidades que vemos en un país tan rico culturalmente hablando. Por ello, apostar por el fomento a las ideas y brindar un seguimiento a las mismas puede abrirnos un espectro claro de este fomento a los asuntos públicos desde cualquier mirada. Hay que abrir los espacios, escuchar, ser receptivos como Gobierno, como academia y como individuos. Hay mucho por hacer para fortalecer las instituciones, acabar con la desigualdad y seguir luchando por la democracia que tanto esfuerzo costó consolidar en esta bella nación.

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