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Cinco hábitos para adultos mayores ante el coronavirus

Hasta 40% de adultos mayores supera el contagio de Covid-19 en casa/ Foto: Especial
Hasta 40% de adultos mayores supera el contagio de Covid-19 en casa/ Foto: Especial

Los expertos comentan que, si los adultos mayores se infectan, es más probable que sufran una enfermedad grave que amenace su vida En medio de la incertidumbre que se vive en torno a la pandemia de coronavirus (COVID-19) se encuentra un hecho incontrovertible: los adultos mayores tienen el índice más alto de muertes, sobre todo … Leer más

Los expertos comentan que, si los adultos mayores se infectan, es más probable que sufran una enfermedad grave que amenace su vida

En medio de la incertidumbre que se vive en torno a la pandemia de coronavirus (COVID-19) se encuentra un hecho incontrovertible: los adultos mayores tienen el índice más alto de muertes, sobre todo quienes tienen padecimientos médicos subyacentes.

Hasta la fecha, de los casos confirmados en China casi el quince por ciento de los pacientes de más de 80 años de edad ha muerto. Para los que tienen menos de 50 años de edad, el índice de mortalidad era de menos del 1 por ciento.

Aún no hay pruebas que refieran que hay más probabilidad de que los adultos mayores se contagien del coronavirus, a diferencia de los jóvenes. Sin embargo, los expertos médicos dicen que, si quienes tiene más de 60 años de edad se infectan, es bastante posible que sufran una enfermedad grave que amenace su vida, aunque su salud general sea buena. Las personas mayores con dolencias subyacentes están expuestas a un riesgo particularmente alto.

Los expertos le atribuyen parte de ese riesgo a un debilitamiento del sistema inmune debido a su edad. Eso hace que este sector de la población y sus familias se pregunten cuáles son las precauciones adicionales que deben tomar. Hay varias prácticas ideales que han sido recomendadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la Organización Mundial de la Salud (OMS), los geriatras y los especialistas en enfermedades infecciosas.

FAMILIARÍZATE CON LOS LINEAMIENTOS Y SÍGUELOS

Los geriatras recomiendan a los adultos mayores a que se apeguen a las recomendaciones actuales de los CDC y la OMS, una letanía de consejos que son muy conocidos: lávate las manos frecuentemente con jabón y agua tibia durante 20 segundos o límpialas con un gel antibacterial a base de alcohol; evita estrechar manos; aléjate de las grandes reuniones; limpia y desinfecta objetos que se toquen con frecuencia; evita el transporte público y las multitudes. Abastécete de provisiones.

Los cruceros no son una buena opción, como tampoco lo son los viajes no esenciales. No se recomienda hacerles visitas a los nietos. “He tenido esta conversación unas 100 veces durante la semana pasada”, dijo Elizabeth Eckstrom, directora de geriatría en la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon en Portland, Estados Unidos. Eckstrom explicó que la mayoría de los pacientes que atiende en su clínica tienen más de 80 años de edad. Todos han expresado abiertamente su preocupación. Según Eckstrom, todos sus pacientes tienen al menos un padecimiento crónico.

“La mayoría tiene tres, cuatro, cinco, o más”, agregó. La gente se equivoca al asumir que, si un achaque se gestiona adecuadamente mediante tratamiento, está fuera de peligro. Incluso quienes tienen enfermedades y se encuentran estables deben tener precauciones adicionales.

“Esos padecimientos pueden limitar la reserva subyacente y llevar a peores resultados cuando las personas mayores se enferman de gravedad, lo cual afecta a todos los sistemas de órganos”, explicó Annie Luetkemeyer, especialista en enfermedades infecciosas en el Hospital General Zuckerberg de San Francisco.

“La diabetes, por ejemplo, puede hacer que sea más difícil combatir una infección, y un padecimiento cardiaco o pulmonar subyacente quizá dificulte que esos órganos sigan el ritmo de las exigencias provocadas por una infección grave de COVID-19”, señaló el especialista. Daniel Winetsky, académico en materia de enfermedades infecciosas en la Universidad de Columbia en Nueva York, señaló que los consejos que les dio a sus propios padres –que viven al otro lado del país, en San Francisco– han cambiado drásticamente.

Hace una semana, añadió, les decía que estaban seguros e incluso les recomendó que siguieran adelante con un viaje hacia la región de Everglades, en Florida. A lo largo del fin de semana, aumentaron sus temores sobre la pandemia, y el martes no solo les pidió que no fueran, sino que también les aconsejó reducir a un mínimo el número de personas con las que tenían contacto.

Winetsky le dijo a su madre, Carol –que tiene 73 años de edad y sufre asma –, que dejara de asistir a las reuniones que tiene cada dos semanas con su grupo de tejido. Además, le pidió a Hank, su padre –que ha tenido dos endoprótesis coronarias– que no asistiera a ninguna de sus dos sesiones grupales de lectura. Su progenitora sigue yendo a la tienda de abarrotes y evita lugares concurridos como Costco. Con el permiso de su hijo, aún asiste a su terapia física por una lesión en la espalda. Ella se asegura de que su terapeuta se lave las manos y que limpien su equipo con desinfectante.

¿QUÉ PASA CON LAS CITAS MÉDICAS NO ESENCIALES?

Algunos expertos recomiendan que los adultos mayores en riesgo cancelen las citas médicas no esenciales, incluyendo las visitas de bienestar. En caso de estar disponibles, los servicios de telemedicina pueden ser un sustituto razonable. Eckstrom generalmente está de acuerdo, aunque con sus reservas. Quizá sea prudente cancelar las visitas programadas que no son urgentes, pues indicó que “muchos adultos mayores tienen problemas que requieren un seguimiento constante, como la demencia, la enfermedad de Parkinson, las caídas y los problemas cardiacos”. Le preocupa que cancelar visitas permita que estos males se salgan de control, pero está de acuerdo en que las consultas de telemedicina pueden ayudar a cerrar esa brecha. Otro paso útil: habla con tu médico sobre acumular dos o tres meses de medicamentos esenciales con receta.

CUIDADO CON EL AISLAMIENTO

Los expertos advierten que el distanciamiento social –el pilar del control epidémico –, podría causar aislamiento social, que ya es un problema en la población de adultos mayores. De acuerdo con un estudio reciente del Centro de Investigaciones Pew en más de 130 países y territorios, 16 por ciento de las personas de 60 años de edad o más, viven solas. La soledad, según hallazgos de los investigadores, implica su propio conjunto de riesgos de salud. Winetsky está consciente del peligro y les ha sugerido a sus padres que organicen reuniones virtuales con amigos y familiares, pues tiene en mente los beneficios de la participación social. “He tratado de explicarlo así: ‘No cancelen esas actividades, sino opten por Zoom, Skype o FaceTime’”, compartió.

EL DILEMA DEL ASILO

Cerca de 1.7 millones de personas, la mayoría de la tercera edad, se encuentran en asilos de Estados Unidos; una fracción de los 50 millones de habitantes de más de 65 años. Dada la serie de muertes en un complejo de este tipo en Kirkland, Washington, donde hubo muchas afectaciones por el virus, los asilos para ancianos están en alerta máxima. Muchos se han sometido a una cuarentena total. El Gobierno federal les está pidiendo a los edificios para ancianos que prohíban la entrada de visitantes, con la excepción de “la atención compasiva, como las situaciones del término de la vida”. Curtis Wong, de 66 años de edad, un investigador retirado de Microsoft que vive en el área de Seattle, solía visitar a sus padres con frecuencia. Tienen noventa y tantos años y viven en un centro de vida asistida en Sierra Madre, California. El centro prohibió todas las visitas no médicas y señaló que estaba cambiando sus códigos de acceso al edificio. En un correo electrónico mediante el que anunciaron la medida, la administración del lugar ofreció poner a los residentes en contacto con sus familiares a través de FaceTime. Hace tres días, reveló Wong, durante un chat de video con su padre, se preocupó por la posibilidad de no volver a verlo.

MANTENTE ACTIVO

Los geriatras temen que el distanciamiento social afecte rutinas de maneras que impacten la vitalidad de los adultos mayores. Enfatizan la importancia de mantener los buenos hábitos, incluyendo suficiente tiempo para dormir, la alimentación saludable y el ejercicio. Este último quizá sea benéfico al combatir los efectos de coronavirus. Puede ayudar a impulsar el sistema inmune, disminuir la inflamación y tener beneficios mentales y emocionales.

Un paciente que depende del ejercicio diario en el gimnasio pero quiere evitar situaciones riesgosas quizá simplemente podrá tomar un paseo. Hank Winetsky, de 80 años de edad, acababa de regresar de una ronda de golf con un pequeño grupo. Las cuatro personas tenían de 70 a 81 años de edad.

“El golf es bastante seguro en cuanto al contacto humano”, dijo. No obstante, este demostró no ser un deporte libre de contacto. “Había una botella de agua en el carrito y todos pensaban que era suya”, destacó. “Los cuatro bebíamos de ahí. Ahora todos estamos espantados”.

Katie Hafner

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