Bodas en 2021 deberán mantener medidas sanitarias

Los planes de casamientos muestran crecimiento para el segundo semestre de este año, pero tendrán que optar por lugares abiertos y con limitado número de invitados

Juan Carlos Machorro

Para que el turismo de romance y bodas sobreviva en la nueva normalidad de 2021 debe aguantar la crisis actual y transformarse, como lo fue realizar bodas-COVID-19, que versó en adoptar nuevas reglas de trabajo como incrementar la sana distancia, contemplar cierta capacidad de invitados conforme a las reglas oficiales, establecer proveedores con estricta sanidad y optar por grandes salas para los eventos, explicó Pablo Galván, CEO de la empresa “Pablo Galván Experiencias y Ambientaciones”, sede Querétaro.

En entrevista declaró que “por fortuna los planes de casamiento y apartado de fechas está mostrando un gran crecimiento para el segundo semestre de 2021”, aunque las bodas se supeditarán al semáforo epidemiológico de cada entidad, pues Querétaro y Guanajuato, donde realiza mayormente sus eventos, están en rojo y naranja, aunado a que Jalisco, Guadalajara e Hidalgo, donde han realizado bodas, tienen igual otras reglamentaciones sanitarias.

“Las bodas del primer semestre del 2021 serán las que fueron canceladas en 2020”.

Además, en la nueva normalidad el personal encargado de bodas tendrá que aprender nuevas habilidades para cumplir con los requerimientos de sanidad que indiquen las autoridades y tendrán que respetar un nuevo manejo de alimentos, mantener la sana distancia, dar un mayor uso de exteriores y limitar cantidad de invitados.

La Secretaría de Turismo federal indica que México recibe el 23 por ciento de la demanda del turismo de romance a nivel mundial, situación que ha sido muy afectada por la pandemia, aunado a transformar en gran manera la forma de orquestar una boda.

Anualmente México es sede de poco más de 600 mil bodas al año, con un gasto promedio de mil 550 pesos o más por persona. Sin embargo, desde la instauración de la cuarentena por la pandemia, se estima que se han cancelado 115 mil bodas en el país, con una pérdida económica aún no cuantificable, informó la Asociación de Consultores de Bodas y Eventos Latinoamérica ABC y Wedding Planner.

Cancelar una boda, no sólo perjudica a la pareja que contraería nupcias, sino que es una cadena de daños como la cancelación del pastelero, locales de flores, el recinto, los músicos, el banquete, los hoteles, los transportes e incluso las agendas de los invitados.

El CEO de “Pablo Galván Experiencias y Ambientaciones” lamentó que autoridades turísticas de Querétaro tuvieron una reacción muy lenta en la autorización de bodas-petit (con pocas personas y en sitios despejados, bajo supervisión sanitaria), pues fue hasta diciembre cuando el sector privado supo las reglas para realizar bodas en tiempos COVID-19.

“La respuesta oficial fue vaga y tardía, sin decir cómo debía actuarse en 2020 y ahora esperemos que las cosas se remedien en 2021”, denunció.