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México requiere sensibilización para reducir estigmas sobre salud mental

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En el Senado se hizo una propuesta de modificación a la Ley General de Salud, en la que se va a abrir un apartado sobre suicidio, destacó especialista Carlos Perusquía En palabras de Ángela Beatriz Martínez González, presidenta de la Red Mundial de Suicidólogos México, el suicidio es un fenómeno multifactorial en el que diversos … Leer más

En el Senado se hizo una propuesta de modificación a la Ley General de Salud, en la que se va a abrir un apartado sobre suicidio, destacó especialista

Carlos Perusquía

En palabras de Ángela Beatriz Martínez González, presidenta de la Red Mundial de Suicidólogos México, el suicidio es un fenómeno multifactorial en el que diversos elementos pueden conjugarse para que una persona tenga ciertas ideas sobre atentar contra su propia vida.

La Organización Mundial de la Salud estima que cada año 800 mil personas fallecen a causa de este fenómeno.

“Creo que aquí hace falta sensibilizar a la sociedad sobre el tema de la salud mental, porque vivimos estigmas, prejuicios sociales. La gente que está atravesando una crisis difícilmente busca ayuda, porque su misma situación de crisis no le permite además buscarla”, declaró la experta.

Carlos Perusquía: ¿Cómo puede identificarse una crisis emocional?

Beatriz Martínez: Hay una palabra muy importante: cambios y diferencias en la persona. Yo te puedo dar unos ejemplos; es decir, tenemos conductas en la persona, nosotros solemos conocer a una persona y la vemos diferente de lo que habitualmente suele ser. Normalmente caen en el aislamiento, en depresión. Por ejemplo, si era una persona que comía mucho y deja de comer, que tiene ausentismo laboral, que tiene problemas en la escuela precisamente y que vemos una situación de depresión, de tristeza y que además lo vemos como raro, diferente. Esto se tiene que acompañar de verbalizaciones, es decir, frases que se acompañan de esas conductas; si, por ejemplo, nos dice ‘un día de estos me voy a morir y ya no me van a ver’,  ‘me van a extrañar’ y empieza a tener también esta verbalización de frases que empiezan hablar continuamente de la muerte, empiezan a buscar contenidos de muerte, formas, métodos…

Por eso hay que evitar el manejo en las redes de los medios (de comunicación) de este tipo de casos, porque personas que se encuentran en esta situación les sirve para emular y tratar de copiar. Entonces, tenemos frases muy claras sobre la muerte, cambios de conducta, depresión, tristeza, aislamiento de la familia –de su círculo más cercano– y empiezan además a regalar cosas, empiezan a regalar objetos personales… También, lo que empiezan es como a planificar, tratar de dejar las cosas aparentemente ordenadas para planificar su suicidio; estos son parte de los elementos que podemos generalizar de la conducta suicida. 

CP: ¿El Congreso federal debería legislar más sobre la salud mental?

BM: Al respecto, ya en este año a través de la senadora Mónica Fernández Balboa y de la diputada Tatiana Clouthier, un grupo de especialistas en el tema nos integramos en el llamado Frente Nacional para la Prevención del Suicidio. Aquí hemos hecho ciertas acciones que posiblemente el próximo año ya se empiecen a reflejar; se hicieron talleres nacionales para tocar el tema del suicidio, de la salud mental, con la Organización Panamericana de la Salud. Se han hecho más de 15 propuestas de iniciativa de ley precisamente para una Ley de Prevención del Suicidio donde se atienda esta problemática en todos los ámbitos y nunca han prosperado. En este año, ya en el Senado se hizo una propuesta de modificación a la Ley General de Salud, donde se va a abrir un apartado sobre suicidio y también la Secretaría de Salud está tratando de enseñar una estrategia de intervención.

Se tiene que trabajar en todos los niveles, hasta laborales, educativos, sociales, una prevención primaria, secundaria y terciaria. Esperemos que el próximo año podamos ver consolidadas las primeras estrategias, pues se necesita involucrar a los medios de comunicación, a la sociedad, a todos los niveles de Gobierno, a la Cámara de Diputados, el Senado, el Ejecutivo… Una estrategia involucra diferentes tipos de intervención: en el ámbito escolar, en donde los profesores aprendan a distinguir no solo una conducta suicida, sino depresiva, (así como diferenciar un) trastorno, pero que no sea estigmatizante. En el trabajo, la gente no asiste si tiene depresión, no pueden decir que tienen depresión por temor a ser juzgados. Entonces, sí necesitamos políticas públicas nacionales y establecer también toda una estrategia de ley que obligue y que sea obligatorio este tipo de atención en general en la salud mental no solo como un problema de salud, sino también de derechos humanos y con perspectiva de género.

CP: ¿Las universidades del país deberían revisar la carga académica en sus planes de estudio?

BM: Estamos atravesando hoy en esta nueva época que se ha llamado de globalización y de las nuevas tecnologías; una sociedad de mucha competencia, de mucha exigencia y esto no solo se da en el ámbito universitario-académico, sino también se da en la vida laboral. Hay mucha competencia, mucha exigencia y esto hace que las universidades empiecen a establecer ciertos patrones o ciertos planes de estudio de mucha exigencia.

Creo que aquí hace falta sensibilizar a la sociedad sobre el tema de la salud mental, porque vivimos estigmas, prejuicios sociales; la gente que está atravesando una crisis difícilmente busca ayuda, porque su misma situación de crisis no le permite además buscarla, porque está en una constricción, está su pensamiento… Sus ideas están muy cargadas con un pensamiento de túnel. Además, estas personas que se encuentran en esta situación de crisis, la forma en que manifiestan su crisis, su dolor psicológico o sus problemas emocionales, son con los cambios de conducta con cierto tipo de prácticas como las que referí. porque no tienen las habilidades sociales y psicológicas para expresar esa situación.

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