Crónica de la manifestación de Querétaro en 5 de Febrero

Isaí López

Durante las primeras horas de la mañana un grupo de aproximadamente cien manifestantes se dieron cita en las instalaciones de la Comisión Estatal de Aguas para pedir el diálogo abierto y público con el vocal ejecutivo sobre las demandas solicitadas por las marchas que se han llevado a cabo durante las últimas semanas.

La manifestación llego al clímax cuando horas después de no tener atención los manifestantes de diversas asociaciones civiles del estado, así como colonias y barrios, además de la suma de comunidades como Santiago Mexquititlan, comunidad de Amealco decidieron cerrar la avenida 5 de Febrero, frente a las instalaciones de la CEA en ambas direcciones, por lo que en pocos minutos el caos se apoderó de la zona.

Automovilistas bajaban de sus vehículos para tratar de entender la inmobilización del tránsito.

“De esta forma si los van a oír”, comentó un ciudadano que esperaba con la puerta abierta de su carro y con voz profética.

A los treinta minutos del cierre, autoridades de la comisión se acercaron a los líderes para brindar el diálogo.

“Solicitamos desbloquear un carril de ambos lados” comentó la fuerza judicial.

De esta manera el lado de la avenida de Sur a Norte fuera liberado. Con mentadas, mensajes de apoyo y toques constantes de claxon, los automovilistas siguieron su camino.

Del otro lado un grupo de cincuenta granaderos se formaron a la espera de la orden para desalojar a los manifestantes que nuevamente habían tapado el carril, haciendo así que el grupo de policías avanzara para retirarlos del camino.

Entre los forcejeos y empujones diversos miembros del movimiento contra la reforma del agua cayeron al suelo y un par fueron detenidos al agredir a un policía estatal que coordinaba la operación.

Entre gritos y empujones, terminó la manifestación en 5 de Febrero, sin lesionados y con la promesa de ser escuchados.

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