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Antros y bares en crisis: 70% de estos lugares quebraron

Carlos Uriegas Para Gilberto Hernández, mesero que atendía en un bar del Centro Histórico, la situación por la pandemia todavía es crítica, no solo por la gente que ha enfermado, ya que el cierre de negocios, como bares, antros y cantinas, tiene en jaque a muchos que, como él, trabajan por un salario y las … Leer más

Carlos Uriegas

Para Gilberto Hernández, mesero que atendía en un bar del Centro Histórico, la situación por la pandemia todavía es crítica, no solo por la gente que ha enfermado, ya que el cierre de negocios, como bares, antros y cantinas, tiene en jaque a muchos que, como él, trabajan por un salario y las propinas.

“Estuve casi ocho meses sin ingresos. Tuve que buscarle como chofer en un taxi, pero no es algo que me beneficie del todo; sigo en ello, pero lo que más me dejaba era el trabajo en el bar, sobre todo en los fines de semana y en algunos puentes, pero ahora no alcanza; aunque sí vemos que la gente tiene ganas de divertirse, están gastando menos, además de que el cierre temprano no ayuda”, comentó el mesero.

La historia de Gilberto se repite en bares y cantinas de la ciudad de Querétaro, situación que ha derivado en que los clientes, sobre todo los jóvenes, los que se están contagiando más en esta tercera ola, salgan a San Miguel de Allende o ciudades vecinas a pasar el rato o con la proliferación de fiestas clandestinas.

Margarita, quien no quiso dar su apellido, trabaja con su hermana en apoyo a fiestas y banquetes y compartió que ha estado atendiendo fiestas en todo tipos de zonas, desde Milenio, Jurica o en Lomas de Casablanca.

“Cada ocho días nos llaman para preparar bebidas y servir en casas, en donde llegan muchas personas a las fiestas”, contó Margarita, quien dijo que aunque hay muchos jóvenes, en ocasiones llegan las familias completas.
Emilio Lugo García, quien preside la Asociación de Empresarios y Trabajadores de Discotecas, Bares y Centros de Entretenimiento en Querétaro, ha informado que casi el 70 por ciento de los antros y bares han tenido que cerrar por la pandemia.

“De 120 de antros que había, el 70 por ciento cerró. Ahora somos muy pocos”.
En espera de que la tercera ola no aumente, Lugo García espera que se pueda ampliar el horario de funcionamiento.

“Los clientes están viajando a ciudades vecinas en donde los horarios en antros y bares son más amplios, así como la organización de fiestas clandestinas. Buscamos la ampliación de horarios por las ciudades vecinas como San Miguel de Allende, Guanajuato, San Luis Potosí… (allá) están cerrando más tarde y es lo que a nosotros nos está preocupando”, destacó Lugo García.

Aun cuando la Unidad Especial AntiCOVID-19 continua con sus operativos de revisión y clausura, sobre todo en los fines de semana, la necesidad de esparcimiento parece ganar terreno.

Hace un par de semanas se clausuró un centro nocturno y dos bares y efectuaron 41 verificaciones a negocios, pero de acuerdo a lo comentado por quienes viven de la noche, la situación no ha sido controlada totalmente.

“El viernes pasado hicimos nuestra celebración de graduación, un compañero puso la casa de sus abuelos que no están en la ciudad y ahí por fin pudimos celebrar. No éramos tantos, como unos 150 personas”, explica Mario, joven egresado de la carrera de ingeniería.

Se han desactivado algunas fiestas, el fin de semana pasado se detuvo una fiesta con 300 personas en Loma Bonita, festejos que siguen en marcha, que pegan en la salud de los asistentes y en los bolsillos de los antreros y sus trabajadores.

La salud está en juego.

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