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Querétaro, en alerta por casos de obesidad

Juan Carlos Machorro Ricardo Luna, presidente de la Sociedad Mexicana de la Obesidad, dijo que el estado de Querétaro se localiza entre las 10 entidades con mayor obesidad en su población adulta e infantil debido a que la pandemia provoca un mayor sedentarismo en sus habitantes, una dieta rica en calorías no sanas y no … Leer más

Juan Carlos Machorro

Ricardo Luna, presidente de la Sociedad Mexicana de la Obesidad, dijo que el estado de Querétaro se localiza entre las 10 entidades con mayor obesidad en su población adulta e infantil debido a que la pandemia provoca un mayor sedentarismo en sus habitantes, una dieta rica en calorías no sanas y no nutritiva, así como una muy escasa educación alimentaria.

El especialista declaró a AM de Querétaro que el estado de Querétaro y la región bajío deben trabajar con urgencia en atender este rubro, pues la obesidad está permeable en su población rural (ámbito con mayor crecimiento en porcentaje de sobrepeso poblacional), aunque la mayor cantidad de personas con obesidad se localiza en zonas urbanas que comienzan a invadir a sectores del campo.

Dijo que en la obesidad se tiene una gran influencia de la genética.

Por ello, se requiere de un equipo multidisciplinario para el control del peso de las personas, pues no existen recetas mágicas y determinó que es urgente reglamentar que personas no especializadas en nutrición y medicina –’influencers’ en redes sociales– lancen sin responsabilidad alguna una serie de consejos y dietas para todo el público, bajo el argumento de cumplir con los estereotipos ‘fitness’ de la televisión.

De acuerdo con la Prevalencia de Obesidad, Hipertensión y Diabetes para los Municipios de México 2018, derivada de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2018, del Inegi, se estima que en Querétaro  el 30.6 por ciento de la población adulta presenta problemas con este padecimiento.

En este sentido, Ricardo Luna plantea que se tiene que apoyar a los jóvenes y tengan una mejor educación en nutrición y no sean sedentarios, aunado a que se están dejando llevar por la corriente de los ‘influencers’ que, sin ser médicos o nutriólogos, tratan de implantar dietas sin conocer que la obesidad requiere atención multidisciplinaria y no sólo de no comer, hacer ejercicio o solo ingerir verduras o jugos, dijo.

Detalló que Yucatán es la entidad con mayor obesidad, seguido de Nuevo León y Chihuahua, que tienen dietas altas en calorías. Se estima que el costo directo e indirecto de la atención de la obesidad tiene un estimado de 2.1 por ciento del PIB mexicano y pasará al 4.67 por ciento al año 2060.

El papel del médico y las farmacéuticas

Mencionó que las industrias farmacéuticas deben apoyar a tener el conocimiento ciudadano y de los profesionales de la salud para contar con los tratamientos adecuados para atender la enfermedad de la obesidad, que puede ser causante de otros males como es hipertensión, diabetes, cáncer y ser más endebles a la COVID-19.

Indicó que en la actualidad se indica que la obesidad es falta de voluntad, cosa falsa, pues esta es una enfermedad crónica multifactorial y debe ser tratada con profesionales de la salud y remediarla y prevenirla.

Por su parte, la doctora en Nutrición  Alicia Ramírez Huerta indicó que la obesidad es una enfermedad generalizada y se debe evitar el seguir las dietas de moda que se divulgan por gente no experta.

Se requiere mantener control del peso del individuo y comprender que la obesidad no es sólo la alimentación.

“El médico tiene un papel esencial para el control del peso, y no se resuelve con una dieta de moda o correr solo en el gimnasio. Ejemplificó que la alimentación del mexicano ha variado porque la gran mayoría de las mujeres son trabajadoras y se adopta una dieta de comida rápida”, dijo.

La obesidad no es solo tema de estética; se requiere una mejor educación para la salud y se debe generar una comunicación fidedigna sobre la obesidad y que es una enfermedad que atañe a otros males.

Finalmente, la doctora Alejandra Rajme, dijo que una persona obesa es ocho veces más factible de presentar un cuadro grave de COVID-19, aunque no es un aspecto generalizado.

La pandemia de obesidad fue desenmascarado por la COVID-19, pues la vulnerabilidad de las personas con sobrepeso quedó evidenciada.

Ratificó que en un 99 por ciento del personal de un gimnasio que dan dietas no son especialistas y dan soluciones erróneas a las personas y se genera una bomba de tiempo para quienes hacen ejercicio.

Los especialistas asistieron al lanzamiento de la campaña “Cambia la historia de la Obesidad” de Ifa Céltics, que tiene la finalidad de presentar información nutricional para pacientes, médicos y familias en el sitio: obesidadseriamente.mx.

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