Los Blanchet
Hace algunas semanas, escribíamos sobre cómo el entonces gobernador de Querétaro, Ignacio Loyola Vera, iniciaba su mandato y la manera en que estableció sus prioridades de Gobierno: preguntando, consultando acerca de lo que entonces la gente percibía como necesidades prioritarias para, así, abocarse a resolverlas. Uno de los resultados de esa práctica fue el Aeropuerto Intercontinental (ahora Internacional) de Querétaro, que a su vez detonó la aparición y desarrollo del clúster aeroespacial, que continúa creciendo y recibiendo importantes inversiones.
Pues bien, en días pasados, el Gobierno estatal realizó diversas consultas y foros para evaluar la utilidad y viabilidad de la construcción de un segundo piso en la avenida 5 de Febrero, tradicionalmente congestionada y emproblemada, por ser nada menos que la conexión y origen de la carretera a San Luis Potosí, pero, por el crecimiento de la ciudad, es también una de sus arterias –ya no tan periféricas– más importantes. Pero el resultado de la consulta fue un definitivo ‘no’. Especialistas y organizaciones de la sociedad civil expresaron su negativa al proyecto, principalmente por razones técnicas, y así el gobernador Mauricio Kuri da marcha atrás a una propuesta de campaña, atendiendo a la realidad y a la razón. Derivado de ello, se analizarán otro tipo de propuestas que darían resultados más inmediatos y con menos inversión, como el fortalecimiento del transporte público en esa zona y alguna obra de ingeniería vial diferente, que también se someterá a debate.
Lejos de representar debilidad o indecisión cuando se corrige el rumbo, el ejercicio de consultar a la sociedad –con metodología ‘seria’– sobre los problemas que la afectan, normalmente conduce a la aplicación de soluciones con mayores probabilidades de éxito, si no es que lo garantizan. Qué mejor fuerza y prestigio personal y político que, en el ejercicio de la función pública, se entreguen resultados y soluciones a problemas específicos. Controlar la tentación de la glorificación personal al imponer proyectos de relumbrón caros e inviables, es imperativo para llevar a buen puerto un proyecto económico-político. La necedad y cerrazón, como se observa en el ámbito nacional, son garantía de fracaso y de posible ruina económica para la sociedad.
Currados
Querétaro, desde hace años, goza de una reputación nacional e internacional como un estado pujante y con buena calidad de vida, con excelentes niveles de inversión local y extranjera en sectores económicos como el de autopartes y aeroespacial. Pero, sorprendentemente, algunas estadísticas y números oficiales parecieran contradecir ese legendario prestigio, haciéndonos levantar la ceja para hacernos preguntas como: ¿por qué Querétaro últimamente se ubica entre los estados con mayores índices de desocupación en el país junto con la CDMX? El análisis se complica más si diversos medios publican cifras contradictorias aun cuando citan a las mismas fuentes, siendo la más importante y socorrida la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi. En este tema, su portal refleja una desocupación del orden del 5.77 por ciento en el tercer trimestre de este año, lo que lo ubicaría en el 4º más alto del país (dato actualizado al 29 de noviembre en su portal).
Pero intentemos buscar las razones de la incómoda e incomprensible cifra. De inicio, debemos decir que la encuesta, que se realiza trimestralmente por el Inegi, muestra variaciones considerables de un periodo a otro por razones de lo más diverso, como la pandemia que nos aqueja desde hace cerca de dos años. Recordemos, que la ENOE, para tener un panorama amplio del nivel de la ocupación local o nacional, debe analizarse junto con otros indicadores y fuentes, como el crecimiento o decrecimiento en la afiliación al IMSS y los reportes de la Secretaría del Trabajo.
Por el lado de las causas, es bien conocido el alto nivel de inmigración hacia nuestro estado; este también, dentro de los más altos del país. El nivel de este influjo provoca, con toda lógica, que ninguna oferta de trabajo sea suficiente para satisfacer la creciente demanda que implica el crecimiento poblacional de 29.57 por ciento (más de medio millón de habitantes) en un periodo de 10 años, según datos del Inegi, equivalente al 3 por ciento anual según el Consejo Estatal de Población (Coespo), incremento que abarca el consabido crecimiento propio más el influjo de personas de otros estados e incluso países, a razón de 34 nuevos avecindados por día. Algunos ocurrentes sugieren girar la estatua de Conín hacia el poniente, para que deje de dar la bienvenida a los visitantes. Todo ello, a pesar de que la atracción de las inversiones, doméstica y externa, ha sido el común denominador de todas las administraciones estatales recientes.
Otro factor es la creciente desconfianza para invertir en el país –que, quiérase o no, también nos afecta en alguna medida–, como reportó en días recientes el presidente de la Coparmex Querétaro, Jorge Camacho, inquietud provocada por las iniciativas de reforma que ha planteado el Gobierno federal en materia de energía, con la posible violación a los tratados internacionales, en particular el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, parálisis que, en el caso de Querétaro, no se ha traducido en cancelación de proyectos, pero sí del aplazamiento en su puesta en marcha.
La desocupación cero no existe ni en los países más desarrollados, pero su control y reducción, al igual que el de la inflación, que se encuentra disparada en el país después de años de no representar un problema, son objetivos de toda política económica.
El prestigio de nuestro estado siempre es deseable, aunque demasiada fama puede traer efectos adversos.
Premoniciones
Por si fuera poco, la aparición de la nueva cepa ómicron del virus COVID-19 trae vueltos locos a los mercados afectando, para no variar, los ánimos de los inversionistas en todo el mundo y afectando negativamente a las bolsas de valores. La OMS ha puesto al mundo en alerta máxima por esta variante viral que, de confirmarse los efectos que traerían sus más de 30 mutaciones, podría representar un importante pico de contagios y fallecimientos.
La parte perturbadora, para los creyentes en hechos premonitorios y visiones provenientes del futuro, es que se acaba de redescubrir la película de Paramount Pictures realizada entre los años 1963 y 64 que llevó precisamente el título ‘Omicron’, cuyo guion trata sobre una debacle mundial provocada por una intervención extraterrestre, cuya finalidad es el dominio de la especie humana.
Solo nos queda esperar que las profecías del ómicron –virus o alien– no se hagan realidad y que el filme no se una a la serie de ‘Los Simpson’ en eso de acertar en buena parte de sus predicciones.
Le esperamos hoy por la noche en punto de las 9:00 en la KJeta por el Canal 10 de RTQ en señal abierta y de cable, y por ‘streaming’ en rtq.mx. Finalmente le recuerdo que tenemos una cita aquí el próximo jueves…para echarnos otro caldito.
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