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Después de votar: Mish Miranda

Después de votar: Mish Miranda / Foto: Especial
Después de votar: Mish Miranda / Foto: Especial

¿Qué sigue después de haber ido a votar? La participación ciudadana, como su nombre lo implica: acción, involucramiento y trabajo por el bien común. Mish Miranda   Después de votar en estas elecciones, vinieron a mi mente las imágenes de la historia que cuenta Saramago en su libro ‘Ensayo sobre la lucidez’, que pone en evidencia … Leer más

¿Qué sigue después de haber ido a votar? La participación ciudadana, como su nombre lo implica: acción, involucramiento y trabajo por el bien común.

Mish Miranda  

Después de votar en estas elecciones, vinieron a mi mente las imágenes de la historia que cuenta Saramago en su libro ‘Ensayo sobre la lucidez’, que pone en evidencia la importancia y relevancia del sufragio, así como el de la democracia y principalmente de no darla por sentada.

Creemos que al vivir en un país donde aún podemos elegir a nuestros representantes, esto seguirá así por siempre; sin embargo, para lograrlo, como todo en la vida, tiene que trabajarse día con día para que siga siendo posible.

¿Qué sigue después de haber ido a votar? La participación ciudadana, como su nombre lo implica: acción, involucramiento y trabajo por el bien común.

Los mecanismos que existen para este, deben seguir preservándose y fomentándose también desde la autoridad incentivando con ello más colaboración e inclusión de voces.

En los países con democracia más fortalecida y en funcionamiento desde la gobernanza, existen voluntades férreas a sus ideales y en continuar aquello que no cubrirá siempre el Estado, ya que también es imposible e impráctico que pueda hacerse cargo de todo.

Las organizaciones sociales, el conocido tercer sector, deben seguir haciendo frente apoyadas también por las políticas públicas y que el propio Gobierno las escuchara, lo permitiera, las hiciera parte, y con ello empujara las voluntades de las actividades sin fines de lucro, de la especialización y las enormes causas que se abanderan estas sociedades bajo la intención de hacer del ‘a veces roto tejido social, un mejor lugar’.

Las tres hélices, el vínculo y puente entre sociedad civil organizada, la gobernanza, los mecanismos abiertos de contraloría, de consulta, de escucha activa de las necesidades y la construcción de la ciudad en colectivo también van hacia ahí, que es el camino.

Conjunto solidario y subsidiario, desde la horizontalidad y la recepción, la ciudadanía quiere sentirse escuchada, atendida e involucrada. Eso al fin y al cabo, el empoderamiento ciudadano que hace falta. Abramos espacio; expandirnos suena bien.

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