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Peligros asociados a volcanes

Además de las erupciones, existen otros procesos naturales de gran riesgo Carlos Uriegas La tierra está viva, se mueve y late…prueba de ello son los volcanes, objeto de estudio de la doctora Rosario Vázquez, quién desde la ENES de la UNAM en Juriquilla, investiga el comportamiento de estos colosos a los que monitorea para evitar … Leer más

Además de las erupciones, existen otros procesos naturales de gran riesgo

Carlos Uriegas

La tierra está viva, se mueve y late…prueba de ello son los volcanes, objeto de estudio de la doctora Rosario Vázquez, quién desde la ENES de la UNAM en Juriquilla, investiga el comportamiento de estos colosos a los que monitorea para evitar posibles riesgos.

Al pensar en volcanes, siempre se menciona al Popocatépetl y al de Colima, los dos más estudiados en México por su actividad, pero además de “Don Goyo” y el colimense, hay muchos más que pueden presentar actividad eruptiva o causar fenómenos secundarios que pueden afectar a poblaciones.

“El Popocatépetl y el de Colima son lo más conocidos, y activos, pero hay otros que pudieran presentar tanto actividad eruptiva, como fenómenos secundarios que también pueden afectar a la población, tales como lahares, que son flujos de escombros, agua y sedimentos, que se presentan con las fuertes lluvias, que al erosionar la tierra de las laderas de los volcanes, generan deslaves e inundaciones en las partes bajas”, explicó la investigadora de la Escuela Nacional de Estudios Superiores.

La doctora Vázquez Morales estudia fenómenos como el ocurrido en Peribán de Ramos, Michoacán, una zona que, por las fuertes precipitaciones se generó una inundación severa en la población a las faldas del volcán Pico de Tancítaro, en la que murieron nueve personas en 2018.

“Lo que hacemos es estudiar estos fenómenos para brindar herramientas que sirvan a las autoridades para prevenir, actualizar los planes operativos de emergencia, o generar estructuras naturales o artificiales que mitiguen estos efectos negativos”, destacó la académica de la UNAM.

Rosario Vázquez subrayó la importancia de estar prevenido ante las amenazas que existen al vivir en zonas en las laderas de los volcanes, aunque es complicado evitarlo, ya que los suelos volcánicos son fértiles y ricos para la agricultura.

“La cantidad de volcanes que hay en Michoacán pueden generar riesgos, pero sus suelos son ricos para la agricultura, por algo Michoacán tiene tanta producción aguacatera. Entre Michoacán y Guanajuato, existe una zona denominada campo volcánico en la que hay alrededor de unas mil estructuras volcánicas”, mencionó la vulcanóloga.

*Querétaro está ubicado en zona de volcanes*

La Ciudad de Querétaro está asentada en un terreno 90 por ciento volcánico.
“En el Valle de Querétaro está el Cimatario, que es uno de los volcanes más viejitos de la zona, en conjunto con el volcán la Joya, rumbo a Santa Rosa; y el Zamorano, que es otro volcán, además de otras estructuras volcánicas más pequeñas, de varios millones de años de antigüedad. Es por esta razón que muchas de las antiguas construcciones de la ciudad son de cantera, una piedra de origen volcánico extraída de los depósitos que han dejado los volcanes que están dispersos en la zona”, comparte la doctora.

Sin embargo, hoy en día, en la zona conurbada de Querétaro, no es posible que tenga lugar una erupción volcánica. Ya que, de acuerdo con la información que nos compartió la doctora Vázquez, en el mundo hay un consenso de una propuesta japonesa en la que

“Se determinó que un volcán es considerado como activo, si ha presentado algún tipo de actividad eruptiva en los últimos 10 mil años”. En el caso de los volcanes presentes en Querétaro, éstos dejaron de tener actividad desde hace aproximadamente 3 millones de años. En la Ciudad de Querétaro, más bien el riesgo que está más latente es el de las inundaciones.

“En los últimos 30 años hemos visto un cambio muy evidente en el uso de suelo en muchas regiones del país y los canales y barrancas que antes eran drenajes naturales, ahora son remplazados por asfalto o cemento, lo que los convierte en toboganes, y provocan que baje el agua con más fuerza”, advirtió la académica.

Es por ello por lo que, en la Ciudad de Querétaro, así como en muchas otras zonas conurbadas del país, debemos estar más atentos a las advertencias que emiten las autoridades de protección civil y seguir las medidas preventivas, a fin de evitar desastres o catástrofes mayores, durante la época de lluvias.

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