Reactiva Asilo San Sebastián campaña de apoyo

Reanudan el programa 50 x 50 para contar con los recursos para pagar luz, agua, gas y predial

Carlos Uriegas

En el Asilo San Sebastián mantienen a la pandemia alejada de sus viejitos, pero nueve meses de encierro pesan en el ánimo de los abuelitos y en la captación de recursos que han dejado de llegar como antes, por lo que han reactivado el programa 50 por 50.

“Todos siguen bien de salud, tanto nuestros viejitos como los trabajadores del asilo, ha sido pesado, sobre todo en el ánimo. Lo que más nos aqueja ahora es mantener la operación de la institución que cuenta actualmente con 40 adultos mayores, no todos con familia y algunos con familiares que han perdido el empleo”, informó Elizabeth Ugalde, responsable del Asilo San Sebastián.

El programa 50 x 50 funcionó en mayo, pero en este cierre de año se requiere reactivar de nuevo.

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“Tenemos que pagar luz, agua, gas, predial, gastos que siguen, por lo que echamos a andar de nuevo el 50 x 50, un sistema que busca que cincuenta personas puedan donar 50 pesos y se vaya replicando con promotores que crean nuevas redes de apoyo, aunque también pueden donar productos de limpieza o pañales, todo suma”, explicó Elizabeth Ugalde.

De los 40 abuelos del asilo, 35 utilizan pañales, y cada viejito usa en promedio cuatro al día, por lo que es abundante el consumo y el requerimiento de este producto.

“Hay personas que donan cosas que están en mal estado, ropa vieja, zapatos sin suela, cosas que ya iban a tirar. Los abuelos necesitan cosas en buen estado, algo que ustedes usarían. Eviten por favor donar medicamentos caducos, ya que no se pueden tirar a la basura y tiene un costo deshacerse de ellos”.

Gran parte de la población vive en su realidad por casos de demencia, pero otros sí saben lo que esta pasando a través de las noticias y están conscientes de las medidas sanitarias que se han tenido que adaptar para evitar contagios.

“Seguimos con el rol de abril, con los tres vehículos para traer y regresar al personal a sus casas para evitar que usen el transporte público, realizándonos pruebas por medio de la UAQ y a los viejitos los estamos vitaminando”.

Aunque no pueden sentir el apapacho de familiares y visitantes, los abuelitos reciben amor a la distancia, por lo que pueden enviarles videos de saludos, ánimo y felicitaciones mientras aprenden a vivir en su soledad.

“Viven la soledad y eso es lo que más les ha pegado, el café de las tardes, el baile, las visitas de quienes los acompañaban para platicar con ellos o jugar juegos de mesa. A veces sienten que ya no los quieren, se sienten solos”, compartió Elizabeth Ugalde, quien recuerda que la paciencia es una virtud que aplica al final y al principio de la vida.

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“Déjalo envejecer con ese amor paciente con el que él te dejó crecer. Cuidemos nuestras raíces; que los jóvenes piensen cómo se verán a los 80 años”, reflexionó Elizabeth.

Hay que recordar que los viejitos están en el andén esperando al tren para partir; en un viaje que todos algún día tendremos que realizar.