Guerreros soportan el embate de COVID-19 en Querétaro

Personal de salud y diversos servicios de Querétaro evitan la parálisis emocional y económica del Estado para que la población se enfoque en un objetivo: quedarse en casa

AM de Querétaro

Querétaro ha convivido 295 días con la COVID-19 desde su ingreso al Estado el pasado 11 de marzo. Sin descanso a partir de ese momento, los héroes de esta pandemia han encarado a la enfermedad día y noche. Médicos, enfermeros, camilleros, encargados de limpieza; todo el personal de los hospitales de la entidad y del país han sacrificado tiempo con sus familias para cuidar a quienes verán recuperarse o lamentablemente partir hacia mejor vida.

Aunque la llegada de 975 dosis de la vacuna de Pfizer el pasado 24 de diciembre al Estado comenzaron a dar esperanza a la batalla contra la enfermedad, nadie puede cantar victoria aún a pesar de que también se vislumbre el arribo de tratamientos a Querétaro de la mano de la iniciativa privada, como lo difundió ayer en exclusiva esta casa editorial.

El final no está escrito. Mientras el personal de salud lucha contra el enemigo invisible llamado COVID-19, contra la ignorancia, el desinterés, incluso, el desafío de sectores de la sociedad que se niegan a acatar las medidas preventivas, otro escuadrón de personas, de héroes anónimos, también han sacado la casta por cada uno de los residentes de Querétaro.

Semáforo amarillo, rojo, no importa, para ellos, el día a día es igual. A veces, duplican sus medidas de protección, pero a veces, salen a la calle con lo que tienen: un delgado cubrebocas y la esperanza de regresar sanos a casa. Se trata de esa persona que recoge la basura, quien despacha la gasolina, el policía, el taxista, los que evitan que el Estado se paralice en plena pandemia, los que no tienen la fortuna de hacer ‘home office’, los que hacen posible que la población sólo tenga una tarea en mente: quedarse en casa.

Hoy, AM de Querétaro reconoce su valor, su valentía y dedica este especial a los que están, a los que se adelantaron en el camino, a los que hoy luchan por mantener su corazón latiendo, a las familias que viven un duelo, a quienes la COVID-19 les arrebató a un ser amado, a quienes dan todo por usted, por nosotros. Gracias