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Tienen en el CRUM triple batalla

La médica reguladora tiene una posición de suma importancia, ya que repercute también en la optimización de los recursos para la atención del paciente, desde la recepción de la llamada y determina muchas de las acciones del Centro Regulador de Emergencias Médicas Carlos Uriegas La doctora Nadia Rojas lleva ocho meses trabajando en el CRUM … Leer más

La médica reguladora tiene una posición de suma importancia, ya que repercute también en la optimización de los recursos para la atención del paciente, desde la recepción de la llamada y determina muchas de las acciones del Centro Regulador de Emergencias Médicas

Carlos Uriegas

La doctora Nadia Rojas lleva ocho meses trabajando en el CRUM como médica reguladora, prácticamente suma el mismo tiempo de la pandemia, por lo cual ha vivido la evolución y crecimiento de una crisis, que al menos en el tema de salud, tendrá un cierre de año muy complicado.

“Han sido meses muy complicados, casi caóticos, ya que luchamos contra las enfermedades y accidentes de siempre, contra una pandemia y contra una población que no entiende el sentido de quedarse en casa, por lo que el trabajo ha aumentado de forma considerable y ya han habido manifestaciones de “burnout” en el equipo; hay cansancio, ansiedad, estrés y depresión”, comenta la integrante clave del CRUM en Querétaro.

La médica reguladora tiene una posición de suma importancia, ya que repercute también en la optimización de los recursos para la atención del paciente, desde la recepción de la llamada y determina muchas de las acciones del Centro Regulador de Emergencias Médicas.

“Una central de comunicaciones recibe la llamada del centro del control de emergencias; con base en la información recibida se determina si se tomarán medidas preventivas, si se atiende el caso de forma telefónica o se envía una ambulancia. En el lugar, el técnico en urgencias informa de la situación y se determina si el paciente requiere ser hospitalizado”, explica Nadia quien en algunos casos, debido a la gravedad del caso, también acude a la escena para atender la emergencia.

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En la primera línea de batalla

La doctora de 32 años, trabaja de lunes a viernes en el CRUM y los fines de semana en el IMSS, lo que demuestra su gran capacidad de trabajo y servicio lo que le otorga la autoridad para hablar de lo que ha pasado y lo que viene con el tema de la emergencia médica.

“Esperamos un cierre de año cansado y con mucha incertidumbre. Será un cierre de año diferente. Quienes atendemos a las personas tenemos cansancio y un sentimiento de tristeza. Mucha gente cree que estamos en su contra cuando les decimos que se queden en casa, que se cuiden para que baje la pandemia y volvamos a una normalidad más parecida a la que teníamos, pero no nos escuchan”, comenta la doctora Nadia.

La doctora del CRUM adelantó que los casos van a seguir aumentando y que es notorio que tras cada festejo importante, 15 días después, se presentan nuevos picos de contagios, por lo que pronosticó que las festividades decembrinas repercutirán para el arranque del siguiente año.

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Una fiesta que terminó en velorio

Una de las experiencias que más han impactado a la doctora Rojas fue un caso sucedido hace un par de meses, cuando una señora de 70 años fue víctima del coronavirus.

“Hace dos mese se acudió a una vivienda donde reportaban a una persona con datos de COVID. Una semana antes a la señora le habían festejado sus 70 años; acudió al festejo toda la familia, la señora se contagió, fue hospitalizada y falleció. Recuerdo que el hijo reclamó muy grosero por la muerte de su mamá, culpando que no se había hecho todo por salvar a su madre, sin pensar que la señora presentaba diabetes y sobrepeso. No obstante realizaron el velorio, al que también acudió la familia y ahí se contagiaron cuatro personas más, que no murieron, pero sí tuvieron que ser intubados”, narra la doctora quien reflexiona: “No sé si hubiera valido la pena posponer un tiempo el festejo, quizá la fiesta y algunas tradiciones mal inculcadas terminaron por dañar a esa familia”.

La palabra familia toca el tema que le produce más afectación ya que Nadia Rojas lleva ocho meses sin poder visitar, abrazar y besar a sus padres.

“Lo que más me ha afectado es no poder visitar a mis papás, ellos viven en otro estado y los fines de semana aprovechaba para ir a verlos, pero me he limitado para no contagiarlos, ya que no me gustaría que mi familia se enfermara”, compartió la doctora Rojas.

Aunque suene trillado, desde el CRUM siguen haciendo un llamado que combata a la ignorancia y a la inconsciencia, dos de los factores que hacen que una epidemia crezca.

“Seguimos pidiendo que no bajen la guardia, que se cuiden ya que vale la pena conservar a la familia y que el año que entra podamos estar todos para poder celebrar”, finalizó.

Datos a destacar

  • 70 elementos trabajan en el CRUM, en turnos de 24 por 48 horas de descanso
  • 8 elementos se han contagiado de COVID-19, ninguno de ellos grave
  • 16 mil a 23 mil pesos es el salario mensual que reciben los elementos del CRUM, agrupamiento que pertenece a la Secretaría de Salud del estado de Querétaro
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