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‘Vacíos emocionales, en la mira de la comida chatarra’

El nutriólogo Carlos Sánchez denunció que las empresas reforzaron la publicidad subliminal en estos alimentos. / Foto: iStock
El nutriólogo Carlos Sánchez denunció que las empresas reforzaron la publicidad subliminal en estos alimentos. / Foto: iStock

El ritmo de vida y los castigos legislativos son desafíos para cambiar la alimentación Juan Hernández Para Carlos Manuel Sánchez Morales, especialista en Nutrición, el consumo de comida chatarra no desaparecerá ya que, dijo, ésta satisface el hambre y llena los vacíos emocionales de las personas. El también Maestro en Innovación de Empresas por la … Leer más

El ritmo de vida y los castigos legislativos son desafíos para cambiar la alimentación

Juan Hernández

Para Carlos Manuel Sánchez Morales, especialista en Nutrición, el consumo de comida chatarra no desaparecerá ya que, dijo, ésta satisface el hambre y llena los vacíos emocionales de las personas.

El también Maestro en Innovación de Empresas por la Universidad Anáhuac Campus del Mayab, comentó que la prohibición y satanización de la comida chatarra a través de la Ley de Etiquetado 2020, que entró en vigor el pasado 1 de octubre, sólo generó un mayor posicionamiento de la mercadotecnia en el consumidor debido que, indicó, éste no cuenta con la información para tomar decisiones claras. Lo anterior, agregó, se demuestra con el hecho de que las empresas dedicadas a esta industria reforzaron su publicidad subliminal emitida por debajo del umbral de percepción consciente que incita al consumo del producto.

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El también Director General de Baos Life, organización dedicada a impulsar un estilo de vida saludable a través de la alimentación, indicó que dichas empresas en su estrategia han sabido combinar la necesidad de satisfacer el hambre fisiológica, el hambre hedonística relacionada con el placer y la recompensa, así como el hambre emocional vinculado a circunstancias como el estrés y sentimientos de odio, ansiedad, miedo, tristeza, cansancio e inseguridad.

“De tal suerte que el mensaje de prohibición para el consumo de estos alimentos será ignorado por el consumidor ante el ritmo de vida actual relacionado con la inmediatez en las actividades diarias, incluida la comida, y la existencia de castigos legislativos agresivos que no resuelven el problema de fondo, por el cual reclama nuevos esquemas de alimentación en calidad y cantidad, pero que no sea invasivo ni autoritario”, aseveró.

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Señaló que la obesidad es una pandemia de tipo no infecciosa y el sobrepeso es un problema de salud pública tanto en adultos como en menores, pues, precisó, ocho de cada 10 personas mayores de edad tienen alguno de éstos padecimientos. Ante este panorama de alerta de salud pública, el nutriólogo urgió a la creación de ecosistemas para una sana alimentación.

El investigador indicó que ante esta realidad las opciones más inmediatas son el autocuidado de la alimentación. Comentó que en México solo uno de cada diez mexicanos le dedica tiempo al cuidado de su alimentación, por lo que, explicó, tiene criterio para suficiente para decidir entre consumir una hamburguesa que le será servida en cinco minutos contra una comida más saludable que tardará 30 minutos en llegar a su mesa.

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