Ser casa y comunión, desafío de la Iglesia: Fidencio López Plaza

Desde la catedral de la capital del Estado, el religioso realizó su profesión de fe y juramento de fidelidad para tomar posesión como décimo obispo de la Diócesis de Querétaro

Gonzalo Flores

El gran desafío que tiene la iglesia al comenzar el tercer milenio es ser casa y escuela de comunión. La fragmentación social, el individualismo, la apatía, la inseguridad, la violencia y ahora la crisis sanitaria, económica y cultural causada por la pandemia COVID-19, han introducido en distintos ambientes el debilitamiento del tejido social.

Esto fue parte del mensaje de Fidencio López Plaza como obispo de la Diócesis de Querétaro. Resaltó que la comunión es el gran desafío que tiene la iglesia, por lo que se manifestó por ser casa y escuela de comunión.

El repique de campanas de 117 parroquias en territorio queretano y parte de Guanajuato sonaron al mismo tiempo durante cinco minutos. Cohetones enmarcaban el cielo, mientras en las escaleras de la Catedral cientos de fieles ovacionaban al clérigo.

Fidencio López Plaza llegó a la Catedral queretana, antiguo oratorio de San Felipe Neri, a bordo de un automóvil color rojo. La víspera de su llegada estuvo marcada por un estricto control de medidas sanitarias para todos los invitados, que fueron citados a las 16:30 horas para su ingreso y acomodo. Uso de cubre bocas, toma de temperatura y uso de gel antibacterial es obligado para la estancia en el templo. Hay personal de la Coordinación de Protección Civil estatal presente.

El administrador diocesano Mario de Gasperín Gasperín y Guadalupe Martínez Osornio, presidente del Colegio de Consultores, lo reciben en las puertas de Catedral y durante su ingreso suenan cohetones hasta que los sacerdotes ingresan a la Capilla del Santísimo para su adoración. Franco Coppola, Nuncio Apostólico en México, encabezó la ceremonia.

Tras tres reflexiones, Fidencio López realizó la profesión de fe y juramento de fidelidad, con los que tomó posesión de la diócesis queretana como ordenó el Papa Francisco el pasado 12 de septiembre.