Central de Abastos, con poca afluencia

La falta de demanda hace que los precios también decaigan y con ello las ganancias de cada uno de los comerciantes que traen sus productos de diversos estados de la República

Isaí López

La Central de Abastos de Querétaro ha sido un punto importante para el comercio del estado desde su formación.

Actualmente pasa por un tiempo gris a raíz de la pandemia que ha hecho que el número de mayoristas diarios disminuyeran, así como el número de clientes casuales que mínimo una vez a la semana se desplazaban hasta la colonia de Los Olvera para el mandado semanal.

La falta de demanda hace que los precios también decaigan y con ello las ganancias de cada uno de los comerciantes que traen sus productos de diversos estados de la República.

Los mayoristas que comercializan para surtir a restaurantes, hoteles, tianguis , comedores , tiendas de barrio, etc, son posiblemente los principales causantes de esta etapa de austeridad en la central al reducir las toneladas de verdura y/o fruta que antes llevaban para consumo diario.

Además, la actividad turística y empresarial esta aún rezagada por el control de la enfermedad COVID-19.

Esto más la suma de las amas de casa que han dejado de hacer las compras para sus hogares o bien, han dejado de llevar lo mismo que meses anteriores.

Ante las bajas ventas, aproximadamente más de 500 familias dependen directa o indirectamente de la venta de la central de abastos y esto ha provocado que algunos comerciantes que eran foráneos han decidido regresar a su lugar de origen.

Algunos otros han desarrollado también la labor de distribuidor con el de vendedor y así poder ajustar los costos de hacer más con menos, esté tiempo de cambio los invita a los ciudadanos a consumir local, a precios bajos y con la mejor calidad de los campos mexicanos que solo la Central de Abastos de Querétaro nos puede ofrecer.