Vuelan como profesionales en la “Pirru Pista”

El riesgo de contraer COVID-19 queda atrás cuando se trata de una carrera de aviones a escala, drones y uno que otro jet

Texto y fotografías: Yarhim Jiménez

El pueblo de Arroyo Hondo nacieron los llamados Halcones de Querétaro, jóvenes pilotos aviones a escala que traen en la sangre la pasión por el vuelo, por la adrenalina, por la competencia. Su antigua pista tuvo que cerrar ante el crecimiento urbano en la zona que ponía en peligro sus vuelos.

Actualmente se ubican sobre la carretera que lleva hacia Atongo, en el municipio de El Marqués, Querétaro, donde se construyó la “Pirru Pista” para aviones a escala donde todos los socios del lugar son amantes de los aviones, jets, drones de carrera y helicópteros a control remoto.

Un hobby que nació muchos años atrás y que en sus inicios solo se trataba de hacer vuelo libre, como cuando un niño suelta un avioncito de papel mientras sueña que atraviesa el horizonte. Cuentan que antes se aventaba el avión con una mecha encendida y una liga para dar impulso.

Al apagarse la mecha y se cortaba la liga para hacer aterrizar el avión.

Con el avance tecnológico, los aviones a escala logran buena altura y velocidad gracias al control remoto. Ahora están hechos con madera de balsa, triplay y fibra de carbono, y los hay eléctricos, de gasolina o de turbina.

En la “Pirru pista”, es posible observar varios tipos de aviones de diferentes gustos, necesidades y capacidades.

Hay quienes incluso, cuentan, los arman desde cero, otros los prefieren prearmados o ya listos para volar. Las escalas logran alcanzar distancias de hasta 10 km y velocidades de más de 350 km/h, esto dependiendo de tipo de avión. Pero por lo regular alcanzan solo los 300 metros de altura y 120 km/h.

Algunos acuden a esta pista por hobby y otros ven la oportunidad de prepararse para competencias nacionales e internacionales. El objetivo de la “Pirru” es uno: divertirse sin dejar de soñar.