Las cafeterías y la nueva normalidad

Toma de temperatura, aplicación de gel antibacterial y muchas medidas de seguridad más, son necesarias para poder accesar a nuestras cafeterías favoritas

Lenin Robledo

Los restaurantes y cafeterías regresaron hace unas semanas a la “nueva normalidad”.

Un proceso al que se han ido adaptando, tanto con protocolos de seguridad sanitaria como con infraestructura que asegure la sana distancia y el contacto mínimo entre las personas y que garantice, al mismo tiempo, la reactivación económica. Sin embargo, aún hay mucho por hacer.

Hace justo una semana, el aumento de contagios en prácticamente todo México y en la que Querétaro no se salvó, al alcanzar  los 114 contagios el pasado 17 de julio, puso en riesgo ese retorno.

Sabemos que para los amantes del café, el ambiente de su cafetería favorita, es un elemento indispensable para disfrutar de esa taza y acompañarla de una buena charla o un buen libro, pero es momento de pensar en la comunidad de manera responsable y en primera instancia, permanecer lo más posible en casa y si se decide acudir a una cafetería, privilegiar a aquellos establecimientos que se han preocupado por atender todas las recomendaciones, pues en ello hay mucha inversión de tiempo y dinero.

Al entrar, varios establecimientos han establecido una especie de filtro, en la que te piden que te limpies los zapatos en tapetes especiales, te toman la temperatura y te invitan a lavarte las manos o a ponerte gel sanitizante.

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Otros negocios se han apoyado de la tecnología para hacer tu visita más segura. Por ejemplo, la colocación del menú a través de un código QR, con el que tienes de una manera rápida y segura todo lo que la cafetería te ofrece, al alcance de tu móvil.

En algunos otros, no colocan saleros, salseras ni servilleteros en las mesas para evitar en contacto permanente. El distanciamiento entre mesas, también es un requisito fundamental.

Por parte del cliente, la disposición a acatar todas las indicaciones y llevar puesto siempre el cubrebocas, también es nuestra obligación.

Con todo lo anterior, el mensaje es que asumas tu responsabilidad y evites los lugares que no aplican los protocolos adecuados.

Regresar a un semáforo rojo que sería muy perjudicial para la economía de todos los queretanos.

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