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Desconfinamiento controlado, a un mes de la reactivación

Desconfinamiento controlado, a un mes de la reactivación / Foto: Selene Ugalde
Desconfinamiento controlado, a un mes de la reactivación / Foto: Selene Ugalde

Corregidora, El Marqués y Colón, municipios de la zona metropolitana con pocos casos positivos a COVID-19 gracias al cumplimiento de los ciudadanos Gonzalo Flores La necesidad obliga a salir a las personas. Por alimento, por trabajo, por recurso económico, incluso por fe. Se cumple un mes de que comenzó el desconfinameinto social desde el pasado … Leer más

Corregidora, El Marqués y Colón, municipios de la zona metropolitana con pocos casos positivos a COVID-19 gracias al cumplimiento de los ciudadanos

Gonzalo Flores

La necesidad obliga a salir a las personas. Por alimento, por trabajo, por recurso económico, incluso por fe.

Se cumple un mes de que comenzó el desconfinameinto social desde el pasado miércoles 17 de junio. Pasaron más de cuatro meses donde el paro de actividades casi total fue la respuesta a una pandemia por un virus, microscópico e invisible, el COVID-19. Un virus que ha hecho replantear la existencia y convivencia de todas las personas en sus entornos.

El desconfinamiento ha sido gradual y controlado. Y aunque la vida de las personas debe seguir, ha sido necesario asumir medidas de protección para evitar contagios. Sin embargo, la ciudad y la zona metropolitana no se puede detener. Las necesidades son imperantes y la reactivación económica es urgente.

Pero hay casos que por la urgencia o falta de costumbre, las medidas se olvidan, se evaden, se ignoran.

CORREGIDORENSES SE CUIDAN ENTRE LA FE Y LAS MEDIDAS SANITARIAS

Miércoles por la mañana. En el Municipio de Corregidora, en las puertas del santuario de la Virgen de El Pueblito, hay carteles donde se indica la obligación del uso de cubrebocas y uso de gel antibacterial.

Al interior, frente a la Virgen, algunas de las bancas del templo tienen restricción de paso. Los lugares que se pueden ocupar están marcados para los fieles. No hay celebración eucarística por el momento. Incados, en proceso de oración, hay cuatro personas dispersas, todas con sus cubrebocas, incluidas dos personas de la tercera edad. El aditamento sanitario no es obstáculo para su conexión espiritual.

Entran dos mujeres más, pero no se quedan en este espacio. Caminan hacia el fondo y entran al lado izquierdo del santuario.

Ahí es donde encontramos la mayor concentración de personas. El salón es pequeño. Es la sala de adoración al Santísimo. Son alrededor de 15 personas, todas hincadas, con manos entrelazadas y la cabeza baja. En la entrada de este espacio hay más indicaciones. La más importante, una persona por banca. Todos cumplen, aunque también hay unas cinco personas de pie.

No son más de las 9 de la mañana, pero la fe es importante para los corregidorenses.

CUMPLIMIENTO DE LAS RECOMENDACIONES SANITARIAS

Afuera del santuario, sí hay movimiento. Poco pero hay. Enfrente al templo, un comerciante prepara su puesto de frutas. Una tiendita de abarrotes a un par de metros recibe mercancía.
Más adelante, una carnicería ya está abierta y tiene seis clientes formados, todos con la mitad del rostro tapado y guardando la distancia entre sí. Algunos en su turno, oprimen el despachador de gel antibacterial.

Una camioneta del programa municipal ‘Movilidad Vecinal’ hace su arribo a la parada marcada en ese sitio. El chófer comenta que al ser el primer día de reactivación, el uso del servicio ha sido poco y se espera un gradual incremento conforme pasen los días. Adentro del vehículo la mitad de los asientos están restringidos. Solo una pasajera desciende de la ruta número 2.

De ahí, caminamos a la plaza principal. En ese punto los comerciantes preparan sus puestos y locales. Ellos también utilizan sus cubrebocas, aunque son muy pocas las personas alrededor. Ese es el mayor reto, que sus mercancías se vendan.

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En un portón, una señora ofrece tamales, atole y jugos para desayunar. Despacha un par de personas y adentro del lugar tiene una mesa donde permite la permanencia de tres comensales. Pasan otras tres personas a comprar y se retiran. Aunque es difícil la situación, considera que poco a poco las ventas mejorarán.

El comportamiento de los corregidorenses y el cumplimento de las medidas sanitarias, ha hecho que los contagios no se incrementen de forma considerable en el Municipio. De los 2 mil 889 casos positivos a COVID-19 en todo el estado, Corregidora se mantiene con 158 al cierre del 15 de julio.

RIESGOS OBLIGADOS Y CONCENTRACIONES INEVITABLES

Pero el riesgo está latente en algunos espacios. El transporte público es uno de ellos. La falta de frecuencia en las rutas que vienen de zonas como Lourdes, Lomas de Balvanera o La Negreta, a muy tempranas horas se genera que los camiones vayan llenos.

Esta situación se da más por la necesidad de las personas para trasladarse a sus trabajos que por gusto. Muchos de ellos cumplen con un horario y eso no les permite esperar una ruta más vacía, pues son entre 20 y 40 minutos de diferencia entre uno y otro camión. El riesgo es obligado.

Hay otros puntos de riesgo: los bancos.
Plaza Constituyentes es una de las que cuenta con más instituciones bancarias en un mismo lugar.

Es quincena. En todas las instituciones bancarias hay dos filas, una para cajeros automáticos y otra para atención a clientes. Solo avanzan conforme sale una persona. Cada fila de cada banco presenta más de 15 personas formadas. En contraste, el resto de la plaza luce vacía. Son muy pocos los que utilizan las mesas en su interior y por la hora, alrededor de las 10:30 horas, la mayoría de los locales están cerrados a excepción de los cafés.

LAS PRISAS, EL MAYOR ENEMIGO; MÍNIMO SON DOS CASOS AL DÍA DE INSULTOS PARA LOS VIGILANTES CIUDADANOS

Son dos Vigilantes Ciudadanos los que están en el lugar. Uno de ellos, Gonzalo Ramírez, platica que en su mayoría, los ciudadanos cumplen y acatan las recomendaciones de la Secretaría de Salud.

Sin embargo, el joven reconoce que hay quienes aún no han tomado la conciencia necesaria para su cuidado.

“La mayoría de la gente quiere salir, pero algunos no acatan las recomendaciones de manera adecuada, y claro que la individualidad que ellos manifiestan que sienten que es atacada con eso se justifican y se hace un poco tensa la relación para que les llegue el mensaje que les damos. Pero en general hay una respuesta positiva”, comentó.

Una de las problemáticas, reflexiona, es el tiempo y las prisas. “La gente nos menciona que va de rápido, que el cubrebocas lo dejó en el carro, pero ahí la reflexión del tiempo ha cambiado porque sino tenemos ese pequeño tiempo para regresarse por su cubrebocas, tal vez la percepción de ese tiempo cambie cuando ya esté enfermo y mejor es tomar esos 5 minutos más para evitar 15 días de cuarentena enfermo”, explicó.

Son cuatro meses los que lleva este joven como Vigilante Ciudadano. Su vida como estudiante cambió por la pandemia, pero encontró una oportunidad con este programa impulsado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

Y aunque su labor es loable -porque realmente no debería de haber personas como él recondándole a otros ciudadanos cómo cuidarse-, Gonzalo aseguró que todavía encuentra algunas personas que se resisten y además, que los insultan y se ponen agresivas.

“Me han tocado desde empujones hasta groserías, insultos hasta denigrar tu labor por muy pequeña que sea. Hemos estado de verdad sufriendo todo tipo de agresiones. Son mínimo dos diarias de cajón, desde que nos ‘pinten el dedo hasta otros insultos más fuertes”, añadió.

Junto a su compañero, Gonzalo está en la zona de bancos y en general en la plaza, donde invitan a las personas a no olvidar que es necesario cuidarse y cómo hacerlo. Los Vigilantes Ciudadanos son jóvenes y personas a los que ésta contigencia también les dejará una experiencia importante para su vida.

OTROS MUNICIPIOS

En otros municipios de la zona metropolitana como El Marqués y Colón, los contagios tampoco han repuntando desde la reactivación de las actividades con el semáforo epidemiológico estatal en color naranja.

El Marqués presenta 160 contagios mientras que Colón ha registrado 35 casos positivos a COVID-19.

En ambos casos, las administraciones municipales, entre otras medidas, han mantenido la entrega de apoyos alimenticios directamente en los domicilios, con la intención de que las personas salgan lo mejor posible de sus casas.

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La baja incidencia de contagios también es muestra de que la mayoría de los ciudadanos ha tomado en cuenta las medidas de prevención.

La capital queretana, sin embargo, es donde se concentra la mayor cantidad de casos con un total de mil 856 positivos. En gran parte, porque es la demarcación con mayor concentración de empleos, industrias y comercios, por lo que es importante no bajar la guardia, como lo señala la directora de Servicios de Salud, Martina Pérez Rendón, pues además hay riesgo de regresar al semáforo en color rojo.

“No es sólo un riesgo para Querétaro. Es un riesgo que existe a nivel mundial, en otros países conforme se incrementa la movilidad o conforme se regresa a esta nueva realidad incrementan los contagios”.

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