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Las hormigas son ejemplo social, de adaptación y sobrevivencia

Las hormigas son ejemplo social, de adaptación y sobrevivencia/ Foto: Cortesía de León Esteban Ibarra G.
Las hormigas son ejemplo social, de adaptación y sobrevivencia/ Foto: Cortesía de León Esteban Ibarra G.

Las hormigas se acoplan a nuestra vida, pero también podemos aprender mucho de ellas como modelo de adaptación y sobrevivencia Carlos Uriegas Ellas están en todos lados, llegaron mucho antes que nosotros al planeta, son sumamente adaptables y son ejemplo de organización y eficacia; las hormigas cumplen con distintas funciones y muchas especies están ligadas … Leer más

Las hormigas se acoplan a nuestra vida, pero también podemos aprender mucho de ellas como modelo de adaptación y sobrevivencia

Carlos Uriegas

Ellas están en todos lados, llegaron mucho antes que nosotros al planeta, son sumamente adaptables y son ejemplo de organización y eficacia; las hormigas cumplen con distintas funciones y muchas especies están ligadas la hombre.

Desde la unidad interdisciplinaria de docencia e investigación de la facultad de ciencias de la UNAM, en Juriquilla, la doctora Gabriela Castaño indaga, estudia e investiga a estos artrópodos, capaces de vivir en ambientes extremos.

Las hormigas son grupos muy adaptables a los cambios, son antropofílicas, por lo que están cercanas al ser humano, nos siguen, utilizan nuestros residuos y se acoplan a nuestra vida, pero también nosotros podemos aprender mucho de ellas.

Un hormiguero es un sistema muy estable, con condiciones ideales para que muchos organismos puedan vivir, además de las hormigas, propician también la vida para otros organismos; hay una gran diversidad de vida asociada tanto a los hormigueros como a las actividades de las hormigas, desde sus basureros hasta los lugares que ellas de recorren, hay muchos organismos que se aprovechan de ello, es un tema interesante, ya que se han encontrado organismos que solamente viven asociados a las hormigas, creando un propia biodiversidad ligada a ellas”, explicó Gabriela Castaño.

Son muy organizadas socialmente, y podemos aprender mucho de ellas.

“Hay estudios realizados para ver el movimiento de las hormigas, lo que ha servido para  poder nivelar y  diseñar esquemas de tránsito en las ciudades, se observa cómo se mueven, cómo se coordinan sin chocar para entrar y salir de sus nidos, cómo se comunican y organizan y se han creado algoritmos basado en su comportamiento para diseñar el tránsito en ciudades”, comentó la investigadora de la UNAM.

En México hay 900 especies de hormigas descritas, pero se estima que pueden existir unas 2 mil especies. En el mundo se conocen 15 mil especies, y se estima que pueden ser hasta 20 mil y en la casa de cada quien hay de 4 a 5 especies que conviven con nosotros.

Hay que decir que ellas llegaron primero que nosotros, proceden del periodo cretácico y hay evidencias de hace más de 90 millones de años, lo que demuestra que es la familia de de insectos más diversa y exitosa, ya que han sabido adaptarse y asociarse con otros organismos, incluyendo al hombre.

“El aporte a la vida cotidiana tiene una función importante; por ejemplo las hormigas cortadoras de hojas, conocidas como arrieras y que muchos odian, ya que pueden acabar en una noche con un árbol,  son ingenieras de ecosistemas, crean ambientes para otros organismos, lugares para que habiten otros organismos y los detritos o sus desechos se usan para composta ya que son muy ricos y son usados como fertilizante natural”.

Otras de sus funciones de las hormigas es la creación de ecosistemas, regulan otros organismos que pudieran convertirse en posibles plagas, son dispersoras de semillas, en zonas áridas las hormigas son las principales dispersoras, mas que las aves y los roedores.

Remueven mucho suelo, lo que hace el suelo más fértil y aún en las ciudades parte de nuestros desechos son aprovechados por las hormigas, regulan poblaciones de cucarachas, compiten con ella y las destrozan, si uno tiene hormigas en casa es muy probable que no tengan cucarachas, por eso les pregunto, a qué organismo prefieren en su casa”, comparte la doctora Castaño Meneses.

Se piensa que las hormigas son muy trabajadoras, que no paran nunca, pero la doctora Gabriela desmitifica esta idea.

“Sí son muy trabajadoras, pero eso es un poco un mito, más que trabajadoras son mas bien organizadas y eficientes; sí descansan, duermen. Las obreras que viven en promedio un año, trabajan de tres a cuatro horas al día, el resto del tiempo descansan, se acicalan y duermen”, reveló la docente de la UNAM.

La hormiga reina puede vivir más tiempo, hasta 25 años. “Hay registro de una arriera que en laboratorio vivió 25 años, son esenciales, ya que son las únicas que se pueden reproducir”.

Muchas hormigas colectan comidas y los suelos cercanos a sus hormigueros suelen ser muy fértiles. Son previsoras, guardan granos y los que no usan los regresan lo que las convierte en especie de cámara de germinación, creando bancos de semillas.

“Son capaces de detectar ondas sísmicas, y se investiga para saber cómo las detectan, para de ahí derivar en sensores para temblores más eficientes, y también se estudian como solución para el calentamiento global, por el material que usan pueden reducir el dióxido de carbono alrededor de sus nidos”, comentó la experta en artrópodos.

Las hormigas son susceptibles de enfermarse y son capaces de realizar cuarentenas.

“Ellas crean cámaras de aislamiento, para que se recuperen, y si no se recuperan cuentan con protocolos para saber a qué distancia eliminar los cadáveres y evitar contagios.

Actualmente en el  campus en la UNAM en Juriquilla analizan a las hormigas para ver si tienen nanopartículas magnéticas, para saber cómo se orientan y entender como se pueden mover de un lugar a otro.

También estudiamos cómo sobreviven ante elementos tóxico en las minas de mercurio”, compartió la doctora Castaño, quien agregó que en Querétaro ya hay más de 32 especies conocidas.

Desde el punto de vista cultural esta el mito del maíz, el robo de Quetzalcóatl, quien al transformarse en una hormiga negra logró llevarle a los aztecas ese grano tan preciado que les sirvió como alimento al pueblo, razón por la cual Quetzalcóatl se volvió en el Dios preferido y el maíz en la base de la dieta azteca.

Las hormigas están en todos lados, son muy adaptables, sociables y llegaron millones de años antes que nosotros, motivo suficiente para seguir su ejemplo y entender cómo han evolucionado y sobrevivido desde entonces.

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