Los asilos se encierran como medidas para cuidar a los residentes

La población más vulnerable ante el COVID-19 son los adultos mayores y algunos viven en asilos, lugares en que se han reforzado las medidas de seguridad

Carlos Uriegas

La población más vulnerable ante el COVID-19 son los adultos mayores, pero no todos los viejitos tienen la posibilidad de quedarse en casa o ser cuidados por sus familias. Existen otros que viven en asilos y casas de retiro, lugares en que se han reforzado las medidas de seguridad, sitios en que no solo evitan la llegada de la enfermedad, también ponen candado para cerrarle la entrada al miedo.

En Querétaro, el DIF estatal informa de la existencia de siete asilos que están bajo su custodia aunque, si se suman los que son privados, la cifra se incrementa a 24 casas de retiro en el estado, en las que se han tomado medidas de control como restringir accesos, elevar al máximo las medidas de higiene y respaldar el aspecto físico, mental y emocional de los abuelitos.

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En el Asilo San Sebastián, el de más tradición en Querétaro, los 38 adultos mayores que habitan en el Barrio de San Sebastián no han podido convivir directamente con sus familiares ni han tenido visitas desde el 11 de marzo, fecha en que decidieron bajar la cortina para agentes externos a la población del asilo.

La licenciada Elizabeth Ugalde, encargada del lugar nos detalló las medidas de control para evitar que enferme alguno de los adultos mayores, a quienes ya les dijeron cómo funcionarán ante la crisis sanitaria.

A todos les explicamos lo que está pasando y las medidas sanitarias que tenemos que tomar; todo ha sido desinfectado con Oxibiol y, cuando llega algún colaborador, la ropa se desinfecta, los familiares y voluntarios no pueden entrar al lugar (…) Por medio de fotos y videos se comunican con sus familiares y así ven que están bien”, señala Elizabeth Ugalde.

Dentro de las medidas de higiene que han tomado destaca el hecho de que el personal, integrado por 21 personas, evita el uso de transporte público y viaja, quienes no tienen auto, de sus casas al asilo y de regreso en una misma unidad.

Estamos haciendo turnos de 12 horas con un día de descanso, armamos dos equipos de trabajo para atender a nuestros abuelitos. Por fortuna, todos se encuentran sanos y están haciendo actividades limitadas en el jardín, trabajos manuales o les hacemos galletas para que las decoren”, dice la licenciada Ugalde, quien adelantó que ya empezarán a ver la disponibilidad del personal, para ver quiénes se pueden quedar permanentemente cuando se llegue a una fase 3 de la epidemia en Querétaro.

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De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, entre los años 2000 y 2050, la cantidad de personas de 80 años o más aumentará casi cuatro veces, hasta alcanzar los 395 millones. La cifra crece, pero aumentarán las personas que no podrán valerse por sí mismas.

En la Fundación Geriátrica de Querétaro, conocida como Vida Plena, residen 18 adultos mayores. Vicente Zárate comentó las medidas que han tomado para proteger a su población.

Implementamos desde la semana pasada el Carpool, para que el personal llegue en un mismo vehículo y desde hace dos semanas se hizo una limpieza a fondo, entraron máquinas de nebulización para desinfectar todo. Estamos brindado apoyo psicológico si llega a presentarse algún caso de estrés emocional. Se agendan llamadas y videollamadas con los familiares. Tenemos una sola persona encargada de compras y se desinfecta cada que regresa”, narra Vicente Zárate, administrador del lugar.

En las Gardenias, Residencial para Adultos Mayores, igualmente se han reforzado las medidas ante la pandemia.

Llevamos dos semanas sin acceso a los familiares, cuando vienen saludan a nuestros residentes a través del cristal y las cosas que les traen las dejan detrás del vidrio para que sean desinfectadas por nuestro personal de seguridad. Las consultas geriátricas se están dando por medio de videollamadas. Sin recibir visitas no es fácil, pero están en contacto permanente con sus familias por medio de mensajes y videollamadas”, explica una trabajadora del lugar, quien comentó que las 63 personas que habitan en los 60 departamentos pueden moverse con libertad al interior del condominio, cuyas rentas van de los 29 mil a 46 mil pesos con múltiples servicios incluidos, depende del tamaño del apartamento que alquilen.

“No están aislados, si quieren pueden bajar y realizar actividades físicas, aunque mediante la separación que se recomienda y bajo sanitización constante. Nuestro personal, al llegar, se cambia de calzado y de ropa previamente desinfectada en una cabina de sanitizado”, dijo la persona, quien informó que, en caso de necesitar hacer un pago o algún trámite, los residentes cuentan con personal especial encargado para ello.

AMIP.