En el encierro, una alumna queretana resiste ante COVID-19

El gobierno de Francia ha reaccionado a tiempo ante la pandemia, sin embargo, persiste preocupación en el país europeo

Carlos Perusquía

Para la estudiante Mariana Vargas Ordaz, el Gobierno de esta nación ha reaccionado a tiempo ante la pandemia; sin embargo, comparte que entre la población del país persiste preocupación

A la expectativa. Así resume Mariana Vargas Ordaz –estudiante queretana en Francia– el cambio que ha provocado el nuevo coronavirus (COVID-19) en sus clases de maestría, tras retomar las palabras de su coordinador de posgrado de la Université Toulouse III-Paul Sabatier.

La verdad les mentiría que sé qué hacer, porque la verdad no tengo ni idea de qué vamos a hacer. Les podemos mandar las presentaciones, pero así como de darles clases por YouTube con tutoriales o algo así, pues no sabemos”.

Mientras los profesores analizan y acuerdan las plataformas en las que ahora transmitirán los conocimientos a la joven y sus compañeros; desde su cuarto de nueve metros cuadrados, ella comparte a esta casa editorial cómo la pandemia ha trastocado su vida académica y cotidiana.

Yo vivo en una residencia universitaria. Hay muchos cuartos por piso. Son cuartos muy pequeñitos –son de nueve metros cuadrados– y pues tienes muchos vecinos al lado y enfrente. Hasta el momento, pues creo que todos estamos en nuestros cuartos”, describe Vargas Ordaz, estudiante de Materiales para el Almacenamiento y Conversión de Energía.

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Al salir de su estancia, para acudir a la lavandería de su instituto, la joven observa, al llegar a este lugar, la presencia de alumnos franceses que alistan sus vestimentas para visitar a sus familias que radican fuera de Toulouse, demarcación francesa donde Mariana reside hasta el momento.

Como no va a haber clases, ni movimiento, ni servicio de restaurantes –porque en la misma universidad tenemos restaurantes–, supongo que para no gastar más o igual para estar con sus familias, (algunos alumnos) se van a mudar o pasar estos días con ellos. Ahorita me tocó ver dos personas que están sacando todas sus cosas de sus cuartos para para irse, igual con maletas y así”.

La mexicana de 25 años de edad, al estar lejos de sus padres y hermana –a quienes mantiene al corriente de su bienestar– no tiene más opción que seguir las recomendaciones emitidas por las autoridades de Francia.

Sí, estamos en aislamiento, pero no es para que te vayas de vacaciones ni nada. O sea, mientras menos puedas salir, mejor”, comenta la también ingeniera en Nanotecnología.

COMPRAS DE PÁNICO

Hace una semana y media, la tranquilidad reinaba en la ciudad de Toulouse. No obstante, al notar el aumento de casos en Italia y España, la demarcación y otras ciudades francesas observaron una reducción considerable en los productos higiénicos.

Notamos escasez del gel antibacterial y todos los artículos de prevención, incluso de alcohol. La gente empezó a entrar un poco más en paranoia, pues empezaron a comprar muchos productos de limpieza”, destaca Mariana Vargas.

En una visita al supermercado, Vargas Ordaz describe como varios estantes estaban desordenados. Al acercarse a uno de ellos, examinó sorprendida como, por ejemplo, ya no había aceite.

En algunas partes sí faltaban cosas, como aceite. Sí, se me hizo raro. Otras cosas que no había eran pastas y arroz. Sí, había menos. Sin embargo, el personal del supermercado estaba trayendo y distribuyendo más alimentos”, resalta.

A pesar de la atención del personal de la tienda para tener llenos los anaqueles, Mariana observaba lo que parecía el temor de la gente cuando esta paseaba por los corredores del lugar en busca de comida.

Creo que hay gente que sí está entrando en pánico y está haciendo compras de pánico de cosas que necesitan. Entonces, pues hace que haya escasez. Sin embargo, hasta el momento todo está igual, o sea, con la misma distribución de siempre. Lo que sí no se consigue, ni de chiste, es alcohol sanitizante y gel antibacterial”, explica la estudiante.

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ATENCIÓN MÉDICA

Al ser estudiante internacional, Mariana cuenta con dos seguros médicos: uno privado y uno público. El segundo le otorga acceso a cualquier hospital administrado por las autoridades de la nación para que sea atendida como un habitante francés. Empero, la joven cuenta que los adultos de edad avanzada están catalogados como prioridad por el sistema de salud, ya que son de los grupos más vulnerables ante el COVID-19.

Si tienen síntomas, sí pueden ir (a los hospitales públicos). Si no están en caso muy grave, o sea, de que no tengan mucha temperatura o no tengan problemas respiratorios, lo más seguro es que los manden a su casa. En caso de que empeoren, pueden mandar una ambulancia por ustedes y ya los llevarían al hospital, pero pues eso en el peor de los casos”, comparte Vargas Ordaz al recordar la información difundida a los estudiantes internacionales.

Asimismo, la alumna originaria de la ciudad de Querétaro señala que se siente segura con las medidas que ha ejecutado el Gobierno del presidente Emmanuel Macron; cierre de instituciones educativas de todos los niveles, restricción de congregaciones de personas y prohibición de apertura de restaurantes o bares.

De la misma manera, ella espera que la Administración del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, siga el ejemplo de las precauciones del mandatario francés para proteger a sus gobernados.

AMIP.