Anúnciate aquí

Las Josefas, una misma época y distinta visión

Foto: Especial
Foto: Especial

Querétaro tiene a dos Josefas. Una de ellas, Josefa Ortiz de Domínguez, más conocida como la Corregidora; la otra, Josefa Vergara, una mujer filántropa Miguel Tierrafría  La historia de Querétaro tiene en su imaginario colectivo a dos Josefas. Una de ellas, Josefa Ortiz de Domínguez, más conocida como la Corregidora; la otra, Josefa Vergara, una … Leer más

Querétaro tiene a dos Josefas. Una de ellas, Josefa Ortiz de Domínguez, más conocida como la Corregidora; la otra, Josefa Vergara, una mujer filántropa

Miguel Tierrafría 

La historia de Querétaro tiene en su imaginario colectivo a dos Josefas. Una de ellas, Josefa Ortiz de Domínguez, más conocida como la Corregidora; la otra, Josefa Vergara, una mujer filántropa. Ambas mujeres vivieron en el mismo espacio y tiempo –en el siglo XIX–; sin embargo, sus causas y motivaciones colectivas giraron por rumbos distintos.

No obstante, el común denominador entre Josefa Vergara y Josefa Ortiz es que aprovecharon sus recursos para contribuir con causas comunes. Para la profesora de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Querétaro, Oliva Solís Hernández, quien es especialista en historia y género, aseguró que a las dos mujeres habrá que ubicarlas en su dimensión histórica, pues sus circunstancias determinaron el actuar.

Una contribuyendo con el movimiento independentista de México y la otra, apoyando a los desposeídos y a quienes menos tienen.

Doña Josefa Vergara y doña Josefa Ortiz comparten el mismo tiempo y el mismo espacio; sin embargo, son totalmente distintas como mujeres, por su clase social, por su educación, por sus ideales políticos. Las mujeres somos distintas y somos distintas porque tenemos formaciones distintas, creencias distintas, recursos distintos, oportunidades distintas y lo que nos hace ir en una dirección o en otra”.

La Corregidora, firmeza y toma de decisiones

Josefa Ortiz de Domínguez, protagonista de la historia de Querétaro y de México, tuvo el acceso a la educación al ingresar al Colegio de las Vizcaínas. Ahí pudo vincularse con las ideas liberales, que abonaron a un libre pensamiento que se desarrolló en las juntas de conspiración contra la Corona Española en las que participaba Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Ignacio Aldama y otros independentistas.

La profesora Solís Hernández afirma que si bien en espacios como la política los espacios para las mujeres eran reducidos, la Corregidora aprovechó espacios llamados salones, en los cuales, al presidir estos en Querétaro, se agrupaban intelectuales, poetas, músicos y artistas en general, quienes discutían ideas que giraban en torno a la situación contextual en la Nueva España.

Este espacio, permitió a Josefa Ortiz, desenvolver su pensamiento crítico en torno a las contradicciones que se vivían a principios de 1800. En esas reuniones, es donde se gestan los conceptos de soberanía, libertad e independencia en los que la Corregidora es partícipe activa.

Vemos en doña Josefa no nada más la iniciativa o la capacidad de articular sino también la capacidad de tomar decisiones, ahora a eso le llamamos el empoderamiento. Es una mujer que toma decisiones, que no está supeditada como la gran mayoría de las mujeres de su época a lo que digan los varones”.

En el análisis histórico de Josefa Ortiz, la académica de la UAQ plantea que por su inteligencia y convicción durante la independencia de México, se buscó denostar su figura, pues muchas de sus virtudes eran vistas como masculinas y poco comunes para una mujer. Esta denostación se ha transformado en enaltecimiento de la Corregidora a lo largo de los años, aseguró Solís Hernández. 

“(Josefa Ortiz) es una mujer con mucha firmeza, con mucha convicción, con mucha entereza que en esa época y todavía en la actualidad son vistas como cualidades masculinas. O sea, las mujeres (se) piensan en términos generales como frágiles, como débiles, que cambian constantemente sus ideas, entonces lo que vemos en doña Josefa es que ella es firme en sus convicciones”.

Josefa Vergara, riqueza a favor de los desposeídos

El caso de Josefa Vergara, aunque vivió en la misma época que Josefa Ortiz, su camino fue divergente respecto del movimiento de independencia. Ella nació en la pobreza y de a poco, junto a su marido, logró forjar una riqueza que, para el final de sus días, decidió mediante su testamento, que su riqueza sería destinada al servicio del pueblo de Querétaro.

Al no poder tener hijos, Josefa Vergara decidió que aquellos niños huerfanos debían ser apoyados, por lo que sus recursos fueron y son aún utilizados mediante una fundación, para apoyar aquellos niños y jóvenes de escasos recursos.

La riqueza que tiene es un medio para hacer el bien a su pueblo. Entonces con esa convicción es que ella formula su testamento dejándole al pueblo de Querétaro sus bienes, ya luego en específico a las mujeres y ya vemos entonces lo que ahora llamamos sororidad para con las mujeres viudas y las mujeres pobres”.

La profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, asegura que Josefa Vergara, si bien es una mujer muy querida en Querétaro, se requiere estudiarla e historizarla aún más para ubicar su contexto inmediato; sin embargo, aseguró que ambas son modelos a seguir por su labor a favor de los otros.

“Creo que en este momento rescatar una figura como la de Josefa es importante porque nos muestra cómo las mujeres podemos transformar el mundo, pese a todos los asegunes o todos los obstáculos que se nos puedan poner”, destacó la académica.

FOR

Anúnciate aquí

Anúnciate aquí

Anúnciate aquí

Más noticias


Contenido Patrocinado